Poéticas

Poemas de Ingeborg Bachmann

El escritor José Luis Gómez Toré realiza para El Cuaderno una espléndida versión de los poemas de Ingeborg Bachmann incluidos en "Die gestundete Zeit", su libro más emblemático.

[Fotografía de portada del Dr. Heinz Bachmann y Erika Thümmel]

Cae corazón, versiones de Ingeborg Bachmann

/ por José Luis Gómez Toré /

“Sin pasar por la poesía de Celan y de Ingeborg Bachmann no se puede escribir poesía”, afirma José Ángel Valente en una entrevista concedida en 1998 a La Vanguardia. Más allá de la hipérbole, llama la atención el hecho de que el autor de Mandorla nombre a Bachmann en pie de igualdad con uno de los nombres indiscutibles de la poesía moderna. Sorprende especialmente porque la escritora austriaca, aun siendo, sin duda, una figura central en la literatura del siglo XX, apenas ha encontrado en nuestro país el eco que merece. Y ello a pesar de que buena parte de sus libros han sido traducidos al castellano. Sin embargo, son todavía demasiados los lectores que saben de ella no tanto por su obra, tan fascinante como enigmática, como por su relación amorosa con Paul Celan.

Ingeborg Bachmann (Klagenfurt, Austria, 1926-Roma, 1973) mantuvo vínculos con el célebre Grupo 47, que en 1953 premiará su libro Die gestundete Zeit (en los años cincuenta recibieron el mismo galardón nombres tan relevantes como Heinrich Böll, Günter Grass, Ilse Aichinger o Martin Walser). Además de la lírica, que abandonó relativamente pronto (solo publicó dos poemarios), cultivó la narrativa, el ensayo y la literatura dramática. Bachmann pertenece a esa curiosa estirpe de escritores (Rimbaud, Hofmannsthal…) a los que la propia radicalidad de sus planteamientos poéticos pareciera impulsarles a acabar renunciando a la poesía. Como si el poema abocara necesariamente al silencio.

La autoexigencia de Bachmann es, en buena medida, resultado de su conciencia de la responsabilidad del escritor ante el lenguaje. No hay que olvidar la formación filosófica de Bachmann, que leyó en profundidad a autores como Heidegger o Wittgenstein. La intrincada trama simbólica de sus poemas se convierte a menudo en una peculiar inmersión en la memoria, pero en una memoria filtrada por el sueño o lo visionario, una memoria enigmática que pareciera otra forma del olvido. La escritora que propuso hablar de un “yo sin garantías” sabe muy bien que la voz lírica no es sin más la expresión de una subjetividad. Quien habla en el poema es siempre una voz que viene de otro lugar: “Solo sé decir oscuro”. De ahí que la oscuridad –no el hermetismo— sea consustancial a la poesía: oscuridad como punto de partida, no de llegada, puesto que la escritura tiene siempre una vocación de claridad, de iluminación, aunque lo iluminado por el poema no sea siempre lo que queremos ver: “Allí, nos damos cuenta,/ no están los inmortales, tan sólo los caídos.” En Bachmann la indagación estética es inseparable de una indagación ética, y aún política, no ajena al recuerdo de las víctimas y, desde luego, de Auschwitz. La necesidad de asumir el pasado y rastrear la huella de la barbarie tiene en Bachmann un cariz muy personal, si tenemos en cuenta que su padre fue miembro del partido nazi. No faltan tampoco los ecos del presente, sobre el que se ciernen ya las sombras de la Guerra Fría, aunque el lector quizá no deje de encontrar paralelismos con la situación actual: “Ya no se declara la guerra,/ se prosigue. Lo inaudito/ se ha vuelto cotidiano”. Se trata de un presente vivido, como diría Agamben, como estado de excepción, en el que todo es umbral, alarma ante lo que puede venir o apuesta por “la estrella miserable/ de la esperanza sobre el corazón”.

Las versiones aquí incluidas, con excepción del último poema –que apareció en su segundo y último poemario, Anrufung des Großen Bären/ Invocación de la Osa Mayor—, pertenecen casi en su totalidad al libro que le dio la fama, Die gestundete Zeit (hay traducción del libro en castellano, El tiempo postergado, publicado en Cátedra en 1991 con traducción de Arturo Parada: una edición hoy difícil de encontrar). Ojalá que esta selección de textos sirva para acercar a más lectores a uno de los mundos poéticos más complejos y ricos de la segunda mitad del siglo XX.






CAE, CORAZÓN

Cae del árbol del tiempo, corazón,
caed, hojas, de las ramas heladas
que el verano una vez abrazó,
¡caed como las lágrimas del ojo dilatado!

Aún ondea el rizo al viento
en la frente bronceada
del dios de la tierra, día tras día;
bajo la camisa el puño
aprieta ya la herida abierta.

Y por ello sé firme
si las nubes inclinan

su delicada espalda otra vez a tu paso,
que no te importe nada
si acaso los panales del Himeto
una vez más se llenan para ti.

Pues de poco le sirve al labrador un tallo en la aridez,
poco un verano de nuestra gran raza.

¿Y qué testimonia ya tu corazón?
Entre ayer y mañana oscila,
extraño y silencioso,
y lo que late es ya
su caída del tiempo.

FALL, AB, HERZ

Fall ab, Herz vom Baum der Zeit,
fallt, ihr Blätter, aus den erkalteten Ästen,
die einst die Sonne umarmt’,
fallt, wie Tränen fallen aus dem geweiteten Aug!

Fliegt noch die Locke taglang im Wind
um des Landgotts gebräunte Stirn,
unter dem Hemd preßt die Faust
schon die klaffende Wunde.

Drum sei hart, wenn der zarte Rücken der Wolken
sich dir einmal noch beugt,
nimm es für nichts, wenn der Hymettos die Waben
noch einmal dir füllt.

Denn wenig gilt dem Landmann ein Halm in der Dürre,
wenig ein Sommer vor unserem großen Geschlecht.

Und was bezeugt schon dein Herz?
Zwischen gestern und morgen schwingt es,
lautlos und fremd,
und was es schlägt,
ist schon sein Fall aus der Zeit.


 

DECIR OSCURO

Como Orfeo toco
en las cuerdas de la vida la muerte
y en la belleza de la tierra
y de tus ojos, que administran el cielo,
sólo sé decir oscuro.

No olvides que tú también, de pronto,
aquella mañana, cuando todavía tu lecho
estaba húmedo de rocío y el clavel
dormía junto a tu corazón,
viste el oscuro río
que pasaba junto a ti.

Tensada la cuerda del silencio
en la ola de la sangre,
toco tu resonante corazón.
Tus rizos se convirtieron
en la oscura cabellera de la noche,
negros copos de sombra
recortaron tu rostro.

Y yo no te pertenezco.
Los dos ahora nos lamentamos.

Pero como Orfeo reconozco
en el lado de la muerte la vida,
y para mí azulea
tu ojo para siempre cerrado.

DUNKLES ZU SAGEN

 Wie Orpheus spiel ich
auf den Saiten des Lebens den Tod
und in die Schönheit der Erde
und deiner Augen, die den Himmel verwalten,
weiß ich nur Dunkles zu sagen.

Vergiß nicht, daß auch du, plötzlich,
an jenem Morgen, als dein Lager
noch naß war von Tau und die Nelke
an deinem Herzen schlief,
den dunklen Fluß sahst,
der an dir vorbeizog.

Die Saite des Schweigens
gespannt auf die Welle von Blut,
griff ich dein tönendes Herz.
Verwandelt ward deine Locke
ins Schattenhaar der Nacht,
der Finsternis schwarze Flocken
beschneiten dein Antlitz.

Und ich gehör dir nicht zu.
Beide klagen wir nun.

Aber wie Orpheus weiß ich
auf der Seite des Todes das Leben
und mir blaut
dein für immer geschlossenes Aug.


 

PARÍS

Atados a la rueda de la noche
duermen los perdidos
en los caminos que truenan, debajo,
pero donde estamos es luz.

Tenemos los brazos llenos de flores,
mimosas de muchos años;
oro cae de puente a puente
sin aliento en el río.

Fría es la luz,
aún más fría la piedra ante la puerta,
y las conchas de las fuentes
ya están medio vacías.

¿Qué pasará si nos aturde la nostalgia
hasta la raíz de los cabellos fugitivos,
y nos quedamos aquí y preguntamos
qué pasará si soportamos la belleza?

Subidos a los carros de la luz,
también velando, nos hemos perdido
en las calles de los genios, arriba,
pero donde no estamos es noche.

PARIS

 Aufs Rad der Nacht geflochten,
schlafen die Verlorenen
in den donnernden Gängen unten,
dort wo wir sind, ist Licht.

Wir haben die Arme voll Blumen,
Mimosen aus vielen Jahren;
Goldnes fällt von Brücke zu Brücke
atemlos in den Fluß.

Kalt ist das Licht,
noch kälter der Stein vor dem Tor,
und die Schalen der Brunnen
sind schon zur Hälfte geleert.

Was wird sein, wenn wir, von Heimweh
benommen bis ans fliehende Haar,
hier bleiben und fragen: was wird sein,
wenn wir die Schönheit bestehen?

Auf den Wagen des Lichts gehoben,
wachend auch, sind wir verloren,
auf den Straßen der Genien oben,
dort wo wir nicht sind, ist Nacht.


 

LA GRAN CARGA

La gran carga del verano está a bordo,
en el muelle dispuesto aguarda el barco solar
cuando a tu espalda la gaviota se sumerge chillando.
La gran carga del verano está a bordo.

En el muelle dispuesto aguarda el barco solar
y en los labios del mascarón de proa
los lémures sonríen sin disimulo alguno.
En el muelle dispuesto aguarda el barco solar.

Cuando a tu espalda la gaviota se sumerge chillando,
del occidente llega la orden para hundirse;
te ahogarás en la luz con los ojos abiertos
cuando a tu espalda la gaviota se sumerja chillando.

DIE GROßE FRACHT

Die große Fracht des Sommers ist verladen,
das Sonnenschiff im Hafen liegt bereit,
wenn hinter dir die Möwe stürzt und schreit.
Die große Fracht des Sommers ist verladen.

Das Sonnenschiff im Hafen liegt bereit,
und auf die Lippen der Galionsfiguren
tritt unverhüllt das Lächeln der Lemuren.
Das Sonnenschiff im Hafen liegt bereit.

Wenn hinter dir die Möwe stürzt und schreit,
kommt aus dem Westen der Befehl zu sinken;
doch offnen Augs wirst du im Licht ertrinken,
wenn hinter dir die Möwe stürzt und schreit.


 

MANIOBRA DEL OTOÑO

No digo: eso fue ayer. Con el dinero
sin valor del verano en el bolsillo volvemos a yacer
sobre el tamo de la burla, en la maniobra otoñal del tiempo.
Y no nos es favorable el camino de huida hacia el sur,
ni tampoco los pájaros. Mientras la tarde cae,
pasan barcos de pesca y góndolas  y a veces
me alcanza una astilla de mármol saciado de sueños,
donde soy vulnerable, en el ojo, debido a la belleza.

En los periódicos leo mucho sobre el frío,
sobre sus consecuencias, sobre idiotas y muertos,
sobre expulsados, asesinos y miríadas
de témpanos de hielo, mas poco que me agrade.
¿Y por qué? Ante el mendigo que viene a mediodía,
cierro la puerta de un portazo, porque la paz es eso
y nos podemos ahorrar verlo, pero no
bajo la lluvia la muerte triste de las hojas.

¡Dejadnos hacer un viaje! ¡Dejad que bajo los cipreses
o bajo las palmeras o entre los sotos de naranjos
veamos a precio de saldo los naufragios del sol,
que no tienen igual! ¡Dejadnos
olvidar las cartas al ayer que quedan sin respuesta!
El tiempo hace milagros. Mas viene inoportuno
a traernos el latir de la culpa: no nos encuentra en casa.
En la bodega del corazón, me hallo otra vez insomne
sobre el tamo de la burla, en la maniobra otoñal del tiempo.

HERBSTMANÖVER

 Ich sage nicht: das war gestern. Mit wertlosem
Sommergeld in den Taschen liegen wir wieder
auf der Spreu des Hohns, im Herbstmanöver der Zeit.
Und der Fluchtweg nach Süden kommt uns nicht,
wie den Vögeln, zustatten. Vorüber, am Abend,
ziehen Fischkutter und Gondeln, und manchmal
trifft mich ein Splitter traumsatten Marmors,
wo ich verwundbar bin, durch Schönheit, im Aug.

In den Zeitungen lese ich viel von der Kälte
und ihren Folgen, von Törichten und Toten,
von Vertriebenen, Mördern und Myriaden
von Eisschollen, aber wenig, was mir behagt.
Warum auch? Vor dem Bettler, der mittags kommt,
schlag ich die Tür zu, denn es ist Frieden
und man kann sich den Anblick ersparen, aber nicht
im Regen das freudlose Sterben der Blätter.

Laßt uns eine Reise tun! Laßt uns unter Zypressen
oder auch unter Palmen oder in den Orangenhainen
zu verbilligten Preisen Sonnenuntergänge sehen,
die nicht ihresgleichen haben! Laßt uns die
unbeantworteten Briefe an das Gestern vergessen!
Die Zeit tut Wunder. Kommt sie uns aber unrecht,
mit dem Pochen der Schuld: wir sind nicht zu Hause.
Im Keller des Herzens, schlaflos, finde ich mich wieder
auf der Spreu des Hohns, im Herbstmanöver der Zeit.


 

CADA DÍA

Ya no se declara la guerra,
se prosigue. Lo inaudito
se ha vuelto cotidiano. El héroe
permanece lejos
del campo de batalla. El débil
se ha adentrado en la línea de fuego.
El uniforme del día es la paciencia,
la condecoración, la estrella miserable
de la esperanza sobre el corazón.

Se concede
cuando ya no sucede nada más,
cuando se calla el fragor del combate,
cuando el enemigo se ha vuelto invisible
y la sombra eterna de las armas
cubre el cielo.

Se concede
por la huida ante las banderas,
por el valor ante el amigo,
por la delación de secretos indignos
y el desacato
de toda orden.

ALLE TAGE

 Der Krieg wird nicht mehr erklärt,
sondern fortgesetzt. Das Unerhörte
ist alltäglich geworden. Der Held
bleibt den Kämpfen fern. Der Schwache
ist in die Feuerzonen gerückt.
Die Uniform des Tages ist die Geduld,
die Auszeichnung der armselige Stern
der Hoffnung über dem Herzen.

Er wird verliehen,
wenn nichts mehr geschieht,
wenn das Trommelfeuer verstummt,
wenn der Feind unsichtbar geworden ist
und der Schatten ewiger Rüstung
den Himmel bedeckt.

Er wird verliehen
für die Flucht von den Fahnen,
für die Tapferkeit vor dem Freund,
für den Verrat unwürdiger Geheimnisse
und die Nichtachtung
jeglichen Befehls.


 

MENSAJE

Del umbral, caliente de cadáveres, del Cielo sale el sol.

Allí, nos damos cuenta, no están los inmortales,
tan sólo los caídos.

Y el brillo nada quiere saber
de la putrefacción. Nuestra divinidad,
la Historia, nos ha preparado una tumba
de la que no se resucita.

BOTSCHAFT

 Aus der leichenwarmen Vorhalle des Himmels tritt die Sonne.

Es sind dort nicht die Unsterblichen,
sondern die Gefallenen, vernehmen wir.

Und Glanz kehrt sich nicht an Verwesung. Unsere Gottheit,
die Geschichte, hat uns ein Grab bestellt,
aus dem es keine Auferstehung gibt.


 

LOS PUENTES

El viento estira
la cinta delante de los puentes.

En las traviesas pulveriza
el cielo su más oscuro azul.
En uno y otro lado cambian
en la luz nuestras sombras.

Pont Mirabeau… Waterloobridge…
¿Cómo soportan los nombres
portar el peso de todos los sin nombre?

Tocados por los que se han perdido,
por aquellos a quienes no sostuvo la fe,
despiertan en el río los tambores.

Solitarios son todos los puentes
y la gloria es para ellos peligrosa
como para nosotros,
tal pensamos al menos,
sentir en nuestros hombros
pasos de las estrellas.
Pero en la pendiente de lo efímero
ningún sueño nos cubre con su arco.

Mejor vivir cumpliendo
la misión de la orilla, de una a otra,
y velar día a día
a fin de que la cinta corte
aquel que fue llamado.
Porque él alcanza las tijeras del sol
en la niebla y, cuando el sol lo ciega,
la niebla lo abraza en la caída.

DIE BRÜCKEN

 Straffer zieht der Wind das Band vor den Brücken.

An den Traversen zerrieb
der Himmel sein dunkelstes Blau.
Hüben und drüben wechseln
im Licht unsre Schatten.

Pont Mirabeau … Waterloobridge …
Wie ertragen’ s die Namen,
die Namenlosen zu tragen?

Von den Verlornen gerührt,
die der Glaube nicht trug,
erwachen die Trommeln im Fluß.

Einsam sind alle Brücken,
und der Ruhm ist ihnen gefährlich
wie uns, vermeinen wir doch,
die Schritte der Sterne
auf unserer Schulter zu spüren.
Doch übers Gefälle des Vergänglichen
wölbt uns kein Traum.

Besser ist’s, im Auftrag der Ufer
zu leben, von einem zum anderen,
und tagsüber zu wachen,
daß das Band der Berufene trennt.
Denn er erreicht die Schere der Sonne
im Nebel, und wenn sie ihn blendet,
umfängt ihn der Nebel im Fall.


 

ANUNCIO

Pero hacia dónde vamos
no te preocupes no te preocupes
cuando está oscuro y hace frío
no te preocupes
pero
con música
qué hacer
alegres y con música
y qué pensar
alegres
a la vista de un final
con música
y hacia dónde llevamos
lo mejor
nuestras preguntas y el aguacero de todos los años
en la lavandería de los sueños no te preocupes no te preocupes
pero qué ocurre
lo mejor
cuando el silencio de los muertos

comparece

REKLAME

Wohin aber gehen wir
ohne sorge sei ohne sorge
wenn es dunkel und wenn es kalt wird
sei ohne sorge
aber
mit musik
was sollen wir tun
heiter und mit musik
und denken
heiter
angesichts eines Endes
mit musik
und wohin tragen wir
am besten
unsre Fragen und den Schauer aller Jahre
in die Traumwäscherei ohne sorge sei ohne sorge
was aber geschieht
am besten
wenn Totenstille

 eintritt




 

2 comments on “Poemas de Ingeborg Bachmann

  1. Pingback: O que no se origine nada más – Rimbaud vuelve a casa

  2. Maravilloso, muchas gracias.

Responder a Natalia CarbajosaCancelar respuesta

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