Entrevistas

Raúl Figueroa, director de F&G Editores: 25 años a contracorriente

Fundador de F&G Editores y Presidente del Gremio de Editores de Guatemala.

/ por Sara Carini /

«Dedicarse a la edición en Centroamérica es un estar permanentemente en la cuerda floja»

Raúl Figueroa Sarti

Desde 1993 Raúl Figueroa Sarti es el editor de F&G Editores, editorial que fundó él mismo hace 25 años y que entró al mercado como agencia de servicios editoriales y edición de libros vinculados con el Derecho, pero a lo largo de los años se ha convertido en una de las editoriales independientes más importantes de Guatemala y Centroamérica. La historia de F&G no es solo la historia de una editorial independiente que ha logrado sobrevivir y hacer libros con éxito, sino que es la historia de una editorial que está haciendo libros a partir del concepto básico de que los libros crean cultura y conciencia ciudadana. Raúl Figueroa y su equipo trabajan para que esto sea una realidad en Guatemala.


Pregunta.— Me gustaría que F&G se presentara a través de su proyecto editorial, así que lo primero que le pregunto es que si F&G nace como editor de libros de Derecho, cuál fue el motivo que la impulsó a dedicarse a la literatura y cómo cambió su proyecto editorial al publicar literatura.

Respuesta.— Cuando empezamos a publicar de manera sostenida en Guatemala recién se habían firmado los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra interna que duró 36 años. En el país existían muy pocas editoriales y la calidad editorial de los libros que se publicaban dejaba mucho que desear. Desde el inicio, nuestros libros rompieron con esa manera de editar e innovaron en varios aspectos: diseño de interiores, cuidado en el diseño de las portadas, calidad de impresión, calidad del papel. Adicionalmente hicimos uso de formatos no convencionales. La primera reacción de lectores y algunos autores fue expresar: «estos libros no parecen hechos en Guatemala». El resultado de ello fue que empezaron a buscarnos autores literarios interesados en publicar sus libros en nuestra editorial. Más que un impulso interno, empezamos a publicar literatura como consecuencia de ser una editorial atractiva para autores de literatura. De alguna manera, lo mismo sucedió con los libros de Ciencias Sociales, de tal suerte que 25 años después de su fundación, F&G Editores es una editorial literaria y de Ciencias Sociales. Un cambio relevante en este sentido es que cuanta más literatura publicamos, más insegura es la supervivencia de la editorial.

P.— ¿Esto se debe a que es difícil seguir los gustos del público o que falta el público?

R.— Obedece, principalmente, a que el número de lectores de literatura sigue siendo limitado en el país. Por otra parte, no somos una editorial que publique en función de satisfacer los gustos del público. Si así fuera, tendríamos que cambiar nuestra línea editorial y convertirnos en una editorial religiosa o de autoayuda. Y no creo que ello tenga incidencia positiva en el desarrollo cultural del país.

P.— F&G es hoy una editorial reconocida. ¿Le parece que tiene de algún modo una misión cultural en Guatemala y, más en general, en Centroamérica?

R.- Es un poco complicado pensar en esos términos, me siento como si fuera algo así como un misionero religioso y eso no va conmigo. Sin embargo, dado que en Centroamérica y particularmente en Guatemala la industria editorial sigue estando poco desarrollada, si entiendo que una editorial como F&G Editores tiene una gran responsabilidad social en la difusión de creaciones literarias, así como de ideas sociales y políticas que contribuyan a crear un nuevo imaginario tendente a cambiar nuestra realidad social, económica y política. Creo que la palabra es un poderoso instrumento de cambio.

P.— Creo que usted conoce la famosa frase con la que Giulio Einaudi definió los diferentes tipos de edición que se pueden practicar: “La edición ‘sí’ es la que, en vez de ‘salir al encuentro del gusto del público’, gusto que se asegura conocer y que a menudo se confunde con el propio, introduce en la cultura las nuevas tendencias de la investigación en todos los campos, literario, artístico, científico, histórico o social, y trabaja para que emerjan los intereses profundos, aunque vayan a contracorriente”. El ánimo del trabajo de F&G parece ubicarse en este tipo de edición…

R.— Totalmente de acuerdo. De hecho, ahora que estamos viviendo los 25 años de la fundación de la editorial, tenemos como slogan “25 años a contracorriente”.

P.— Desde Europa podría ser difícil comprender la medida del trabajo editorial en Guatemala. ¿Qué estructura tiene su editorial y cuántos títulos edita F&G al año, qué tipo de catálogo mantiene?

R.- En F&G trabajamos cinco personas: una asistente administrativa, una recepcionista, mensajero, diseñador gráfico y director con funciones de editor, relacionista público, representante legal, corrector de textos y administrador general. En Guatemala no hay casas distribuidoras, por lo que en la editorial se hace el trabajo de pre-prensa y distribución. De ahí que el personal sea poco para todo el volumen de trabajo que realizamos. Anualmente, publicamos entre 10 y 15 títulos nuevos y hacemos varias reediciones o reimpresiones. Nuestro catálogo está centrado en Literatura Contemporánea y Ciencias Sociales.

P.— ¿Qué mecanismo o principio de selección utiliza para seleccionar a los autores?

R.— En la editorial recibimos alrededor de 150 manuscritos al año. Nuestros recursos no nos permiten ni siquiera evaluar todas las propuestas que llegan. Damos prioridad a los textos de autores previamente publicados y con algún reconocimiento. Textos con propuestas distintas, nuevas y de calidad literaria. En literatura nos ha resultado muy útil el certamen BAM Letras que desde el 2012 convocamos conjuntamente con el Banco Agromercantil y que nos permite que un jurado especializado haga una selección de obras que merecen ser publicadas. El premio es anual y rota entre cuento y novela.

P.— En una entrevista de 2012 usted dijo que era más fácil enviar libros a Estados Unidos que a Centroamérica. ¿La situación sigue siendo la misma? ¿Cómo resulta dedicarse a la edición en una región donde hay escasez de ayudas económicas?

R.— Ahora la situación es más difícil, porque hace más de dos años que Guatemala no tiene servicio de correo postal. Como consecuencia de ello, nuestros envíos al exterior se han reducido casi a cero, ya que los gastos de envío por medio de empresas de courier es extremadamente alto. Dedicarse a la edición en Centroamérica es un estar permanentemente en la cuerda floja. En Guatemala, además de la falta de ayudas económicas, hay que sumar un mercado del libro muy pequeño y una tasa de pobreza extrema que supera al 60% de la población, lo cual imposibilita severamente el acceso de amplios sectores a la compra de libros. El panorama se vuelve más incierto todavía al tomar en cuenta que hay muy pocas bibliotecas públicas y muchas de ellas esperan que seamos los editores quienes les donemos libros.

P.— ¿Cuál es su opinión sobre las campañas en fomento a la lectura? ¿Los lectores aumentan o sólo aumentan los escritores?

R.— Creo que las campañas de lectura sí contribuyen a incrementar la cantidad de lectores, particularmente cuando se hacen de manera sostenida en el tiempo e involucran al núcleo familiar. Desafortunadamente, en Guatemala no ha habido hasta la fecha una campaña de lectura promovida por el Estado que nos permita evaluar con precisión su incidencia en el aumento de los índices de lectura. De hecho, carecemos de información al respecto. Sin embargo, desde la Asociación Gremial de Editores hemos venido realizando la Feria Internacional del Libro y hemos constatado cómo ha ido en aumento el interés de los guatemaltecos por la lectura y una mayor asistencia de público a la Feria, que ha redundado en un aumento en las ventas de libros. También hemos observado un incremento en la cantidad de títulos que se publican anualmente en el país.

P.— F&G ha venido apoyando una campaña importantísima como «Guatemala Nunca Más» en favor de la memoria histórica de Guatemala y Centroamérica. ¿Cuál ha sido la respuesta del público y la recepción por parte de las instituciones?

R.— Es una respuesta positiva. Varios de nuestros títulos relacionados con la memoria histórica están siendo reeditados por demanada de lectores. Los libros relacionados con la historia reciente de Guatemala figuran entre los más vendidos de nuestro catálogo. En 2017 publicamos Desde el cuartel: otra visión de Guatemala, escrito por Edgar Rubio Castañeda, militar en activo, que es una crítica a los vínculos del ejército con los grupos de poder económico.  Vendimos más de cinco mil ejemplares, algo inusual en este país.

P.— Su editorial forma parte de la Red Internacional de Editoriales Independientes. ¿Cómo cree que pueden ayudarse mutuamente los editores a nivel internacional?

R.— Las redes de editoriales independientes son muy útiles para el intercambio de experiencias y en algunos casos pueden ser la vía para desarrollar proyectos que de otra manera seria imposible realizar aisladamente. En Centroamérica, conformamos el Grupo de Editores Independientes de Centroamérica (GEICA), gracias al cual participamos en la Feria del Libro de Frankfurt, hemos participado en la Fil de Guadalajara y realizamos la edición de una antología de cuento centroamericano. En GEICA, participamos F&G Editores de Guatemala, Guaymuras de Honduras, Arcoiris de El Salvador, Anamá de Nicaragua y Uruk de Costa Rica.

P.— ¿Cómo aventura el futuro del libro en Centroamérica?

R.— Creo que en Centroamérica, a pesar de las dificultades y el poco apoyo estatal para la cultura y la edición en particular, seguirá aumentando la edición de libros y se ampliará el mercado editorial. Confiamos en que poco a poco se vayan rompiendo las barreras que dificultan la libre circulación del libro y las ideas.


 

1 comments on “Raúl Figueroa, director de F&G Editores: 25 años a contracorriente

  1. Felicitaciones a Raúl Figueroa Sarti por el gran y prolongado esfuerzo editorial «a contracorriente», como bien afirma

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