Poéticas

La poesía de Beatriz Chivite

Álvaro Valverde reseña 'En las ciudades / Nas cidades / Hirietan', una antología trilingüe (castellano, gallego, euskera) de una «poesía viajera», «donde brillan el misterio y la sugerencia, precisa en su intención y lúcida en sus resultados».

/ por Álvaro Valverde /

Lo primero que llama la atención de este libro es su estupendo aspecto. Pocas ediciones tan bonitas y cuidadas como las de la madrileña papelesmínimos, que en esta ocasión se alía con la gallega Chan da Pólvora, que tampoco se queda atrás, para ofrecer al lector una pequeña, exquisita joya. La elegancia es norma, sí, y, con ella, la sobriedad, el único lujo que uno entiende. Por suerte, los libros hermosos abundan en nuestra tradición tipográfica. No tanto los que, como éste, se publican en tres lenguas (castellano, euskera y gallego, cada cual en un color de papel), lo que en la España plural de nuestros amores debería ser también tan sencillo como frecuente. 

En las ciudades / Nas cidades Hirietan reúne poemas de Beatriz Chivite (Pamplona, 1991), una breve muestra de los libros que ha publicado hasta ahora, a pesar de su juventud: Smog de Pekín (2012), Metro (2014), Biennale (2017) y Móvil / Limitación (2019). Esto es: Pekineko keaMetroBiennale y Mugi / Atu. Ella se ha ocupado de verter sus versos al español e Isaac Xubin, del vasco al gallego. 

Beatriz Chivite

Jon Kortazar y Aiora Sampedro se ocupan del prólogo, que titulan «Viaje por las ciudades de Beatriz Chivite». En efecto, esta mujer salió muy pronto de su ciudad natal (con una beca para estudiar el bachillerato internacional) y ha cursado estudios de filología china y de arte oriental en Londres (donde vive) y Pekín, ha hecho un máster en literatura y cine chinos en Hong Kong y trabajado en la Bienal de Venecia y en la Embajada de España en Yakarta (Indonesia). Esta intensa biografía explica que haya escrito libros sobre tres ciudades: Pekín, Londres y Venecia, en orden de intervención. 

Los prologuistas, que se encontraron con Metro en el Premio Euskadi de 2015, desmenuzan su poética y por eso aluden a su narratividad (por aquello de inventarle una historia a quien se sienta a tu lado) y la modernización del haiku. Además, a «la condición cosmopolita del texto», a lo que su poesía tiene de «canto a la intemperie y al desasosiego», a la «dureza de la soledad» y al miedo a los que se enfrenta alguien que vive, ajena, en medio de la multitud, a la «gran presencia del yo» (esta poesía es autobiográfica), al «componente social» y al «esteticismo» (que no son incompatibles en la poesía de verdad), a su afición por la pintura, a «la nostalgia de la infancia», a «la experiencia del dolor», al viaje, al riesgo (en lo que respecta al citado haiku, un modelo poético demasiado explotado y no siempre para bien), etcétera.

Nos explican en fin, y muy oportunamente, que existen «dos caminos para editar poesía en lengua vasca»: el de las editoriales (como Pamiela, Elkar, Susa y Balea Zuria) o el de los premios, que «no tienen buena prensa en el sistema literario», la senda elegida por ella. Chivite ha publicado cuatro libros en cuatro años. Según Kortazar y Sampedro, la suya es ya «una de las voces más originales y distintas, más distinguibles, más personales de la actual poesía vasca». Este lector matizaría: de la poesía española, de la que este libro forma parte, como 17 segundos, de Kirmen Uribe, otro cosmopolita poeta en euskera (que reside en Nueva York), con el que encuentro puntos de conexión y que acaba de editar Visor en su colección Palabra de Honor. 

Puedo añadir que estamos ante una poesía viajera, sin duda, clara y contenida, donde brillan el misterio y la sugerencia, precisa en su intención y lúcida en sus resultados. Moderna sin remedio, pero atenta a la tradición. Tan occidental como oriental. Tan del norte como del sur. 

En «¿Cómo escribir?», un poema central, después de confesar, con la debida ironía, que, cuando «la realidad/ me golpea duro» no sabe escribir poemas irónicos, ni románticos, ni postmodernos, leemos: «Enmudezco/ cuando veo.// ¿Qué puedo decir?/ ¿Qué palabra puede/ ablandar tanto dolor?// ¿Luz?».

De su interés por el arte son fruto los poemas «Ernst», «Calder», «Picasso», «Mondrian», «Dalí» (excelente), o «Chillida» y, en suma, su libro Biennale

Me han gustado mucho también las odas a distintos colores que figuran en su último libro. 

Se alegra uno de este feliz descubrimiento. Más si tenemos en cuenta que en este país cainita de nacionalismos feroces cada día es más difícil que la traducción de unas lenguas a otras fluya con la debida naturalidad. Que sea más fácil, vamos, leer a un italiano, un francés o un inglés que a un catalán, un gallego, un asturiano o un vasco que no escriban en español. Pena. 


Selección de poemas (castellano)

Smog de Pekin (2012)

Las dagas voladoras

Ahí cae
la primera hoja
del otoño.

La calle
entera
roja.

Ya pasó
otro año.

La ventana

El miedo a ser descubierta
el placer de ser observada

en la inmovilidad quebradiza
desnuda.

Still life

Son las 24 h en Pekín
ella entra en su blog
a las 12 h en Valparaíso
él quiere salvar su educación.
Son las 16 h en Mogadisco
ella muere de olvido
a las 18 h. en Pamplona
él ya no trabaja.
Son las 21 h en Katmandú
ella ya no estudiará en occidente
a las 20 h en Damasco
él se pregunta con miedo y duda.

Allá, a lo lejos, quedó la primavera
llena de brotes y cambios
me pregunto que traerá
el otoño y sus hojas muertas.

Pero «we» still alive.
Son las 24 h en Pekín
ella sigue con sus acrobacias
a las 12 h en Valparaíso
él pinta su pared de verde.
Son las 16 h en Mogadisco
ella esculpe una figura de barro
a las 18 h en Pamplona
él ve la última película de Almodóvar.
Son las 21 h en Katmandú
ella traduce a tres idiomas una vieja canción
a las 20 h en Damasco
él hace volar su cometa de colores.

Metro (2014)

El estudiante extraviado

Hoy es una de esas noches.
Te bajas del vagón
en la parada equivocada.
A propósito
caminas por calles vacías y frías.
Los cristales de las tiendas empañados.
Ves tu aliento.
Y en medio de la noche
buscas algo que ya
no existe.

A la del pintalabios marrón

Se maquilla parsimoniosamente
cada mañana.
Le relaja tanto mirarse
que su expresso
pierde el efecto.
Y sus párpados
vuelven a

El joven hípster

Me gustan sus zapatos
rojos.
La imagino quitándoselos
cada noche
al lado de su cama.
Con cuidado
de no despertar
al marido.
Queriendo
despertar al marido.caer.

El hombre de pelo cano y rizado

¿Quién eres?
¿Por qué te apoyas en mí?
Estás agotado.
Yo también.
Te acariciaría…
Pero te despertarías.
Y tendrías miedo.
Aún más miedo.
Espero que no se te pase
la parada.

Biennale (2017)

Abstención

Mi abuelo estuvo en la guerra
y mi padre hizo el servicio militar.
Nosotros hacemos prácticas no remuneradas
lejos de casa
durante largo
tiempo.

Mondrian

Al despertar te asomaste a la ventana
había nevado
los árboles se erguían a lo lejos
desnudos y finos
la sábana azul que tendiste en el jardín
seguía ahí
por la tarde te tumbaste en el sofá
y te convertiste en horizonte.

Te busco

Acercas la mano a la cámara
intentando tocarme
y entonces dejo de verte.
La pantalla se oscurece
como si cerrara los ojos
igual que cuando me abrazas.

Móvil / limitación (2019)

Oda al blanco

El olor de la lavadora
recién hecha
que se seca en el sótano,
el sabor
de tu boca
al despertar
y la braga de una monja
son blancas.

Todo lo no dicho
el interior de un círculo
el recuerdo de mi abuela
y el té de jazmín
son blancos.

Blancos son mis pechos
en primavera
las líneas de aviones
que rayan el cielo
un lichi pelado
y el pelo de mi madre
son blancos.

Blanco es
el salitre
que cubre los cuerpos
de los que mueren
queriendo atravesar
el Mediterráneo.

Oda al azul

Azul
es la poesía
leída en voz baja
las cocinas eslovenas
en las tardes de abril.

Azul
es el reflejo
de tu mirada
en la fuente.
Los años de la infancia
y los arándanos
que guardas
en tus puños
cerrados.

Azul
es tu peluca favorita.

La luz que entra
por la iglesia,
los grabados japoneses,
el vestido de lino
demasiado caro,
el canto del imán
y la piscina
que siempre está vacía
son azules.
Azules son
los labios
congelados
de la niña que duerme
sobre la acera
de una plaza
del sur de Europa.

Perder

Poco a poco pierdo las palabras
y todo se aleja
también la casa

como si perdiera la memoria
todo se enturbia
también la luz

como si perdiera la vista
todo enmudece
también los pájaros matutinos.

Poco a poco pierdo las palabras
y todo se aleja
también mi madre.


Selección de poemas (gallego)

O fume de pequín (2012)

As dagas voadoras

Caeu alí
a primeira
folla do outono.

A rúa enteira
volveuse
vermella.

Acaba
outro ano.

A fiestra

O medo a ser descuberta.
A cobiza de ser observada

espida, nunha inmobilidade
que ameaza coas crebas.

Still life

Son as 24 horas en Pequín
e ela entra no seu blog.
Ás 12 en Valparaíso
el quere salvar os seus estudos.
Son as 16 horas en Mogadisco
e ela morre esquecida.
Ás 16 horas en Iruña,
el xa non traballa.
Son as 21 horas en Katmandú
e ela queda sen futuro.
Ás 20 horas en Damasco
el ten pesadelos de dúbidas e medos.

Ao lonxe, alá, ficaron
a primavera e os rebentos.
Ando a cismar no que traerá
o outono e as follas mortas.

Pero «we» still alive.
Ás 24 horas ela escribe
palabras prohibidas en Pequín.
Ás 12 horas en Valparaíso
el pinta a parede de cor turquesa.
Son as 16 horas en Mogadisco
e ela ten entre as mans unha escultura de aceiro.
Son as 18 horas en Iruña
e el ve a última película de Almodóvar.
Son as 21 horas en Katmandú
e ela escoita unha canción antiga.
Ás 20 horas el fai voar no ceo de Damasco
un papaventos multicolor.

Metro (2014)

O estudante extraviado

Hoxe é unha desas noites.

Baixas a mantenta do vagón
na parada equivocada e camiñas
polas rúas baleiras e frías.
As tendas teñen os vidros embazados.
Observas o teu alento.
E no medio da noite
procuras algo que xa
non existe.

Á moza que leva os beizos de cor marrón

Maquíllase con esmero
cada mañá.

A imaxe relaxa tanto ao home
que o expreso perde o seu sabor.

E as pálpebras
volven caer.

O mozo hipster

Gústanme os teus zapatos
vermellos.
Imaxino
o xeito en que os quitas
cada noite
ao carón da cama.
Con coidado
de non espertar o marido.
E desexando espertalo.

O home do pelo cano

Quen es?
Por que te apoias en min?
Estás esgotado.
Tamén eu.
Querería facerche un aloumiño
pero daquela espertarías
e collerías quizais máis medo.
Aínda máis medo.
Agardo que non se che pase
a parada.

Biennale (2017)

Abstención

O meu avó estivo na guerra
e o meu pai fixo o servizo militar.
Nós facemos prácticas non remuneradas
lonxe da casa,
por longas temporadas.

Mondrian

Miraches pola fiestra
a chaira nevada.
As árbores erguíanse lanzais e espidas.
A saba azul que tenderas no xardín
seguía alí.
Á tarde deitácheste no sofá
e convertícheste en horizonte.

Procúrote

Achegas a man á cámara
para tentar tocarme
e daquela deixo de verte.
A pantalla escurece
como se pechase os ollos
e sentise o teu abrazo.

Móbil / Limitación (2019)

Oda á cor branca

O recendo da bogada
que está a secar no soto
aínda húmido,
o sabor
da túa boca ao espertar,
e as bragas vellas

dunha monxa,
son brancas.

Tamén é de cor branca
todo o que non se dixo,
o interior dun círculo,
a lembranza da miña avoa
e a cor do té de xasmín.

Brancos son os meus peitos
na primavera,
as liñas dos avións
que debuxan raias no ceo.
Un lichi pelado
e o cabelo de miña nai
son tamén brancos.

Branco é
o salitre
que cobre os corpos
dos que morren
ao querer atravesar
o Mediterráneo.

Oda á cor azul

Azul
é a poesía
lida en voz baixa
e as cociñas eslovenas
nos seráns de abril.

Azul é
o reflexo
da túa mirada
na auga da fonte.
Azuis os anos da infancia
e os morotes
que gardas
dentro dos teus puños
pechados.

Azul é a cor
da túa perruca favorita.
A luz que entra
na igrexa,
os gravados xaponeses,
o vestido de liño
que é caro de máis,
o canto do imán
e a piscina
sempre baleira,
son azuis.

Azuis son
os beizos
conxelados
da nena que dorme
sobre as lousas
dunha praza
do sur
de Europa.

Perder

Pouco a pouco perdo as palabras
e todo se afasta,
tamén a casa.

Como se perdese a memoria
todo se esfuma e mingua,
tamén a luz.

Como se perdese a vista
todo enmudece,
tamén os paxaros do amencer.

Pouco a pouco perdo as palabras
e todo se afasta,
tamén a miña nai.


Selección de poemas (euskera)

Pekineko kea (2012)

Daga hegalariak

Udazkeneko
lehen hostoa
han erori da.

Gorrira
biratzen da
kale osoa.

Joan da
beste urte bat.

Leihoa

Aurkitua izatearen beldurra
behatuta izatearen gura,

gelditasun hauskorrean
biluzik.

Still life

24 h dira Pekinen
bere blog-ean sartzen da,
12 h dira Valparaison
bere karrera berreskuratu nahian,
16 h dira Mogadiscion
guztiz ahaztuta hiltzen da,
18 h dira Iruñean
lanik ez du jada,
21 h dira Katmandunen
jada ez dauka etorkizunik,
20 h dira Damascon
beldur eta zalantzaz beteriko ametzgaiztoak.

Han, urrutian, udaberria
aldaketa eta jaiotzekin
udazkenak eta hosto hilak
zer ekarriko duten galdetuz nabil.

Baina, «we» still alive.
24 h dira Pekinen
debekatutako hitzak idazten ditu,
12 h dira Valparaison
turkesaz margotzen du pareta,
16 h dira Mogadiscion
buztinezko eskultura
dauka eskutartean,

18 h dira Iruñean
Almodovarren azken
filma ikusten du,
21 h dira Katmandun
abesti zahar bat entzuten du,
20 h dira Damascon
koloretako kometa
zeruan hegan.

Metro (2014)

Galdutako ikasleari

Gaur gau horietako bat da.
Okerreko geltokian
jaisten zara
nahita
kale huts eta hotzetan ibiltzeko.
Dendek lausotuta dituzte leihoak
zure arnasa ikusten duzu.
Eta gau erdian
jada existitzen ez den zerbait
bilatzen duzu.

Ezpain marroidunari

Goizero zuhurtasunez
apaintzen da.

Irudi hark
hain lasaitzen du gizona
esku arteko Expressoak
boterea galtzen duela.

Eta bere betazalak
erortzen dira berriro.

Hipster gaztea

Zure zapata gorriak
gustoko ditut.
Gauero,
ohe ondoan
nola kentzen dituzun
irudikatzen dut.
Kontu handiz,
Senarra ez esnarazteko.
Baina senarra esnarazi
nahian.

Ile gris kizkurreko gizona

Nor zara?
Zergatik zaude nire gainean?
Agortuta zaude.
Baita ni ere.
Ilea laztanduko nizuke
baina esnatuko zintudan.
Eta beldur izango zinateke.
Are beldurrago.
Zure geltokia urrunean itxarotea
espero dut.

Biennale (2017)

Abstentzioa

Nire aitona gudan egon zen
eta nire aitak zerbitzu militarra egin zuen.
Guk ordainsaririk gabeko praktikak egiten
ditugu, urrunean
denbora luzez.

Mondrian

Leihotik so egin zenuen
lautada elurtuta
zuhaitzak biluzik eta lirain
lorategian zintzilikatutako oihal urdina
han zegoen.
Arratsaldean besaulkian etzan egin
eta zeruertz bilakatu zinen.

Bilatzen zaitut

Behatza kamerara hurbiltzen duzu
ni ukitu nahian
eta orduan ez zaitut ikusten
Pantaila iluntzen da
besarkatzen ninduzunean
begiak itxiko banituen bezala.

Mugi / Atu (2019)

Zuriaren oda

Sotoan lehortzen den
arroparen usaina,
esnatzerakoan
zure ahoaren
zaporea
eta moja zaharraren
kuleroak
txuriak dira.

Esan ez den guztia,
borobil baten barrena,
nire amonaren oroitzapena
eta jasmin te hotza ere
txuriak dira.

Txuriak dira nire bularrak
udaberrian
zerua marratzen duten
hegazkinen aztarnak
azalik gabeko lycheea
eta nire amaren hilea ere
txuria da.

Txuria da
Mediterraneoa gurutzatzen
hiltzen diren
gorputzen azala
estaltzen duen
gatza.

Urdinaren Oda

Ahopean irakurritako poesia
urdina da
apirileko arratsaldeetan
esloveniako sukaldeak
urdinak dira.

Iturrian
zure begiradaren
isla
urdina da.
Haurtzaroko egunak
eta eskutartean
gordetzen dituzun
ahabiak ere
urdinak dira.

Zure ilorde kutunena,
urdin kolorekoa da.

Elizara sartzen den
argia,
Japoniako grabatuak,
oso garestia den
lihozko soinekoa,
imanaren kantua
eta hutsik dagoen
igerilekua ere
urdinak dira.

Urdinak dira
Europako hegoaldeko
enparantza baten
espaloian
lotan dagoen
neskatoaren
ezpain
izoztuak.

Galtzea

Pixkanaka-pixkanaka hitzak galtzen ditut
eta dena urruntzen da
baita etxea ere

memoria galduko banu bezala
dena lausotzen da
baita argia ere

ikusmena galduko banu bezala
dena isiltzen da
baita goizeko txoriak ere

Pixkanaka-pixkanaka hitzak galtzen ditut
eta dena urruntzen da
baita ama ere.


En las ciudades / Nas cidades / Hirietan
Beatriz Chivite
papelesmínimos & Chan da Pólvora, 2020
184 páginas
15€

Álvaro Valverde (Plasencia, 1959) es autor de libros de poesía como Las aguas detenidas, Una oculta razón (Premio Loewe), A debida distancia, Ensayando círculos, Mecánica terrestre, Desde fuera, Más allá, Tánger y El cuarto del siroco (los cinco últimos en la colección Nuevos Textos Sagrados, de Tusquets) o Plasencias (De la Luna Libros). Sus poemas están incluidos en numerosas antologías y han sido traducidos a distintos idiomas. También es autor de dos novelas: Las murallas del mundo y Alguien que no existe; un libro de artículos, El lector invisible, y otro de viajes, Lejos de aquí. La editorial La Isla de Siltolá publicó, en edición de Jordi Doce, la antología Un centro fugitivo; y la Editora Regional de Extremadura, Álvaro Valverde. Poemas (1985-2015), con dibujos de Esteban Navarro.

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