Geograffiti

Geograffiti (2)

Segunda parte de una serie de singulares poemas de Fernando Riquelme, alusivos a ciudades importantes de su vida (de Alicante a Buenos Aires y de Berna a Bembibre) y escritos con las herramientas del surrealismo.

/ por Fernando Riquelme /

CALCUTA

22°34′22″N 88°21′50″E

Porteadores en Calcuta

Amanece con calor, humedad y miseria.
Los cuervos picotean la sordidez del fétido mercado,
cuyo hedor vence a los aromas del abigarrado polvo de especias.

El día transcurre con miseria, calor y humedad.
Los porteadores, con aspecto de faquir, se abandonan al sopor morboso,
despreciando la pertinaz molestia de dípteros hambrientos.

Anochece con humedad, miseria y calor.
El comerciante, de alopecia incipiente y vientre abultado,
enjuga el sudor incontinente con una falsa pashmina sucia y ajada.

La noche es calurosa y húmeda,
pero la oscuridad disimula la miseria.


CRACOVIA

50°03′41″N 19°56′14″E

Dama o niña,
armiño o comadreja,
amante o inocente,
obra de maestro.
La belleza de la ferretera cautiva los sentidos
perdidos en la barbacana de la plaza
entre arte pobre de artistas desahuciados.

Dicen que la flecha atravesó la garganta del vigía.
Como una espina de carpa el gaznate de un beodo.
La trompeta silenciada preservó los muros de la ciudad
tomada al fin, pacíficamente, por turistas gregarios,
ávidos del ámbar de los mercaderes.

El río de témpanos migrantes en procesión silenciosa
lame las faldas de un castillo catedralicio
que cela un drago cautivo con disfraz de lagartija,
cegado por el fulgor de una cúpula de oro.


DAMASCO

33°30′47″N 36°17′31″E

Zoco Hamedye, 19??

La tórrida calor
de polvo en suspensión
sestea en la penumbra del zoco Hamedyie,
donde la alfombra de Aladino,
tramada de polvo,
es ofrecida a la viuda
de braguitas de encaje y oros evidentes,
amante del almuédano recitador.
En el cadalso
penden las miserias
de una justicia bárbara y polvorienta
de empecinado enjuiciamiento.
Y allí donde Paulo fue descabalgado
se baten los cobres para turistas
atacados de vitíligos blanquecinos,
compradores del polvo secular
de los bazares.
Un viejo,
enjuto
y jodido,
sirve café y polvo de cardamomo
a la viuda que ama,
públicamente en secreto,
al muecín.


LONDRES

51°30′26″N 0°07′39″O

Torre de Londres

Mrs Rogers,
viuda del proveedor de papelería de Su Majestad,
me entrega la llave
del jardín enjaulado de Princes’s square.
Disfrazado de carcelario, me agarro a las rejas para observar el mundo.
A las cinco de la tarde, sin pausa de té,
me presento en la cocina del Hamilton club.
Faisandage.
Pico repollo y centrifugo zanahorias.
La vieja escocesa me mira con sospecha
y mis tripas exigen alimento.
Es viernes y del caldero de aceite viejo
surge el obligado fish & chips para los gentlemen misóginos.


LOURDES

43°06′N 0°03′W

La Virgen y Bernadette

Aguas turbias milagrosas,
encerradas en sintéticos manantiales.
Turbios milagros aguados,
documentados con tinta simpática.
Crédulos,
titulados de universidades parroquiales,
sueñan desesperados en rediles de corderos.
Émulos
de ciegos llagados
deslumbrados por el sol
sueñan esperanzados con el menú del día en el hotel de dos estrellas.
La pastorcita con sus ovejas
ofrece queso Ossau Iraty
garantizado por la obispalía.


MADRID

40°25′08″N 3°41′31″O

I

Un pulgar analfabeto
condimenta la sopa de fideos
del guerrero de Indochina
en la pensión de los chinches asesinos,
cosecha del 65.

El gallego Mejuto
contrae purgaciones
en la calle de la Magdalena
y muestra orgulloso sus pápulas.
Mejuto pide prestado
para compensar
al sereno de Cangas
su servicial discreción.

Toda la noche
queda encendido el filamento
que se funde al amanecer
cuando el patrón consorte
vomita úlcera y vida y
en Antón Martín
vociferan barrenderos
armados con agua a presión.

II

El sol pierde la batalla meteorológica.
Su luz claudica ante el viento frío del norte,
y las urracas, a coro, graznan en francés.
Recios troncos de exóticos cedros
erizan los prados donde antaño corretearon ninfas
trocadas ahora en mascotas urbanas
que marcan su territorio
cada ocho metros exactamente.

Hay una deriva descendente
por la que rueda la mirada perdida
de un jubilado de la administración pública.
Acompaña su desvarío con pensamientos salaces
a la vista de las orondas nalgas de una obesa mórbida.
¡Corred, corred, desgraciados!
¡Quemad vuestra energía ganada en la barra de los bares!
¡Alejáos!

Dejadme a solas con la naturaleza domeñada
al gusto del servicio de parques y jardines.
Y mañana, ya sin viento,
los cálidos rayos del astro de fuego
invitarán de nuevo al disfrute rutinario
de perros, pájaros, jubilados, corredores y féminas atocinadas.
Si no llueve en el paseo del Pintor Rosales.


MALABO

3°45′09″N 8°46′31″E

Se abrió el cielo ecuatorial con un relámpago
sobre el manto verde,
que esconde las defecaciones
de animales de todo género y especie,
y cayeron sucesivas trombas de
ranas descarriadas.

Las miningas no pasean del brazo de los cooperantes.
Prefieren ofrecer favores
a cambio de abarrotes
en la penumbra de las esquinas.

Mi amigo sufre calenturas palúdicas
con la cadencia
marcada por un metrónomo artesano.
Se divierte aplastando anófeles
con la palma de la mano
arrojándolos a las fauces de las salamanquesas.

Tronó el cielo,
y el desgarro de una nube
alumbró los contornos de Clarence,
las calles de Santa Isabel
y las esquinas de Malabo.


NÁPOLES

40°50′00″N 14°15′00″E

Quartieri Spagnoli

Tufo giallo dal sole morso.
Toba gualda mordida por el sol,
Parténope,
leprosa de incuria,
se redime en los graffiti
recordatorios de la primera guerra del Golfo,
caligrafiados por insaciables fornicadores antibelicistas.

Los muros vespasianos de los templos
rezuman historia española,
rendida al olvido de los escolares,
y fetidez patrimonial,
exenta de impuestos municipales.

El taumaturgo purpurado,
con patente de Camorra,
oficia con la sangre coagulada del santo Jenaro
la liturgia del prodigio protector.

He visto Capri navegar las aguas de azur
del golfo vesubiano
y he sentido el impulso de accionar el interruptor
para encender las llamas del volcán
al son festivo de «Funiculí, funiculá».


NUEVA YORK

40°42′N 74°00′O

Cuando las reses vuelven del matadero,
vibran trémulos de placer insólito
los carrillos de los carnívoros WASPs,
refugiados en sus cavernas de terciopelos rojos.
Sweetheart,
entrada en carnes negras como el hollín,
oficia malhumorada el servicio de comida
a los funcionarios de la ONU.
La Hepburn vuelve al escaparate de Tiffany’s
vistiendo los harapos de un homeless
que se orina en la esquina de la Quinta Avenida.
Hace frío.
Hace calor.
Hay una lluvia que satura el ambiente con el olor a paño mojado.
La calle suena a película de 1950.
Exhala vapor por las bocas de las alcantarillas
que se ancla en el cauce del Hudson.
El templo de los mercaderes se funde
con el reino de los cómicos,
y la confusión de lenguas entre los uniformados
con insignias NYPD
hace las delicias de Woody Allen.
Sin hambre verdadera, me ofrezco un bocadillo de pastrami
que arrojo a la papelera de Central Park.


Fernando Riquelme Lidón (Orihuela, 1947) es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. Ingresó en la Carrera Diplomática en 1974. Ha estado destinado en representaciones diplomáticas y consulares de España en Siria, Argentina, Francia e Italia y ha sido embajador de España en Polonia (1993-1998) y Suiza y Liechtenstein (2007-2010). Como escritor ha publicado Alhábega (2008), obra de ficción que evoca la vida provinciana de la España de mediados del siglo XX; Victoria, Eros y Eolo (2010), novela; La piel asada del bacalao (2010), libro de reflexiones y recuerdos gastronómicos;  28008 Madrid (2012), novela urbana sobre un barrio de Madrid; Delicatessen (2018), ensayo sobre los alimentos considerados exquisiteces; Viaje a Nápoles (2018), original aproximación a la ciudad de Nápoles; un Diccionario comentaod de gastronomía (2019) y El Club de las Amazonas (2021), una novela en la que el narrador se enfrenta a situaciones conflictivas inesperadas ante el cambio de paradigma de las relaciones entre personas de distinto sexo. Es miembro de la Real Academia de Gastronomía.

Acerca de El Cuaderno

Desde El Cuaderno se atiende al más amplio abanico de propuestas culturales (literatura, géneros de no ficción, artes plásticas, fotografía, música, cine, teatro, cómic), combinado la cobertura del ámbito asturiano con la del universal, tanto hispánico como de otras culturas: un planteamiento ecléctico atento a la calidad y por encima de las tendencias estéticas.

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