/ por Santiago Alba Rico /
Era la estación florida
cuando amores y azucenas
y el Ser solo en su abundancia
se derretía de pena
Caminaba el Ser en mayo
por las orillas del Tiétar
y a su paso solo hallaba
los restos de su tarea
Era el Ser los seres todos
tantas cosas tantas era
el perro el sol los olivos
y hasta el barro y las abejas
El Ser lloraba y lloraba
sin hallar sustancias nuevas
e incluso sus propias lágrimas
su propia sustancia aumentan
Ay el Ser que ser seguía
ser surgía y ser se queda
por las orillas del Tiétar
derritiéndose de pena
No quiere ser, ay, lo que es
quiere haber nacido fuera
y cada vez que se enoja
vierte ardillas y planetas
Va el Ser llorando y llorando
entre las breñas del Tiétar
y mientras irradia halcones
se golpea y desespera
Los golpes son caracolas
los tajos grandes cigüeñas
y mientras le crece un bosque
se corta las cuatro arterias
Por mucho que sangre el Ser
sus heridas son sus venas
si pierde toda la sangre
toda la sangre le queda
Encontró una flor del monte
llaga abierta en su cadera
y tomando el tallo verde
los pétalos le enumera
Encontró una flor del monte
y le dice mi flor bella
dame el pétalo que falta
entre el Uno y su Pareja
No tengo lo que me pides
contestó la flor bermeja
pares e impares los tengo
que son placeres y penas
El Ser siguió su camino
arrancándose las yeguas
entre cantuesos del Tiétar
desangrándose de pena.
El Ser siguió su camino
quitándose ciervos y hiedras
y al bajar la última loma
se encontró con Almudena
¿Quién eres que lloras toros?
Le preguntó la doncella
¿quién eres que sangras robles
y sudas palomas tiernas?
¿Quién eres que tanto eres
le repitió la doncella
y el Ser replicó asombrado
¿quién eres que eres tan bella?
Morí ahogada hace tres días
volviendo de Talavera
de ver a un novio gitano
que zambreó entre mis piernas
La cara la traigo blanca
porque es la tez de las muertas
los labios los tengo rojos
porque mi sangre aún recuerda
El Ser suplica arrobado
dame la muerte, Almudena
que soy sin mengua ni eclipse
como eterna luna llena
Dame la muerte, muchacha
que esta plenitud me aterra
y quiero al viento exterior
abrirle la última grieta
El Ser se golpea el pecho
y le brotan mil libélulas
la muchacha que lo mira
estas palabras contesta:
Si me das el ser que añoro
te doy el hueco que anhelas
si me enrojeces la cara
te doy un ramo de ausencias
El Ser y el no ser se abrazan
en las orillas del Tiétar
peces, culebras y alados
se detienen y se enredan
¿El no ser un ser sería
bajo el Ser que así la aprieta
roja caliente alocada
de nuevo viva Almudena?
¿O al revés el Ser no siendo
encontraría la grieta
por la que colar el viento
del aliento de la muerta?
Peces culebras y alados
se penumbran y se mezclan
mientras el río columpia
sus luces de carne fresca
Hasta el alero del alba
de la batalla se cuelga
el ser siendo sido somos
el no ser no siendo sea
¿Me has matado ya, muchacha?
¿Me has matado ya, Almudena?
Que siento que un dulce abismo
me trepa por la ladera
No se deja de ser siendo
agua los mares no seca
le respondió la muchacha
mientras la boca le besa
¿Me has matado ya, mi niña?
¿Me has matado ya, gacela?
Que un galope de silencios
me baja por la vereda
No se es menos siendo más
el fuego no apaga hogueras
le suspiró la muchacha
mordiéndole la alameda
Roja caliente alocada
vuelve a la vida Almudena
pero el beso que la enciende
ese beso la condena
He sido tan de repente
tanto me has sido, confiesa,
que me he pasado de ser
y vuelvo de vida a estar muerta
He sido tan sin medida,
pierde la voz la doncella,
tan sin medida me has sido
que he cruzado la ribera
Del río a veces se vuelve
mas del ser no se regresa
la muerte mata no seres
la dicha mata de veras
El Ser asesino mira
la niña dos veces muerta
deshilada entre sus brazos
sin cumplirle la promesa
Ay el Ser que ser seguía
ser surgía y ser se queda
por las orillas del Tiétar
ensimismado de pena
Por mucho que sangra el ser
sus heridas son sus venas
si pierde toda la sangre
toda la sangre le queda
Pero el ser tiene un vacío
no es la muerte ni un planeta
es el deseo sin boca
de los besos de Almudena
El ser tiene un sinsentido
tiene una potencia hueca
y de la almendra del alba
le brota una espina ajena
El ser sigue su camino
por las orillas del Tiétar
ahora se llama Manuel
y llora por Almudena
Peces culebras alados
por el hueco de los besos
salieron al aire libre
desde el Ser al otro lado
Este romance del filósofo y escritor Santiago Alba Rico fue originalmente escrito para la performance teatral «Eurovision Philosophical Song Contest» (2019), de Massimo Furlan y Claire de Ribaupierre Furlan. Fue musicado por la compositora Lynn Maring e interpretado por docentes y estudiantes del Departamento de Jazz y Músicas Actuales de la Haute Ecole de Musique Vaud Valais Fribourg. Puede escucharse aquí: https://soundcloud.com/user-884437543/espagne.
Santiago Alba Rico es escritor y ensayista. Estudió filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Fue guionista en los años ochenta del mítico programa de televisión La bola de cristal y ha publicado más de veinte libros sobre política, filosofía y literatura, así como tres cuentos para niños y una obra de teatro. Ha colaborado y colabora con distintos medios de comunicación (Público, Ctxt, Ara, eldiario.es, El País, entre otros).
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