Mirar al retrovisor

Las estrategias de la guerra

Joan Santacana escribe sobre que quizás no haya la guerra de la que parecen escucharse los tambores, pero lo que es seguro es que habrá rearme.

/ Mirar al retrovisor / Joan Santacana /

Suenan tambores de guerra. Cada vez más intensos. Quieren hacernos creer en la inevitabilidad del conflicto. Líderes políticos diversos de los países involucrados en los conflictos, organismos internacionales como las Naciones Unidas, la OTAN, la Unión Europea, el Kremlin, los medios de comunicación, los expertos en seguridad, todos concluyen en la idea que el rearme es la respuesta. Hay que cerrar filas en torno a no sé qué y no se quién. ¿Cuántas veces ha ocurrido algo similar antes? Después sonará la música militar; las movilizaciones para la defensa de los valores; nada nuevo. Todo el mundo se llenará la boca de palabras de paz, pero las manos prepararán las armas para la guerra. ¿Habrá guerra? Si la hubiere, nadie sabrá de verdad quien la empezó; los nuestros dirán que fueron los otros y los otros dirán que fueron los nuestros. Pero quizás no habrá guerra. Lo que sí habrá será rearme.

Y mientras, la industria de las armas será la más beneficiada. Rusia sigue siendo el mayor fabricante de armas del mundo, según se dice; produce una amplia gama de equipos militares, incluyendo aviones de combate, sistemas de misiles, vehículos blindados y armas portátiles convencionales. Dispone de empresas como Almaz-Antey, especializada en sistemas de defensa aérea y misiles S-300, S-400 y S-500, diseñados para la defensa antiaérea; le sigue United Shipbuilding Corporation (USC), que es una empresa estatal que agrupa a astilleros y empresas relacionadas con la construcción naval militar y civil. Producen una variedad de buques de guerra, submarinos y otros equipos navales. También tiene Rusia la mayor empresa mundial dedicada a fabricar helicópteros, con modelos tales como el Mi-8, Mi-24, y el Mi-28. Tupolev produce buenos aviones de combate como los modelos Tu-95, Tu-160 y Tu-22M, y finalmente hay la conocida empresa Kalashnikov Concern, que produce el rifle de asalto AK-47.

Sigue Alemania, con una industria bélica muy avanzada, con empresas tales como Rheinmetall, Krauss-Maffei Wegmann (KMW) y Heckler & Koch, entre otros. Alemania fabrica una amplia variedad de armas y equipos militares, incluyendo tanques, vehículos blindados, aviones de combate y armas ligeras. Francia le va la zaga, con empresas importantes como Dassault Aviation, Naval Group, y Thales. El Reino Unido siempre ha liderado un mercado potente de armas, con empresas como BAE Systems, Rolls-Royce, y British Aerospace. Y aunque con menos potencial, está Italia con Leonardo S.p.A.

España no es un país poco importante en este tema; tiene Navantia, que produce buques de guerra y submarinos, así como sistemas de combate naval; Airbus Defence and Space España que es una división de Airbus Group que se dedica a la fabricación de sistemas aeroespaciales y de defensa; Indra EXPAL Systems, que es otra empresa española especializada en el diseño y fabricación de sistemas de munición y explosivos para uso militar y civil. Producen una amplia gama de productos, incluyendo municiones de artillería, sistemas de mortero y de desminado. Y finalmente hay que citar Santa Barbara Sistemas, que se dedica a la fabricación de vehículos blindados y sistemas de armas, incluyendo tanques, vehículos de combate de infantería, y sistemas de artillería.

Y fuera del ámbito europeo, hay que observar lo que hace China. No hablan de guerra, pero ha estado invirtiendo considerablemente en tecnología militar avanzada, incluyendo el desarrollo de sistemas de armas de alta tecnología como misiles balísticos, aviones de combate, submarinos nucleares y sistemas de defensa antimisiles. Además, la Armada China ha experimentado un crecimiento significativo en términos de capacidad y alcance. Ha estado construyendo una flota naval más grande y moderna, incluyendo portaaviones, destructores, fragatas y otros tipos de buques de guerra, lo que refleja su interés en expandir su influencia en el mar. Finalmente el gigante asiático está desarrollando capacidades en el espacio y el ciberespacio, incluyendo sistemas de satélites y ciberataques, como parte de su estrategia militar integral.

¿Cuál es la causa de todo ello? La actual tendencia al rearme, innegable, pues, en todo el planeta, puede estar influida por la necesidad de estimular la economía en un mundo en donde el miedo se instala en la mente de la gente. El ejemplo más notorio de una economía que se reactivó con el rearme fue el de Alemania en los años treinta. Después de la devastación económica y social que siguió a la primera guerra mundial y a la Gran Depresión, el régimen nazi implementó políticas económicas y programas de rearme que ayudaron a estimular la economía alemana en la década de 1930. La construcción de armamento con aviones, blindados y armas ligeras no solo proporcionó empleo a millones de personas, sino que también estimuló la demanda de materias primas y la expansión de la industria manufacturera.

Pero las políticas de rearme no solo favorecieron la economía alemana de los años treinta. Es bien sabido que la segunda guerra mundial fue lo que permitió a Estados Unidos salir de la Gran Depresión y produjo un auge económico brutal, desconocido hasta entonces, debido a la demanda de acero, motores y demás componentes. También la llamada Guerra Fría, con la carrera armamentística entre los dos bloques, contribuyó a avances en los campos de la balística, las comunicaciones, Internet, sistemas de computación y comunicación como nunca había ocurrido. Y finalmente, cabe mencionar que la guerra de Corea en la década de 1950 fue uno de los factores que más estimuló la economía norteamericana de mitad de siglo XX y mantuvo la primacía del dólar. ¿Estamos ante una reedición de esta política, o bien estamos en vísperas de un conflicto general? Es evidente que si se trata de la segunda hipótesis, el mundo se ha vuelto loco, porque nadie puede sobrevivir a un conflicto general hoy y no hay economía capaz de sostenerlo. Y si es la primera hipótesis, ¿no es cierto que estamos jugando con fuego? Ante este dilema, a veces pienso que el conocimiento de la historia y del pasado, no nos libra necesariamente de las amenazas del futuro.


Joan Santacana Mestre (Calafell, 1948) es arqueólogo, especialista en museografía y patrimonio y una referencia fundamental en el campo de la museografía didáctica e interactiva. Fue miembro fundador del grupo Historia 13-16 de investigación sobre didáctica de la historia, y su obra científica y divulgativa comprende más de seiscientas publicaciones. Entre sus trabajos como arqueólogo destacan los llevados a cabo en el yacimiento fenicio de Aldovesta y la ciudadela ibérica y el castillo de la Santa Cruz de Calafell. En el campo de la museología, es responsable de numerosos proyectos de intervención a museos, centros de interpretación, conjuntos patrimoniales y yacimientos arqueológicos. Entre ellos destaca el proyecto museológico del Museo de Historia de Cataluña, que fue considerado un ejemplo paradigmático de museología didáctica.

Acerca de El Cuaderno

Desde El Cuaderno se atiende al más amplio abanico de propuestas culturales (literatura, géneros de no ficción, artes plásticas, fotografía, música, cine, teatro, cómic), combinado la cobertura del ámbito asturiano con la del universal, tanto hispánico como de otras culturas: un planteamiento ecléctico atento a la calidad y por encima de las tendencias estéticas.

1 comments on “Las estrategias de la guerra

  1. Estados Unidos siguió siendo, con diferencia, el país que más gastó en defensa. El gasto militar estadounidense alcanzó los 877.000 millones de dólares en 2022, lo que supuso el 39% del gasto militar mundial total y tres veces más que la cantidad gastada por China, el segundo país en la lista.

Deja un comentario

Descubre más desde El Cuaderno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo