Escuchar y no callar

Ginecentrismo

Un artículo de Miguel de la Guardia.

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Es curioso que, frente a la evolución de los derechos de las mujeres en nuestro país y el avance de las políticas de igualdad, la actitud de nuestros jóvenes sea cada vez más machista y, lejos de alimentarse una mentalidad feminista e igualitaria en los hombres, se haya producido una deriva que propicia la inseguridad en las relaciones con las mujeres, rayando la cobardía en muchas actuaciones, como la proliferación de los abusos a menores o las violaciones grupales. Habrá quien quiera justificar estos comportamientos por el acceso a la pornografía facilitado por las nuevas tecnologías, pero estoy convencido de que eso es, una vez más, un intento de buscar responsabilidades lejos de nuestras propias acciones como sociedad.

Una de las causas del deterioro de las relaciones entre hombres y mujeres habría que buscarla en la ceguera de los responsables de igualdad de las diferentes administraciones. La obsesión de Unidas Podemos en lo tocante a «empoderar» a las mujeres es la causa de que mensajes y actuaciones planteados desde los organismos públicos pongan el acento en cambiar la actitud de las mujeres en lugar de proponer cambios en el comportamiento de los hombres, y de ahí que ese ginecentrismo, lejos de acabar con los resquicios de machismo de nuestra sociedad, aliente intolerables comportamientos de autoafirmación de unos hombres jóvenes cada vez más débiles mentalmente y más inseguros.

Hay que admitir que nuestro país era fuertemente machista, con unas leyes que discriminaban a las mujeres y coartaban su libertad, y una tradición social según la cual a los varones se les suponía valor, conocimiento y competencia, mientras que las mujeres lo tenían muy difícil para expresar sus opiniones y les costaba desarrollar sus propios proyectos. El confinamiento de la mujer en el espacio de lo que llamaban hogar y su responsabilidad única en el cuidado de niños y ancianos les relegaban a un papel secundario en la acción pública y limitaban sus posibilidades de desarrollo vital y profesional, mientras que los varoncitos holgazaneaban y se pavoneaban en el espacio público. Afortunadamente, la incorporación de la mujer al mundo laboral y la coeducación hirieron de muerte al machismo, aumentando el protagonismo de las mujeres en la economía familiar, facilitando que se compartieran las tareas domésticas y destruyendo el mito de la superioridad de los hombres, que alimentaran tanto las autoridades franquistas como las madres. La educación en el mismo centro de niños y niñas de la misma edad incluso favorece una cierta inferioridad de los varones, pues recordemos que las mujeres maduran físicamente a una edad más temprana, y esto implica una mayor madurez a una misma edad que sus compañeros. En mi opinión, estaban sentadas las bases para una sociedad igualitaria sin necesidad de políticas de discriminación positiva ni de soflamas en contra de los hombres y tan solo era necesario evitar una masculinización del comportamiento de las mujeres y, al contrario, convencer a los hombres para avanzar en la igualdad, para asumir responsabilidades en el cuidado de la familia y potenciar la seguridad en sí mismos de hombres y mujeres; pero esto debería hacerse poniendo el acento en la igualdad y no en ningún sexo en particular. Lamentablemente, no parece que la capacidad intelectual de nuestros representantes públicos dé para una reflexión con matices y sentido autocrítico, lejos de corear unas pocas consignas.


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Miguel de la Guardia es catedrático de química analítica en la Universitat de València desde 1991. Ha publicado más de 700 trabajos en revistas y tiene un índice H de 77 según Google Scholar y libros sobre green analytical chemistry, calidad del aire, análisis de alimentos y smart materials. Ha dirigido 35 tesis doctorales y es editor jefe de Microchemical Journal, miembro del consejo editorial de varias revistas y fue condecorado como Chevallier dans l’Ordre des Palmes Académiques por el Consejo de Ministros de Francia y es Premio de la RSC (España). Entre 2008 y 2018 publicó más de 300 columnas de opinión en el diario Levante EMV.

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1 comments on “Ginecentrismo

  1. Excelente artículo. Y totalmente de acuerdo con usted: el gran debate actual debería< ser igualdad vs. desigualdad. Será que eso no interesa tocarlo?.

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