Aves

/ La jaula / Javier Sánchez Menéndez /

Un pájaro es un ángel para otro pájaro. Un ángel vertical, un ángel que no ha encontrado el lugar donde poder habitar entre las aves. Por ello permanece en su jaula, el único recinto que es justo y es salvación.

Los árboles comienzan a secarse por el calor. Sobre la última rama contaba trece aves, pero solo había doce, la misma diferencia que existe entre cuatro y tres. Caen las hojas al suelo, aparecen los nuevos brotes brevemente, se dejan ver, se dejan notar. Todo permanece sin alteraciones, todo tiende hacia el cielo.

Hay ángeles que intentan dar esperanza a los muertos, y eso es una provocación, es como escribir sin tiempo y sin espacio. Es como buscar una ruta que no existe en los mapas y adentrarse en ella para medir las fuerzas, para buscar la conjunción de las estrellas.

Hay ángeles satánicos y hay ángeles amados. Pero también hay ángeles satánicos amados. Son los hijos de la luz, los señores del cielo, los que abren sus ojos para servir a las criaturas, los que permanecen impasibles y pacientes en los juicios severos.

El arte de las aves. Su creación es un misterio de debe intentar desvelarse. Y el mínimo nivel de exigencia se convierte en agonía, y tras la agonía aparece la contradicción. Todas las aves de los universos, todas las aves que habitan en los límites de las regiones: aquí, allí o allá. Todas las aves son espíritu, y en ello radica su grandeza.

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Javier Sánchez Menéndez (Puerto Real, Cádiz, 1964) es poeta y ensayista, su último poemario publicado es El baile del diablo (Renacimiento, 2017). De su poesía se han publicado tres antologías en España y una en Colombia. Autor de varios ensayos, destacamos El libro de los indolentes (Plaza y Valdés, 2016). Ha publicado cuatro libros de aforismos: Artilugios (2017), La alegría de lo imperfecto (Trea, 2017), Concepto (2019) y Ética para mediocres (2020), y la obra Para una teoría del aforismo (Trea, 2020).