Final feliz
La semana pasada publiqué en Zenda un largo texto acerca de la poeta Ángela Figuera Aymerich, una autora a la que la posteridad ha desplazado a un injusto segundo plano, y me ocupaba de glosar en él su figura y su obra. El artículo llevaba por título un interrogante retórico, «¿Quién se acuerda de Ángela Figuera Aymerich?», que precisamente por ser tal no esperaba obtener respuesta. Afortunadamente, la obtuvo.