PVP es un grupo de punk y de rock con influencias de la new wave que tuvo gran presencia en la llamada movida madrileña. Fundado en 1980, a pesar de su nombre no se vendieron a los cantos de sirena de un mercado musical en el que parecía que podía valer todo lo que tuviera un ligero aire corrosivo. Nunca alcanzaron un gran éxito comercial, pero sí prestigio entre el público y la crítica especializada. Sirva como ejemplo la apuesta de Diego Manrique por el cuarteto en la revista Rock Espezial por aquellos tiempos. Después de un tiempo de rodaje haciendo conciertos, PVP graba en 1981 una primera maqueta en los estudios Zafiro con ayuda de Mariscal Romero y poco tiempo después grabaron la segunda, producida por Ramoncín. Se ganaron rápidamente una reputación como banda muy profesional, en contraste con la mayoría de grupos nacionales de la época. Tras la publicación de cuatro álbumes, el cuarteto se disolvió a finales de los ochenta.
Treinta años después, PVP vuelve a los escenarios con la misma honestidad y energía de entonces. Pablo Martínez Vaquero, colaborador musical en la nueva plataforma digital de El Cuaderno, ha sido nuestro corresponsal en el concierto que el grupo ha ofrecido en la sala Rock-Ola de Madrid. Esta es su crónica de una reaparición que ya suma cuatro directos. Las fotos incluidas son de Jorge Amodia.
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