«Atemperar la belleza» es el consejo que nos da Shitao en sus Palabras sobre la pintura, recomendándonos romper la línea perfecta, la maestría del gesto, para mostrar el hombre que hay detrás de la imagen, su alma. Y así lo manifiesta el poeta con los versos que cierran este volumen: «El sentido es la luz,/ y su comprensión el silencio./ Lanzad vuestros gestos/ al río del destino».
Ogni morte è diversa
Desatiendo dioses y santos
y permanezco tendido en la trinchera
de los últimos ángeles-maquis.
Desde este púlpito de barro
se abre en abanico la espalda del Mundo
y alcanza un horizonte trenzado en zarza y niebla.
Ni siquiera anochece. Distinguimos
la noche del día por la ominosa sombra
que cubre las sombras que nos arropan.
Mejor así. Podemos discutir, día y noche,
Como defender la lenta arquitectura de la vida.
La anatomía de la espera. Y resistir.
Porque toda muerte es distinta.
Porque todo lo que antecede
a este final idéntico, es distinto.
La permanencia del ángel,
del apolillado ángel de Rilke, sostendrá la memoria.
Asolo, a 31 de diciembre
Acaba este año. Ahora.
Ha sido un año macho y miserable.
Desde la ventana del estudio
veo el traje cruzado de la niebla
con su dobladillo de escarcha
atrancar la verja del jardín.
Este segundo de hielo es la frontera
que me separa de los hombres;
de la tibia indiferencia.
De su crueldad, de su ignorancia.
Sé que tarde o temprano
la piedad adecentará el camino
y me acercará a ellos, pero ahora,
descanso en esta lenta belleza congelada.
Alcanzarte
No conocí el deseo. Lo inventé por ti.
Porque entre el amor real y la invención del amor
no hay verdad. Hay relato.
Tus ocasionales visitas al laberinto de mi conciencia
te revelaron senderos bloqueados por playas vacías,
tránsitos cegados, bitácoras ilegibles, imágenes del mundo;
mortero de palabras que hallaron reposo en el poema.
Y en el corazón del laberinto,
en esa glorieta sofocada aún por belleza sin desbrozar,
mi pequeña verdad frente al infinito vacío de tus ojos.
Alba
Llega la soledad envalentonada
al ver mi piel manchada
por la caligrafía del tiempo,
y el intransitable camino de ronda
de la periferia de mi vida.
Se equivoca. Agradezco
este magnífico insomnio,
galería de hielos esmerilados
donde puedo inventariar
recuerdos, belleza y sombras.
Debo, sin embargo, conceder
tiempo al tiempo cancelado
y, con tranquila urgencia,
cumplir mi sueño;
poseer un rasguño de tierra
con un árbol centenario
y ganar, así, la eternidad.
Belleza atemperada
Juan Massana
Gijón: Trea, 2017
80 páginas
12.00 €
Juan Massana es autor de la trilogía Los cuadernos de Amboise (Rey de los billares [1990], Catedrales del agua [2003] y Huésped de tu voz [2005]) y Ahí afuera, en tus ojos (2010), además de los relatos infantiles El arco iris en mi bolsillo (1988) y Los munis (1989). Poseedor de una larga trayectoria como artista plástico, la Biblioteca Nacional de España le dedicó la exposición monográfica Massana, poesía y pintura: guardianes de la memoria (2004).
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