Arte

Faustino Ruiz de la Peña frente al pánico

La nueva entrega del pintor asturiano, con sus caballos, alas, casas y paisajes, muestra su capacidad para situar al espectador ante escenarios desolados y ofrecer la razón y la poesía como respuesta a las incógnitas y los temores sembrados.

/ por Pablo Riesco /

La pintura de Faustino Ruiz de la Peña (Oviedo-Uviéu, 1969) discurre, a primera vista, por dos caminos distintos, pero que, al mismo tiempo, convergen en la expresión de un lenguaje plástico que refleja las preocupaciones íntimas del artista. En sus obras se representan escenas estáticas, que trasladan un silencio tenso e inquietante, como aquel que se cierne sobre el paisaje antes del estallido de una tormenta. La galería ovetense Arancha Osoro muestra los últimos trabajos del artista ovetense, representate de la tradición pictórica asturiana más feraz.

Faustino Ruiz de la Peña

Es inevitable ver los cuadros de Faustino y recordar los comentarios vertidos por Immanuel Kant ante el concepto de lo sublime. En su Crítica del juicio, el filósofo alemán habla de cómo las cualidades de un objeto (por ejemplo, la inmensidad de una montaña o un glaciar como los que representa nuestro artista) sobrepasan en ocasiones la capacidad de nuestros sentidos para poder aprehenderlos; suscitan en nosotros la idea de la propia naturaleza en sí misma, inabarcable para nuestra intuición sensible. De este modo, la percepción de algunos paisajes pone en tensión a nuestras facultades, produciéndonos un terror y angustia al situarnos ante una fuente de peligro. Sin embargo, es gracias a la razón que podemos dominar ese miedo, pues esta nos proporciona la idea de lo sublime. 

De este modo, se deduce que la belleza de una montaña, un glaciar, o un bosque, como los que se representan en los cuadros de Ruiz de la Peña no reside en el fenómeno natural en sí mismo, sino en la capacidad del pintor para imaginar un escenario donde las fuerzas imparables de la naturaleza están al acecho y en el cual, gracias a la razón, el artista logra sobreponerse a ese inicial pánico, domando el paisaje por medio de la pintura, capturándolo en el lienzo, haciéndolo inofensivo y, desde la distancia, bello.

Ahora bien, si algo físico y empírico, como un paisaje, pone en tensión nuestras facultades sensibles, ¿cómo reaccionaremos ante escenas con una narratividad destinada a enfatizar la idea del paso del tiempo? Esta es, precisamente, la otra de las líneas que trabaja Faustino en su serie de lienzos titulada Señardá, sustantivo en asturiano hermano de la saudade galaicoportuguesa que aúna melancolía y nostalagia. En ellas el artista representa una serie de casas. Ya no estamos hablando de paisajes naturales, por tanto, sino antropológicos, pero en ellos se respira también una atmósfera de inquietud, incluso mayor que en las otras obras.

La técnica casi fotográfica en la manera de aplicar la pintura por parte del pintor ovetense no deja ninguna duda acerca de sus intenciones. Mediante pinceladas sutiles y precisas se registran todas las marcas del paso del tiempo en esas construcciones: las ventanas rotas, tejas caídas, la pintura desconchada de las fachadas o la madera raída. Incluso en algunas obras la naturaleza vuelve a hacer acto de presencia como una fuerza imparable, mostrando cómo la vegetación se expande por estos paisajes olvidados por el hombre. Al igual que en una fotografía, en las obras de Faustino Ruiz de la Peña vemos inmortalizado y detenido el flujo del tiempo en el que una vez existió el suceso representado y que nos obligan a preguntarnos quién residía en esas casas, dónde habrán ido y por qué ya no residen en allí.

Así, sin quererlo, y empleando la razón de nuevo al estilo kantiano, volvemos a sobreponernos al temor que nos pudieran dar esos paisajes abandonados gracias al pensamiento del filósofo prusiano, pues en la capacidad de extrañarnos y cuestionarnos sobre la historia que nos transmiten esas escenas se manifiesta el libre juego entre la imaginación, que nos permite situarnos ante ese hipotético escenario desocupado y desolado, y el entendimiento, que nos insta a desarrollar un hilo narrativo con el cual tratar de dar respuesta a esas preguntas. Gracias a la razón kantiana logramos dotar de un contenido a ese paso del tiempo, es decir, a la historia que nos transmiten esos paisajes.

La obra de Ruiz de la Peña se convierte en un medio por el cual tanto el artista produciendo la obra como luego el espectador contemplándola logran sobreponerse a ese temor que sentimos cuando nuestras facultades son expuestas ante estímulos inabarcables o inimaginables, como las colosales dimensiones de un glaciar debajo del agua, o de lo insignificante que es el ser humano comparado con el paso del tiempo. Gracias a sus pinturas, el arte se vuelve a mostrar como aquella herramienta capaz de expresar el dominio del ser humano en la naturaleza, sí, pero también en sí mismo.


Yield
Señardá XII
Señardá VII
Señardá X
Señardá IX
Gentleman
Cerro Torre
Capítulo 3
Capítulo 2
Caldera de lobos

Pablo Riesco Navajo (León, 1997), licenciado en historia e historia del arte por la Universidad de León, enfoca sus estudios hacia el campo de la estética y la filosofía artística aplicadas a la creación artística contemporánea. En la actualidad se encuentra en Asturias, con el fin de completar su formación académica en la Universidad de Oviedo (Máster Universitario en Estudios Avanzados en Historia del Arte: Investigación y Gestión) y dedicar su bagaje investigador y profesional al ámbito del arte contemporáneo a través de la producción teórica y crítica.

Acerca de El Cuaderno

Desde El Cuaderno se atiende al más amplio abanico de propuestas culturales (literatura, géneros de no ficción, artes plásticas, fotografía, música, cine, teatro, cómic), combinado la cobertura del ámbito asturiano con la del universal, tanto hispánico como de otras culturas: un planteamiento ecléctico atento a la calidad y por encima de las tendencias estéticas.

0 comments on “Faustino Ruiz de la Peña frente al pánico

Deja un comentario

Descubre más desde El Cuaderno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo