Crónicas ausetanas

Los cristianos de Oriente

Xavier Tornafoch escribe sobre la situación de la cristiandad oriental a partir de la lectura de 'Desde el monte santo', un libro de hace unos años del historiador escocés William Darlymple.

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Imagen de portada: un monje copto del monasterio de San Bishoi (Egipto), fotografiado por Mark Fisher

A menudo, a los occidentales se nos olvida que el origen de las grandes religiones monoteístas (judaísmo, islam y cristianismo) no está en las frías tierras de Europa, sino en el cálido Oriente. La historia del desarrollo de esas religiones es la historia de Oriente Medio, y va mucho más allá del conflicto entre árabes e israelíes. Es la historia de otras ciudades más allá de Jerusalén y La Meca. Estas religiones avanzaron a través de Alejandría, Beirut, El Cairo o Damasco y se transmitieron en hebreo y árabe, pero también en griego, arameo o latín. Se impusieron por la palabra; también por la espada.

Una cierta historiografía ha explicado los encuentros, y desencuentros, religiosos de esa región en términos únicamente de enfrentamiento entre dos poderosos polos: el cristiano de los cruzados, y el islámico de Saladino. Al final, con la caída de Jerusalén en manos musulmanas, en Occidente se impuso la idea de un Oriente Medio islámico, donde se injertó después de la segunda guerra mundial un Estado judío que pretendía revivir, a costa de la expulsión de los palestinos, la vieja idea del Gran Israel, un sueño que ha transformado la política regional en una pesadilla que ha enturbiado las relaciones entre los países de la zona y, por supuesto, las de estos con el Estado judío creado en 1948.

De pronto, el cristianismo desapareció de la zona del planeta donde había surgido y se había desarrollado. Episodios como la guerra del Líbano, que nos recordó que allí existía una Iglesia católica maronita que expresaba su liturgia en lengua árabe, o las masacres de cristianos en Irak a manos de islamistas radicales, volvieron a aflorar la realidad de un cristianismo oriental. A raíz de esos sucesos, aparecieron algunos libros que pretendían divulgar en Occidente la situación de esas minorías asediadas. Algunas de estas obras eran rigurosas; otras solamente propaganda.

Unos cuantos años antes de que los cristianos orientales volvieran a interesar a las sociedades occidentales, concretamente en 1997, apareció el libro que bajo mi punto de vista explica mejor la cuestión del cristianismo en Oriente Medio. Curiosamente, no se trata de un tratado de sociología, ni tampoco de política: es un libro de viajes que editó en España Altaïr, una pequeña editorial de Barcelona. El historiador escocés William Darlymple, formado en Cambridge, cuenta en Desde el monte santo el viaje que realizó en el año 587 desde el Monte Athos en Grecia hasta el oasis de Kharga en Egipto el monje bizantino Juan Mosco y su acompañante Sofronio. En su periplo, los dos monjes atravesaran Turquía, Síria Líbano e Israel. Esta aventura servirá a Mosco para escribir Leimon, que será traducido al latín como Pratum spirituale y al castellano como Prado espiritual. En cualquier caso, la versión que utilizó Dalrymple para recrear el viaje de Mosco fue la francesa de Fronton du Duc.

El historiador escocés visitó con su mochila y su cuaderno de notas los mismos lugares por los que unos cuantos siglos antes había pasado Mosco, aprovechando para describir la situación de las comunidades cristianas con las que tomó contacto. En general, se encontró a comunidades en retroceso, asediadas por un entorno hostil, no solo musulmán. Justamente, uno de los tópicos que desmonta Dalrymple es el de la supuesta benevolencia del Estado de Israel con los cristianos, cuando explica la destrucción de una gran cantidad de templos y monasterios ubicados en territorio israelí. En todos estos países, los cristianos con los que habla el autor escocés expresan su desazón por el abandono que sienten desde Occidente, por el desconocimiento de sus realidades, incluso por los prejuicios que adivinan hacia unas liturgias que se expresan en árabe.

Especial atención merecen en la obra de Dalrymple los monasterios aislados que visita, muchos de ellos en el desierto líbico, aunque dentro de Egipto. Algunos de ellos aún conservan sus comunidades y presentan una arquitectura interesante, pero están fuera de cualquier ruta turística, aunque son bien visibles en las excursiones que se organizan en lugares muy populares, como el lago Nasser, en el Alto Egipto. Desde las falucas que pasean a los turistas se divisa, medio escondido entre las montañas arenosas, uno de esos monasterios: el de San Simeón, que en su día tuvo una gran importancia para el cristianismo oriental. Quizás pese en su anonimato el hecho de estar situados muy cerca del mausoleo del Aga Khan, de importancia mucho menor en la historia de la región, pero muy conocido en Occidente porque en su día fue carne de prensa del corazón.

Finalmente, la visión que obtenemos a través de la obra del escritor escocés es la de un cristianismo muy espiritual, muy ortodoxo y abocado a la sencillez y a la reflexión; bastante diferente del cristianismo occidental, mucho más pomposo y dogmático. Seguramente, el hecho de ser una religión minoritaria en estados confesionales, musulmanes o judíos, ha marcado a estas comunidades y a la manera de vivir su fe cristiana, la quintaesencia de la cual está en los monasterios, donde los monjes viven de forma extremadamente frugal, en entornos físicos muy duros, el desierto, y entornos sociales también hostiles: valga como ejemplo el de los coptos egipcios, un diez por ciento de la población, a los que no les es permitido alzar una iglesia nueva si no es con la autorización expresa del presidente del país.


Xavier Tornafoch i Yuste (Gironella [Cataluña], 1965) es historiador y profesor de la Universidad de Vic. Se doctoró en la Universidad Autónoma de Barcelona en 2003 con una tesis dirigida por el doctor Jordi Figuerola: Política, eleccions i caciquisme a Vic (1900-1931). Es autor de diversos trabajos sobre historia política e historia de la educación y biografías, así como de diversos artículos publicados en revistas de ámbito internacional, nacional y local, como History of Education and Children’s Literature, Revista de Historia Actual, Historia Actual On Line, L’Avenç, Ausa, Dovella, L’Erol o El Vilatà. También ha publicado novelas y libros de cuentos.

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