Mirar al retrovisor

El emperador y el escorpión

Joan Santacana escribe sobre las guardias pretorianas de los emperadores y los problemas que estos acaban teniendo con aquellas.

/ Mirar al retrovisor / Joan Santacana /

Fue Roma quien inventó el concepto de guardia pretoriana. Se atribuye a Escipión Emiliano, cuando, en 146 a. C., inició el asedio de Numancia. En realidad, muchos generales romanos seleccionaban una fuerza privada como escolta personal, formada por amigotes a los que consideraban fieles servidores, y que rodeaban al pretorio. Transcurrido el tiempo de la República Romana, Augusto creó unas cohortes para esta función al mando de los prefectos del pretorio, unos militares curtidos en la lucha, muy experimentados. Los emperadores subsiguientes incrementaron su número, pero se vieron obligados a fidelizarlos, pagándoles sumas que podían ser de más de cuatro veces el salario de la tropa legionaria.

Los pretorianos se convirtieron en tropas de élite. Su emblema era el escorpión, e intervenían como punta de lanza en algunas batallas, pero eran, también, tropas sobornables, que bajo el gobierno de Marco Aurelio se habían convertido ya en unos mercenarios crueles, sanguinarios, especialmente violentos. Algunos emperadores, como Calígula, Nerón, Galba, Vitelio, Domiciano, Cómodo, Pertinax, Caracalla, Heliogábalo, Balbino, Pupieno, Gordiano III, Aureliano o Probo, fueron asesinados o murieron a manos de su propia guardia pretoriana.

Muchos dictadores y autócratas se han rodeado de sus propios pretorianos. Napoleón creó la Guardia Imperial. Hitler tenía la Leibstandarte SS Adolf Hitler; Mussolini, con los camisas negras, dio un paso más, ya que entre ellos se reclutaba a delincuentes que empleaban la violencia, la intimidación y el asesinato. Para terminar esta reducida lista, podemos añadir al Generalísimo Franco y su famosa guardia mora, formada por combatientes de origen marroquí, generalmente a caballo, seleccionados de entre los componentes del Ejército de África, y acuartelados cerca del Palacio de El Pardo. En honor a su astucia, hay que decir que en 1956, cuando ya se veía próxima la guerra no declarada de Ifni entre Marruecos y España (1957-1958), el astuto dictador licenció a esta guardia mora y la sustituyó por bizarros coraceros nacionales.

Vladímir Putin, un emperador o zar moderno, también posee su propia milicia, aun cuando no la emplea como guardia personal, sino para otros negocios. Para su protección personal dispone de un ejército particular, compuesto por francotiradores, catadores de comida o escudos contra ciberataques. No utiliza smartphone y ni siquiera Google, que considera una empresa de la CIA. Pero lo más novedoso de su sistema era el uso del Grupo Wagner, concebido como una especie de ejército privado formado por mercenarios, contratados durante diez años, fuertemente armados por el propio ejército ruso, fieles a su jefe (mientras pague) y dispuestos a todo.

Puede colegirse de la historia antigua que, cuando se utiliza a pretorianos como soporte o punta de lanza de un ejército, es posible que el emperador acabe siendo controlado por ellos. Claudio, Otón, Alejandro Severo o Gordiano III fueron proclamados emperadores por la soldadesca pretoriana y gobernaron con las manos atadas. El único emperador que no tuvo problemas con los pretorianos fue Constantino I, que disolvió estas cohortes para siempre y, por lo tanto, murió en la cama, en el palacio imperial, de una larga enfermedad, despues de haber gobernado el Imperio durante treinta y un años.

Putin empezó a mandar en 1999, cuando se aupó al puesto de primer ministro en funciones. Por lo tanto, lleva veinticuatro años viviendo en el palacio imperial del Kremlin, pero sería bueno para él que recordara que el emblema de todo pretoriano es el escorpión. De momento, el emperador Constantino todavía le lleva ventaja. No sabemos si este zar morirá en la cama. Lo que parece cierto es que hoy, en su imperio, los pretorianos son más populares, y su inseguridad parece crecer. ¿Se atreverá a matar al escorpión, o el escorpión lo eliminará a él? Veremos cómo sigue la historia, pero quizás yo apueste por la segunda opción.


Joan Santacana Mestre (Calafell, 1948) es arqueólogo, especialista en museografía y patrimonio y una referencia fundamental en el campo de la museografía didáctica e interactiva. Fue miembro fundador del grupo Historia 13-16 de investigación sobre didáctica de la historia, y su obra científica y divulgativa comprende más de seiscientas publicaciones. Entre sus trabajos como arqueólogo destacan los llevados a cabo en el yacimiento fenicio de Aldovesta y la ciudadela ibérica y el castillo de la Santa Cruz de Calafell. En el campo de la museología, es responsable de numerosos proyectos de intervención a museos, centros de interpretación, conjuntos patrimoniales y yacimientos arqueológicos. Entre ellos destaca el proyecto museológico del Museo de Historia de Cataluña, que fue considerado un ejemplo paradigmático de museología didáctica.

2 comments on “El emperador y el escorpión

  1. Excelente artículo. Mi único inconveniente es la ausencia de referencias a Academi (antigua Blackwater) en USA, Garda, STTEP y otras organizaciones de mercenarios bajo control? de gobiernos democráticos.
    Me temo que la política es un mundo afín a los alacranes y espero que estemos a salvo de sus aguijones

  2. Isidoro Gonzalez

    Yo creo que Putin matará al escorpión. Siempre que no pueda mantenerlo a su servicio… que es lo que ocurrirá

Deja un comentario

Descubre más desde El Cuaderno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo