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Será feminista o no será

Extracto de 'Sincericidio', de Pam Espigares (Suburbia Ediciones): un manifiesto feminista.

Suburbia publica Sincericidio, de Pam Espigares (Barcelona, 1980) segundo número de la colección narrativa «Cenizas a las cenizas» de la editorial asturiana. Se trata de un ensayo elaborado visceralmente, en primera persona, con toda la honestidad y el atrevimiento propios de un ejercicio literario tan arriesgado como la autobiografía. La autora se sirve de material personal: diarios desde su infancia, fotografías, grabaciones de voz del magnetófono familiar, entrevistas y música, para crear una obra honesta y sin contemplaciones en la que disecciona sus pasiones: el amor, lo profesional, la muerte, lo sexual, la maternidad, el feminismo y todas esas pulsiones que hablan de la mujer moderna, con estudios superiores, urbanita, rebosante de inquietudes, en constante conflicto consigo misma y con su entorno. Y se enmarca en su estimado barrio barcelonés de Horta. Como dice Patricia Sornosa en su prólogo,

Sincericidio es la existencia misma expresándose a través de una mujer concreta. Una suerte de biografía emocional con su peculiar banda sonora y su olor a barrio, playa y hospital. En él la autora repasa los momentos que más le marcaron: su infancia, la enfermedad de su padre, sus relaciones, sus trabajos, la vida familiar, la maternidad, el amor, el desconcierto… Y es fácil sentirse identificada con esa realidad que no es solo la de Pam, sino que compartimos muchas mujeres de generaciones cercanas.

El Cuaderno publica en exclusiva el último capítulo del libro: una declaración de principios feminista.

Sincericidio
Gijón: Suburbia Ediciones
272 páginas
18€


Será feminista o no será

/Por Pam Espigares/

Nos han mandado callar. Nos han pagado menos. Nos han hecho creer que una película como Pretty woman, sobre una puta rescatada por un putero, es algo romántico y deseable. Prefieren utilizar a actrices jóvenes maquilladas para hacer de señoras mayores que contratar a actrices maduras.

Siempre están listos para subírsete encima, de un modo figurado, pero también literalmente, porque de todas han abusado. El sistema que impera lo ha hecho más o menos sutilmente, dependiendo del momento, pero siempre con eficacia. Antes quemaban a mujeres extraordinarias, ahora controlan todo lo que te rodea por el mero hecho de saberte mujer: Lo que cobras, lo que puedes o no hacer con tu cuerpo, lo que debes pesar, lo que debes leer, lo que debe o no gustarte. ¡Hasta tu jodida higiene! ¡Con algunos métodos pueden hasta anular tu regla!

Son muchas mujeres las que mueren cada año, las que son violadas, las que son agredidas de uno u otro modo. Todas somos víctimas que estamos aprendiendo poco a poco a dejar de serlo. Pero es difícil, es cierto. ¡El sistema está tan dentro de nosotras que se nos escapan cosas! Somos mujeres en transición si aún no hemos tenido un hijo, o perdidas para siempre si somos viejas y solteras. Nos venden medias naranjas porque nos quieren hacer sentir incompletas si no tenemos pareja. Incluso alquilan nuestros vientres para fabricar seres humanos a la carta y nos practican histerectomías (llamadas horripilantemente vaciados) con la misma ligereza con la que nos extraen un molar. Nos empujan a la vida de puertas para adentro y no valoran con equidad nuestros éxitos profesionales.

Es un puto infierno. Y se me tensan infinitamente las cervicales cada vez que me dejo un dineral en tampones, cada vez que me mandan un chiste machista, cada vez que hablan en masculino para dirigirse a una mayoría de mujeres, o cada vez que ojeo el catálogo de juguetes de mi hijo y me encuentro secciones separadas en rosa y en azul.

Un dato que va a alegrarte: no existe una sola mujer que no sea feminista. Es sólo que el mundo está plagado de mujeres que no saben que lo son, porque el Patriarcado ha hecho muy bien su trabajo. Ahora nos toca a nosotras.

Cariño, cada día somos más las que nos ponemos las gafas moradas. Es el día del golpe en la cabeza. Caemos por fin en la cuenta de que nos han estado tomando el pelo durante toda nuestra vida. ¿Quiénes nos han engañado? Todos y todas. Incluso nuestra familia. De hecho, lo más habitual es que hayan sido nuestra propia madre y nuestra propia hermana las que hayan hecho el trabajo más sucio a la hora de adoctrinarnos para perpetuar este sistema machista de mierda.

Pero de la infame mentira nace la verdad. Ni somos perfectas ni pretendemos serlo y vamos a desafiarlo todo… Debemos cambiar el lugar que ocupamos en el mundo. Debemos denunciar cada injusticia, desde poner en su lugar al colega que manda whatsapps misóginos hasta machacar a aquél que nos obligue a asumir en exclusividad la planificación familiar con métodos anticonceptivos que nos hacen daño. Y debemos rodearnos de hombres aliados en nuestra causa.

Me he dado cuenta de que tras el golpe en la cabeza, el primer paso fundamental para cambiar el sistema es querernos más entre nosotras, y destruir el abominable mito de las mujeres loba para las otras mujeres. Alzaremos al viento la bandera de la sororidad más absoluta.

El segundo paso será educar a nuestros hijos e hijas en el feminismo.

Y usemos el humor como vía. Porque si no reímos, el camino será más empinado. Canalicemos toda esa rabia, todos esos dolores de espalda por culpa de tacones inhumanos, toda la ira que hay detrás de la depilación brasileña, el grito desesperado por falta de aire detrás de un corpiño… para convertir tanta mierda en algo absolutamente bello como… un coño.

Acerca de El Cuaderno

Desde El Cuaderno se atiende al más amplio abanico de propuestas culturales (literatura, géneros de no ficción, artes plásticas, fotografía, música, cine, teatro, cómic), combinado la cobertura del ámbito asturiano con la del universal, tanto hispánico como de otras culturas: un planteamiento ecléctico atento a la calidad y por encima de las tendencias estéticas.

1 comment on “Será feminista o no será

  1. Pingback: Entrevista a Patricia Sornosa – El Cuaderno

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