/ Mitos y flautas / Sergio Fernández Salvador /
Los primeros trabajos de The Cinematic Orchestra recuerdan a la serie Blue break beats de Blue Note; también a Lalo Schifrin o al último y libérrimo Miles Davis, pero con un sonido 2.0 que da cabida a lo electrónico y remite a St.Germain o Jazzanova, adalides del nu jazz. En ese registro se mueven Motion (1999) o Every day (2002), a los que diferencia la presencia, en el segundo, de las voces de Fontella Bass o el rapero Roots Manuva. Son temas llenos de recovecos y cambios sorpresivos, pero llenos de elegancia. Eso sí, no aptos para odiantes del jazz.
La acogida del primero de estos trabajos fue tan buena que los organizadores de la Capitalidad Europea de la Cultura de Oporto encargaron a The Cinematic Orchestra componer una banda sonora para esa joya del cine mudo experimental que es El hombre de la cámara, del ruso Dziga Vértov. La música se interpretó en directo durante la proyección de la cinta. Algunos de sus temas, como All things to all men o Evolution, serían reutilizados en Every day, antes de grabar el score en 2003.
Tras publicar una muy personal versión del Exit music de Radiohead, The Cinematic Orchestra graba, ya en 2007, Ma fleur, en el que a la voz de Fontella Bass se unen las de Patrick Watson y Lou Rhodes, tan frágiles ambas. Aquí empieza a ser la de TCO una música más despojada y ambiental, con delicados arreglos de cuerdas o vientos (como en To build a home), pianos, algún coro o una guitarra acústica, todo ello sotto voce, dando también voz al silencio. Precioso disco, Ma fleur, como muestra el botón de Time and space.
A Ma fleur sigue otra banda sonora para el documental de Disneynature The Crimson Wing: mistery of the flamingos (2008). Si bien una banda sonora difícilmente puede ser lo más representativo de un grupo o solista, estando como está al servicio de la imagen, ésta es marca de la casa por la capacidad para levantar paisajes sonoros y la finura de los arreglos (véanse Hatching o Crimson skies).
Sigue la buena estrella de la banda. Les encargan el recopilatorio Late night tales de 2010 y abren In motion#1, primera entrega de una serie de ediciones dedicadas a la música de inspiración cinematográfica. Tras un parón de siete años, en 2019 llega To believe, con siete canciones, largas como de costumbre, que alternan lo estático y lo cinemático, con nuevas colaboraciones vocales, entre las que destaca la de Tawiah en la preciosa Wait for now/Leave the world. Un año después sale el álbum doble To believe. Remixes. El del tema citado, a cargo de Mary Lattimore, debería escucharlo todo el mundo al menos una vez antes de acostarse. Recomendado queda.

Sergio Fernández Salvador (León, 1975) es autor de los libros de poesía Quietud (2011)y Lo breve eterno (2013), editados por La Isla de Siltolá, así como de la miscelánea Mitos y flautas (2013) selección de su blog homónimo. Ha sido incluido en la antología Neorrurales: antología de poetas de campo. Desde 1996 reside en Valladolid, de cuyo conservatorio de música es profesor.
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