/ por Rodolfo Elías /
Quimera #1
En la fría aspereza de una mañana lluviosa,
íntima y cálida a su vez.
Siento tu presencia
como olor de pan recién horneado.
Tu recuerdo sólido cohabita con mis pensamientos.
La bruma te trae a mí en un instante,
etérea y tangible a la vez.
Pienso en una canción,
como silbido de viento en el asfalto;
Sometimes in Winter ilustra mi sentimiento.
Si regresas a mí no sé qué haré;
temo ser como el Cónsul, en su rencilla con Yvonne.
Quizá te ame hasta el punto de aborrecimiento.
Quizá huya de ti, como un cobarde.
Quizá nunca hayas existido, y hoy te invento
sólo para morirme de nostalgia…
A Claudia
Lugar obscuro
Noche obscura, dura, impura.
Tiendes tu manto
sobre la playa donde soy náufrago.
Náufrago de todo en la vida.
No más música a mis oídos,
no más amaneceres a mis ojos,
no más miel a mi paladar;
no más sosiego a mi alma.
I’m in a dark place.
A esta isla llegué,
solo con mi alma.
Quizá algún día se nos una mi espíritu…
Musique
Llega a mí a través del aire;
escucho la música,
siento la música,
pienso la música,
sueño la música.
Huelo la música; del flaco Agustín a Marley.
Encuentro en Sensemayá (no sinsemilla), de Revueltas,
la fragancia de mil cosas.
Universo de sonidos, olores e imágenes.
Sensaciones sensacionales.
Estímulo extra sensorial
de alto vuelo.
A Steely Dan (la banda, no el artefacto) le debo
que hayan hecho un beatnik de mí.
En busca de Kerouac, Ginsberg y Burroughs
en la frontera (el lugar, no la división).
Prosodia al ritmo de Lionel Hampton, Miles y bump the bop.
Juarez City Blues in full swing.
Llega a mí a través del viento:
el follaje de un árbol,
el silbido del viento en el asfalto,
wind beats against my window pane.
Y en el fragor urbano,
los ruidos organizados de Zappa y Varese.
De la misma forma que John Cage amó los sonidos de la urbe;
New York, New York.
Fuga en Do Mayor,
anuncia mi amigo Charly, disponiéndose a salir.
Yo pienso en Bach.
Fuga en Re Menor o Mambo Número 8;
según el estado de ánimo.
The girls don’t seem to care tonight
As long as the mood is right
Ondas hertzianas me traen el universo:
Amplitud Modulada,
antes del meridiano.
FM, no static at all.
¿Importa la frecuencia?
AM o FM, lo que sea.
Just keep it going, on and on;
I’d really love to turn you on…
Veme en el rio
Oh, ciudad del ocaso.
Vuelvo a ti después del exilio.
Pantalla de luz crepuscular;
atardecer único.
Vuelvo, luego existo.
He vivido la odisea de Ulises,
sólo para volver a…
el lugar de donde me fui sin irme.
Lugar sitiado por cíclopes;
cíclopes y cancerberos.
Cíclopes, cancerberos, sicarios
y criaturas malignas de la noche.
La furia opresora del maligno
y la ambición rapaz del hombre,
te llenaron de escombros y herrumbre.
Por tus calles corre sangre;
sangre de vírgenes y de justos.
Quiero pensar que me esperaste
y en tu espera has sido violentada.
En mi ausencia te has marchitado
como la Penélope de Serrat.
Oh, ciudad, amada mía.
Vive hoy para mí;
dime que mi regreso no es en vano.
He hecho cita hoy contigo,
para vivir juntos un día más.
¿Vivir o no vivir?
Esa es la cuestión.
Veme a la orilla del rio…
(Lamento por Ciudad Juárez)
Sueña
Traigo melodía vieja en el corazón,
desde tiempos que alguna vez fueron.
Recuerdos vivos pueblan mi vida;
amar es recordar con sosiego.
There are places I’ll remember
All my life, tho’ some have changed.
Lugares con gente que fue y hoy no es,
a los que vuelvo, como tú, con recuerdo vivo.
Juntos estuvimos en esos lugares,
con gente que un día no estuvo ya para ti.
Pero tú amaste siempre, y hubo sosiego en tu corazón.
Por eso hoy no lloraré; mas cantaré.
Canto la melodía que escuchamos juntos,
esa que nos salvó de la banalidad.
Escucharé yo solo mi canción,
con la ventura de pensar en ti con verdadero amor.
Sueña, hermano, sueña;
recordando que un día estuviste enamorado.
Que el recuerdo inunde tu memoria,
ahora que terminas tu viaje y empiezas otro.
Empiezas a vivir la verdad,
y para eso tienes que dormir primero.
Te saludo, desde otro plano de vida;
so long, my beloved brother…
Tiempo otra vez
Este es el tiempo;
no es muy temprano.
Porque la vida sucede en cualquier momento.
Déjalo fluir libremente;
no lo apresures,
no lo obligues.
Déjalo ser,
déjalo seguir su curso.
Sucederá o no;
pero no sucederá sin ti.
Si te sucede,
tú lo eres.
El tiempo no existe;
el tiempo eres tú y pasas…
Ciudad del ocaso
En tus calles terregosas
He saboreado el polvo del que estamos hechos
En tus sinuosas lomas
Una habitación furtiva, y el sol fue mi techo
¿Eres tú la ciudad que dicen?
Tus antros de mala muerte
Hurtaron mi inocencia de mil formas
Y en el rostro de tu gente
He leído los misterios de las normas
¡Oh, ciudad! ¿Quién te maldice?
Fuiste tú un pueblo maldito en la frontera
O tal vez el paraíso que no fue
Dónde hubo la bonanza certera
Que alguna vez nos prodigó la fe
Eres sol, eres viento, eres polvo, eres lluvia… y retama
Tu sol tuesta la piel
De los más agraciados de color
Tu tiempo es prueba fiel
Que para todos se inventó el dolor
¡Oh, ciudad! ¿Quién te padece?
Por tus atardeceres únicos
Supe de la bienaventuranza
En tus inviernos impúdicos
Conocí la nieve, que no cansa
¿Serás tú mi última morada?
Fuiste tú un pueblo maldito en la frontera
O tal vez el paraíso que no fue
Dónde hubo la bonanza certera
Que alguna vez nos prodigó la fe
Eres sol, eres viento, eres polvo, eres lluvia… y retama
(Canto sentimental a Ciudad Juárez)
[EN PORTADA: Representación pictórica de una vista aérea de Ciudad Juárez]

Rodolfo Elías, escritor en ciernes nacido en Ciudad Juárez y criado en ambos lados de la frontera, colaboraba con la revista bilingüe digital, hoy extinta, El Diablito, del área de Seattle. Sus textos han sido publicados en la revista SLAM (una de las revistas literarias universitarias más prominentes de Estados Unidos), La Linterna Mágica y Ombligo. En la actualidad trabaja en dos novelas, una en inglés y otra en español.
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