/ por Javier Cubero de Vicente /
El próximo sábado 17 de abril, a las 17 horas, en la parroquia de Santa María de Trubia (concejo de Uviéu/Oviedo), diversos ciudadanos asturianos participaremos en un funeral en recuerdo de María Teresa de Borbón-Parma. Hace un año ya, el jueves 26 de marzo de 2020, que falleció en París, víctima de la pandemia del COVID-19, a los ochenta y seis años de edad.
María Teresa de Borbón-Parma fue una mujer de gran significación histórica, no solamente por su aportación militante e intelectual al carlismo, sino también por el destacado papel que jugó en la oposición antifranquista. Hija de don Javier de Borbón-Parma y de doña Magdalena de Bourbon-Busset, nació el 28 de julio de 1933 en París. Siendo una niña todavía vivió junto con su familia el drama de la segunda guerra mundial, la ocupación de Francia por los nazis, y la detención de su padre por la Gestapo. Un episodio terrible, pues su padre, activamente comprometido con la Resistencia antifascista, sería internado en el infierno de los campos de exterminio, primero en Natzweiler, y más tarde en Dachau.
Al igual que sus hermanos Carlos Hugo, María Cecilia y María de las Nieves, fue militante activa del Partido Carlista durante el tardofranquismo y la transición. En 1957 acudió por primera vez a Montejurra, para acompañar y apoyar a Carlos Hugo en su primer discurso político ante la militancia carlista. Posteriormente, al igual que María Cecilia y María de las Nieves, recorrió el territorio español para contactar y revitalizar los diferentes núcleos territoriales del Partido Carlista. De manera entretejida con esta labor de reorganización política, las juventudes carlistas de la AET y del MOT impulsaban un proceso de renovación ideológica con el cual los hijos de don Javier también se comprometieron. Así, María Teresa en 1968, con motivo de un viaje por Andalucía, declaraba al diario Odiel, de Huelva, que el contenido ideológico del carlismo «responde a su orientación socialista». Ante el rejuvenecimiento del carlismo, la reacción represiva del régimen franquista no solamente afectaría a los militantes de base, sino que se extendería también a María Teresa y su familia, que serían obligados a volver al exilio a finales de ese mismo año de 1968.
En 1972 María Teresa asumió la dirección de las relaciones internacionales del Partido Carlista. Durante los siguientes años intervino en diversos foros europeos al mismo tiempo que trataba de construir puentes entre los diferentes sectores de la oposición democrática. Mención especial merece su participación en el Congreso Mundial de las Fuerzas de Paz celebrado en octubre de 1973 en Moscú, donde estableció una excelente relación personal con Dolores Ibárruri. Fue invitada entonces a pronunciar, junto con la Pasionaria, las palabras de clausura de una reunión entre la delegación española asistente al Congreso y un grupo de antiguos niños de la guerra. Su mensaje fue claro y sencillo: «Hemos perdido la guerra (todos). Ganaremos la paz (todos)». No mucho después, el Partido Comunista de España y el Partido Carlista confluyeron en la Junta Democrática de España, mientras que paralelamente Santiago Carrillo se entrevistaba en París con don Javier. Dos sectores políticos que en la guerra civil habían combatido en trincheras antagónicas se unían para luchar contra el enemigo común que representaba la dictadura franquista. Cuando, en marzo de 1976, la Junta Democrática de España y la Plataforma de Convergencia Democrática se fusionaron para crear Coordinación Democrática, popularmente conocida como la Platajunta, el nuevo organismo fue presentado en una rueda de prensa celebrada en París. La portavoz que anunció entonces la unidad de la oposición fue María Teresa: «Se decía que no éramos capaces, las fuerzas de la oposición española, de unirnos. Pues estamos unidos».
Más allá del activismo político, la inquietud intelectual de María Teresa la motivó para doctorarse en estudios hispánicos por la Universidad de La Sorbona (París), y en sociología política, con una tesis sobre el conflicto nacional irlandés, por la Universidad Complutense de Madrid, de la cual fue profesora más tarde.
Era autora de diversos libros sobre temas tan diferentes como la historia del carlismo o el mundo islámico: El momento actual español, cargado de utopía (1977), La clarificación ideológica del Partido Carlista (1979), Cambios en México (1990), Magreb: nuestro poniente próximo (1994), Don Javier, una vida al servicio de la libertad (1997), Desde Tánger: la transición que viene (1999), La Transición desde el frente exterior (2001) y Así fueron, así son (2009).
Identificada con las corrientes más progresistas y avanzadas de la Iglesia católica, su asistencia era frecuente en los congresos que anualmente celebra en Madrid la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. Durante los últimos años de su vida, continuó reivindicando los mismos ideales que en su juventud en favor de la emancipación social y nacional de los pueblos, realizando numerosos viajes por el mundo en los cuales se entrevistó con figuras tan relevantes en la lucha antiimperialista como Yasir Arafat o Hugo Chávez.
También siguió con especial preocupación el conflicto desarrollado en Catalunya, criticando la represión ejercida por el Gobierno central al mismo tiempo que reclamaba la liberación de los presos políticos catalanes en algunas de sus últimas entrevistas en diversos medios de comunicación.
Con motivo de su fallecimiento algunos periodistas no debidamente informados afirmaron que María Teresa era conocida como la Princesa Roja, porque así se tituló una biografía que en 2002 realizó el historiador Josep Carles Clemente. Lo cierto es que Clemente en ese sentido no hizo sino recoger una denominación que en los años 1970 ya había usado un periodista español.
Concluyendo ya, cuando en 1997, con motivo de la presentación en Navarra de una biografía sobre su padre, una periodista le preguntó si el carlismo había muerto, su respuesta fue breve pero inequívoca: «El carlismo es una experiencia histórica muy arraigada en el presupuesto federalista de libertad colectiva y de aunar la esperanza cristiana y socialista. Y eso no ha muerto. Eso tiene un futuro en España y en la sociedad europea».
[Una entrevista de Pablo Batalla a María Teresa de Borbón-Parma aquí]

Javier Cubero de Vicente (Gijón, 1986) es historiador. En el año 2009 ganó el Premiu Fierro Botas d’Ensayu y Trabayos d’Investigación del Ayuntamiento de Gijón por su obra Del romanticismu al rexonalismu: escritores carlistes na lliteratura asturiana, publicado posteriormente por la editorial Trabe. También es autor de trabajos de distinto carácter publicados en Erada. Revista d’Historia Contemporánea d’Asturies, N’Ast. Cartafueyos d’ensayu, Formientu. Revista de lliteratura mui moza, Asturies. Memoria encesa d’un país, Vërtigu. Revista de cultura, inquietudes y tendencies, Revista de Filoloxía Asturiana, Atlántica XXII: revista asturiana de información y pensamiento y Otru Valor.
0 comments on “María Teresa de Borbón-Parma, una militante comprometida”