El norte

Escrito por las fronteras

Cuatro modos de explorar los difusos confines del animal humano en «El nortes», la selección de lecturas de Eugenio Fuentes

/ El norte / Eugenio Fuentes /

Se diría que hay un tipo de escritores, detectables entre los que con propiedad pueden ser llamados literatos, cuyos textos reflejan rasgos del animal humano que parecen dibujar un límite. Una frontera difusa, de suyo muy maleable, porosa y veces quebradiza, más allá de la cual las propiedades que habitualmente se atribuyen al ser humano comienzan a difuminarse.  Los cuatro textos que nutren esta entrega de «El norte» discurren, de modo muy diverso, por las inmediaciones de esos confines que, en general, se considera imprudente rebasar. Tres de sus autores tuvieron una vida inestable, que condujo a dos de ellos a una muerte prematura. Del cuarto, un joven historiador estadounidense, importa menos su peripecia personal. Es su objeto de estudio, los Estados Unidos, el que desde hace ya años bordea una catástrofe que durante décadas ha ido inoculándole al planeta.


El límite del agotamiento

¿Cómo se calcula la cantidad de cicatrices mentales que se llevan encima?, se pregunta Jim Harrison en los primeros compases de este Lobo: unas memorias falsas con el que inauguró su fértil trayectoria de escritor. Lejos de ser un volatín retórico, la pregunta se revela como un depurado indicio de las causas que, hacia 1971, cuando tenía 33 años, movieron a Harrison (1937-2016) a ponerse a escribir en serio. El impulso que le lanzó a la transfiguración se atribuye a una caída por un acantilado que le confinó durante meses en una cama con la columna vertebral hecha trizas. Ese fue, desde luego, el accidente. La esencia apunta, sin embargo, al hastío de una vida en la que el ansia por beberse el mundo había desembocado en una depresión nada mitigada por su oficio: enseñar literatura a alumnos poco interesados en la literatura. Tampoco había ayudado la pérdida infantil de un ojo y el mortal atropello de su padre y de su queridísima hermana. 

Harrison, novelista, poeta, ensayista, es grande. Grande como los grandes, no como un globo hinchado de hoja promocional. Lo saben quienes se han acercado a las páginas de Leyendas de otoño o Dalva, también publicadas por Errata Naturae, y han disfrutado en esas líneas su inagotable capacidad para explorar cada recoveco de la vida salvaje. O su ausencia de piedad al zambullirse en los pozos de la memoria. Como si cada una de sus cicatrices mentales requiriese el apósito de una experiencia de soledad iniciática en la inmensidad de los espacios vírgenes. Harrison transmite esa peculiar manera de percibir el mundo que tienen quienes se han pasado los días cruzando al otro lado del espejo. Y en toda su obra lo hace con la misma intensidad con la que ya en Lobo recorría el Michigan profundo entre recuerdos que saltaban de Nueva York a California, Utah o Texas. Y todo, concedía, sin haber visto más lobo que el reflejo de su propia imagen.


Lobo: unas memorias falsas
Jim Harrison
Errata Naturae, 2023
288 páginas
22 €

El límite del ocultamiento

Serán pocos los generadores de pensamiento crítico que hayan dudado en atribuir a Estados Unidos «políticas imperialistas». Algunos incluso se habrán sentido cómodos descalificando a la primera potencia como un imperio aunque en su fuero interno temiesen que tal vez la invectiva no fuese del todo rigurosa. Y, sin embargo —afirma el historiador estadounidense Daniel Immerwahr—, se puede enunciar rotundamente que Estados Unidos ha sido y es un «imperio oculto». Un imperio que a menudo pasa desapercibido, en particular a los propios estadounidenses, porque el mapa que lo representa en muchos imaginarios es el llamado del logotipo, o sea, el que solo incluye su territorio continental sin siquiera dar cuenta de Alaska y Hawai.

Para Immerwahr, autor del apasionante volumen Cómo ocultar un imperio, el proceso de construcción imperial es una obra en tres actos. Primero, la expansión hacia el oeste, con el consiguiente desplazamiento de poblaciones nativas y la creación, hacia 1830, de una enorme colonia poblada solo por indios. Segundo, la anexión de territorios de ultramar: decenas de islas caribeñas y pacíficas, Alaska, Filipinas, Puerto Rico, Guam, Hawai, Wake, Samoa, Islas Vírgenes y, tras la derrota japonesa de 1945, las Marianas del norte. Tercero, el encubrimiento del imperio mediante su conversión en estados, estados libres asociados y territorios, reforzados por un total de 750 bases militares, el llamado «imperio puntillista» diseminado por más de cuarenta países. Desde todas esas colonias, donde Washington actúa como en casa sin necesidad de cumplir sus propias leyes —recuérdese el campo de Guantánamo—, se han desencadenado golpes y guerras, se ha hecho dumping y se ha intervenido en toda la vida estadounidense. Mientras tanto, en la metrópoli, muchos sueñan que viven en un Estado-nación. Forjado en una rebelión antiimperialista y templado en la lucha contra los imperios. Suicida candidez.


Cómo ocultar un imperio: historia de las colonias de Estados Unidos
Daniel Immerwahr
Capitán Swing, 2023
600 páginas
28 €

El límite de la ternura

El Estambul de entreguerras en el que un joven de dieciséis años podía no estar inscrito en el Registro Civil es el escenario serpenteado por los personajes de la mayoría de los cuentos de Sait Faik Abasıyanık. Una ciudad, en realidad unas cuantas, poblada por una galería de tipos humanos que apenas habían tenido quien les retratase hasta que el errático Faik (1906-1954) se resolvió a consagrar sus días a la escritura. Antes de consumar el salto, Faik se había debatido entre las presiones de su acaudalado padre para que estudiase economía y su íntimo impulso de perderse entre las gentes de calles y cafés para  observarlas, amarlas y dejar que sus febriles pensamientos se extraviasen en sus miradas o rebotasen en su extrañeza. La sensatez, sin embargo, acabó imponiéndose y el autor de Un hombre inútil, la antología de relatos que ahora se edita en castellano, escogió la senda que le alzaría a una de las cimas de la literatura turca del siglo XX.

Son una treintena las piezas que Gallo Nero ha seleccionado para darnos a conocer a un autor de quien, hasta donde se me alcanza, solo se habían vertido al castellano los relatos de Los últimos pájaros (1952) y los poemas recogidos en Tiempo de amar (1953), iniciativas ambas que las beneméritas Ediciones del Oriente y el Mediterráneo acometieron en la década de 1990. Unos y otros, como los cuentos que ahora hacen guiños al lector, están construidos con palabras sutiles en las que Faik deposita la asombrada atención que le suscitan calles, gentes, plantas y animales. O, lo que es lo mismo, la ternura sin dobleces ni afeites que les prodiga a esas criaturas, muy a menudo miserables, y a los espacios que pueblan con su bullicio. Faik, demasiado sensible para llegar a viejo, falleció a los cuarenta y ocho años de cirrosis hepática.


Un hombre inútil
Sait Faik Abasıyanık
Gallo Nero, 2023
216 páginas
19,50 €

El límite del absurdo

La iluminada veta satírica del checo Jaroslav Hašek hizo posible que su hilarante única novela, Las aventuras del buen soldado Svejk (1921-23), se convirtiera en uno de los relatos más celebrados sobre un desastre tan ajeno en principio a la sonrisa y la carcajada como fue la carnicería de la primera guerra mundial. Hašek, que primero formó en las filas de la decadente Austria-Hungría, más tarde en las rusas y luego se unió a los bolcheviques, ni siquiera llegó a concluir su magno alegato antimilitarista, pues falleció cuando solo se habían publicado tres de las seis partes que había previsto. Tenía treinta y nueve años y una peripecia vital marcada por el anarquismo, la lucha contra el opresor vienés, la bohemia y un agudo sentido del absurdo que rige la vida del animal humano y sus relaciones sociales. Dejaba como legado, además de su novela inacabada, un conjunto disperso de relatos alumbrados en publicaciones variopintas  

Al poco de su muerte, algunos de sus amigos se propusieron recopilar esas historias en lo que debían ser unas Obras completas de las que, al fin, solo salió un volumen. Precisamente este Mi tienda de perros que ahora comparece en las librerías gracias al empeño de La Fuga, artífice ya de la edición en castellano de otros tres títulos de aquel proyecto abortado que solo resucitaría años después: Historia del Partido del Progreso Moderado dentro de los Límites de la Ley, El buen soldado Svejk antes de la guerra y Cómo encontré al autor de mi necrológica. En todas estas páginas el lector encontrará los más imaginativos ejemplos de una visión del mundo que envuelve en ropajes humorísticos un lacerante convencimiento: la relación con el Otro es una bomba de fragmentación que, antes o después, hace saltar por los aires el más necesario de los fluidos vitales: la alegría. Y, con ella, hasta la cordura.


Mi tienda de perros y otras historias humorísticas
Jaroslav Hašek
La Fuga, 2023
186 páginas
17 €

E
ugenio Fuentes nació en Londres, en el hospital de St. Mary Abbot’s, donde doce años después fallecería el legendario guitarrista Jimi Hendrix. Licenciado en historia y especializado en relaciones internacionales contemporáneas, ejerció la docencia y la investigación en la Universidad de Rennes 2 Alta Bretaña durante cuatro años. En 1988 se integró en la redacción del diario La Nueva España, del que durante casi tres décadas fue responsable de información internacional, analista político, columnista y crítico literario. Fruto de una insana pasión por los libros mantuvo durante 31 años en el suplemento Cultura la sección de novedades «La brújula», alimentada sobre todo por volúmenes huidizos publicados por pequeñas editoriales. Entre 2000 y 2004 quedó embrujado por el pintor Luis Fernández, a quien dedicó numerosos artículos y el documental Los mundos de Luis Fernández.

1 comment on “Escrito por las fronteras

  1. J m Ferrández

    El buen soldado Svejk es la novela más divertida, irónica y genial que he leído nunca

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