Sobre la amistad y el amor

/ Escuchar y no callar / Miguel de la Guardia /

No te veré morir, de Antonio Muñoz Molina

Que Antonio Muñoz Molina sabe escribir es algo que nadie tiene que descubrir ahora. Lo que me sorprende es que se califique la novela, en muchos foros, de historia de amor convertido en nostalgia de lo que fueron y en espejo de lo que son o de relato sobre la fuerza del amor y sus espejismos, cuando para mí es claro que trata de la vejez y, más que de eso, del extrañamiento; de la sensación de extranjería que asalta a las personas que viven a caballo entre dos mundos o que, habiendo sido arrebatados del lugar en el que cursaron la enseñanza secundaria (Max Aub sostenía que uno acababa siendo de donde estudió el bachillerato), han forjado su destino en otro país con otra lengua y, al fin, acaban sintiéndose extranjeros aquí y allí. En cualquier caso, la novela habla antes del éxito y del fracaso que del amor. Porque Gabriel Aristu es un personaje incapaz de amar y que tan solo se quiere a sí mismo y añora su estudio con vistas al Hudson mucho más que a su mujer Constance, que parece ser tan solo uno de los atributos de su éxito americano. Si la primera vez que abandona a Adriana Zuter lo hace llevado de un exceso de devoción filial, falla de nuevo a esa mujer en el último instante por puro egoísmo de seguir brillando en la vida americana. Frente a él, la verdadera historia de amor de la novela es la de Julio Maíquez por su hija, a la que debe renunciar sin que se nos aclaren los motivos y que él sí, ama y siempre está allí, esperando a su hija por si ella lo volviera a necesitar. Por eso no es de extrañar que el arrogante Gabriel despache frente a Ariana a su amigo con comentarios que son, cuando menos, miserables.

Por lo demás, la primera parte, que supone un soberbio resumen de aquella locura colectiva que supuso la guerra civil y la dictadura en España, relatada a través de la mirada de uno de los que se suponía vencedores, está bien sintetizada pero contada con un estilo inmisericorde, que deja sin respiración al lector debido a la ausencia, no ya de puntos y aparte, sino de puntos. Flaco servicio el que se hace a la novela y que más de un lector me dijo que le dejó a punto de interrumpir la lectura para no continuarla.

En resumen la novela, a mi entender, transpira eso tan americano del éxito profesional, y por ende del éxito económico y deja de lado el amor, que se confunde con una parte de los recuerdos de juventud pero que de ninguna manera supone ningún tipo de entrega por parte del personaje principal.

Entre las virtudes de la novela habría que destacar los continuos homenajes a la música clásica y, en particular, a esa generación de músicos españoles que proporcionó hombres de la talla de Pau Casals y Manuel de Falla.

---

---

Las despedidas, de Jacobo Bergareche

El nuevo libro de Jacobo Bergareche no decepciona en lo absoluto. Debo confesar que, pese a haber disfrutado Los días perfectos  y haberlo recomendado a muchos amigos, tenía dudas sobre las razones que me impulsaros a disfrutar de aquel libro y que temía eran en parte debidas al hallazgo de la relación de Bill Faulkner con Meta Carpenter, que en el libro tiene un papel primordial. Felizmente mis dudas estaban totalmente injustificadas y Las despedidas es una novela sugerente, que encierra temas como la amistad, la diferencia, lo imprevisible de la vida y el amor. Porque Diego, el protagonista, sabe amar aunque esté abducido por el sistema y sea capaz de mantener un matrimonio agonizante y una vida superficial llena de signos externos.

Excelente ajuste de cuentas con las Wendy que habitan en muchas esposas en su día a día, homenaje a la música de los ochenta y noventa, la narración se construye a caballo de las acciones y pensamientos de su protagonista que no siempre son coherentes y en numerosas ocasiones construyen relatos distintos que se agolpan como lo hacen nuestros pensamientos en torno a un hecho.

Este relato se construye desde la mirada múltiple de su protagonista y deja todo abierto para que el lector decida lo que escoge sobre el devenir de cada uno de los personajes, con sus dudas e indecisiones. Relato de amor a la isla de Menorca y a la vida, al recuerdo de los amigos y de las experiencias que pueden marcar la existencia. Desde mi perspectiva, Bergareche construye un relato breve sólido y enormemente sugerente que no defraudará a sus lectores. Lectura que deja un poso de dudas sobre lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, la felicidad, el dinero y la ausencia del mismo, la amistad, la admiración, el amor y la convivencia. En una frase, léanlo y ábranse al cúmulo de preguntas que les formulará sobre su propia vida.

Por último, creo obligada una referencia a la preciosa cubierta creada por Duró para este libro. Si en su día lamentaba la horripilante portada de Los días perfecto, en este caso es de justicia reconocer la belleza de este diseño, que respeta el contenido de la novela y demuestra que el azul le sienta mejor a las novelas de Bergareche que el rojo de los lego.

---

---

Miguel de la Guardia es catedrático de química analítica en la Universitat de València desde 1991. Ha publicado más de 700 trabajos en revistas y tiene un índice H de 77 según Google Scholar y libros sobre green analytical chemistry, calidad del aire, análisis de alimentos y smart materials. Ha dirigido 35 tesis doctorales y es editor jefe de Microchemical Journal, miembro del consejo editorial de varias revistas y fue condecorado como Chevallier dans l’Ordre des Palmes Académiques por el Consejo de Ministros de Francia y es Premio de la RSC (España). Entre 2008 y 2018 publicó más de 300 columnas de opinión en el diario Levante EMV.