Ricardo Labra escribe sobre un «revolucionario precavido» que creyó que en cada día cabía toda la vida, y que siempre estamos a tiempo de transformar el mundo.
EL CUADERNO recuerda al poeta polaco, fallecido en la Cracovia que lo acogió en su juventud, con un poema escrito por José Luis Argüelles y que ofrece, más allá de la crónica obituaria, el testimonio emocional de un hombre instruido en el desconsuelo de un siglo y de una Europa terribles.