/ una reseña de José de María Romero Barea /
Los placeres recordados involuntariamente, los contratiempos eludidos a conciencia: los rescata el poeta Vicente Núñez (Aguilar de la Frontera, 1926-2002) de la desmemoria colectiva para plasmarlos en sus poemas, reúne los distintos ámbitos de las experiencias que se excluyen mutuamente, afanadas en su voluntad de dejar constancia, en su poder de decidir quién pasa, qué permanece. Una nueva entrega de la Fundación del escritor cordobés, en colaboración con el CEP Priego-Montilla y el Ayuntamiento de su localidad natal, Versos de púrpura extranjera (2020), pone a disposición del lector una selección de ensayos sobre la obra del Premio de la Crítica 1982.
Parece ser el ímpetu secreto del estilo del vate vinculado al Grupo Cántico desafiar la incomunicación o aprovechar sus estragos, globalizar «un fragmento del mundo en el telar de la memoria y los sentidos», en opinión del poeta madrileño Christian Law. Es el pretexto de una poesía que, en lugar de sumergirse en sí misma, se impulsa a través de sus versos, la universalidad que trasciende su sintaxis o se abre en un juego «donde el equilibrio entre verdad y arte», en opinión del traductor de Shakespeare, John Donne o Alice Oswald, «siempre al límite, se expone una y otra vez».
De la Elegía a un amigo muerto (1954) se ocupa la novelista y traductora estadounidense Sue Burke, una larga composición que «descubre detalles de momentos compartidos en esta vida, recuerdos atesorados que se oponen a la distancia que ahora impone la muerte». Logra la Premio Alicia Gordon en Traducción desentrañar la gramática primigenia de Núñez, las formas en que se dispersa fundiendo el presente con el pasado, revestida de evidencias, esparcida a lo largo de retazos, como en una excavación: llenas de contracorrientes, las pruebas reflexivas de un flujo sensual; en formas extranjeras, argumentos en torno al «dolor de un hombre concreto, y esa autenticidad hace nuestro el duelo y convierte en universal la poesía».
Desenreda la doctora en filología hispánica Beatriz Martínez Serrano los reordenamientos y las sustituciones que articulan el sentido, trabajan con y contra el esquema de la métrica: «cada una de esas influencias constituye una tesela y todas ellas conforman el maravilloso mosaico de su obra poética». Al leer el opúsculo de la ganadora del III Premio de Investigación Poética Pablo García Baena, queda claro lo mucho que el autor de Ocaso en Poley (1982) reverencia las literaturas griegas y latinas, cómo resuenan en la tradición anglosajona y su angustia civilizada, configurando el «sinfín de emociones, reacciones y estados» de una lírica plenamente europea.
Simplifica la crítica andaluza los procesos de la posteridad de «un lector avezado, un autor culto y erudito, de curiosidad omnímoda, versado en otras literaturas», un legado conflictivo, simultáneo, «encarnación del espíritu ilustrado». Perseguidora de las múltiples, si no infinitas, posibilidades del discurso, logra la profesora del Departamento de Filologías de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, reinsertar al Premio Andalucía-Luis de Góngora y Argote de las Letras en las tradiciones nacionales e internacionales, expatriarlo a esa relectura diversa, con «una luz inextinguible en su interior, a pesar de los rigores del exilio autoimpuesto».

José de María Romero Barea (Córdoba, 1972) es profesor, poeta, narrador, traductor y periodista cultural. Es autor, entre otras obras, de los poemarios Resurrecciones (2011), (Mil novecientos setenta y) Dos (2011) y Talismán (2012), que conforman la trilogía El corazón el hueco, primera sección a su vez del proyecto Poesía (qué si no). El primer libro de la segunda sección, Un mínimo de racionalidad, un máximo de esperanza salió publicado en 2015. Romero Barea también es autor de la trilogía narrativa Interrupciones, formada por Hilados coreografiados (2012), Haia (2015) y Oblicuidades (2016), y ha traducido los poemarios Spanish sketchbook, de Curtis Bauer (España en dibujos, 2012); Disarmed, de Jeffrey Thomson (Inermes, 2012) y Gerald Stern. Esta vez. Antología poética (2014). Además, colabora con reseñas, entrevistas y traducciones en publicaciones de ámbito nacional e internacional como El País (Babelia), Le Monde Diplomatique, La Vanguardia (Revista de Letras), Claves de Razón Práctica, Ábaco, Quaderni Iberoamericani, Quimera y Nueva Grecia, de cuyo consejo de redacción forma parte. Los volúmenes La fortaleza de lo ilegible (2015) y Asalto a lo impenetrable (2015) incluyen una amplia selección de su obra crítica.
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