El norte

El Roto: del Big Bang al Gran Boommmmm

Estremecedores dibujos de Rábago se unen a los entresijos del ‘Chinatown’ de Polanski, un cuaderno de majestuosas fotografías del leopardo de las nieves y el relato del auge y caída del oasis musical de Laurel Canyon, en «El Norte», la selección de libros de Eugenio Fuentes

/ El norte / Eugenio Fuentes /

Una exposición retrospectiva de la obra del pintor y dibujante Andrés Rábago, abierta en la galería madrileña La Caja Negra desde el 13 de marzo, ha propiciado la publicación de un volumen que alberga sesenta de las lúcidas y descarnadas viñetas, todas inéditas, que firma como El Roto. Una alerta sobre los peligros de una decadencia social que, en el ámbito del cine de los grandes estudios, comenzó hacia mediados de los setenta, poco después de que Polanski rematara su magistral Chinatown. Por esos años también consumaba su declive Laurel Canyon, la tranquila garganta en la que desde mediados de los sesenta habían sido concebidas un buen número de piezas maestras del rock. Cierra esta selección de libros el deslumbrante cuaderno de aguardo de un fotógrafo obstinado en capturar con su objetivo los merodeos del leopardo de las nieves.


El sombrío dictamen de un analista gráfico


Con el Ojo de Dios enclaustrado en una urna ciclópea del Museo Británico, el falso profeta se ha adueñado de la Tierra. Esconde su faz porcina tras una máscara de tintes putrefactos. Sus ojos exorbitados remedan la estupefacción del ojo recluso del Creador, pero su rictus de estulticia desvela su esencia de sicario. En los mares, emiten mensajes los faros a la deriva, mientras en tierra cámaras siempre en vela vigilan a una humanidad adormecida. Esta podría ser la glosa de las cuatro viñetas que abren La línea roja, último libro de El Roto. A partir de ahí se desencadena un arsenal de relámpagos que ilumina los sombríos desatinos de la era digital.

El respetado y aplaudido dibujante, presente cada día en un rotativo madrileño, suele ofrecer de tanto en tanto un volumen de aliento monográfico. Si de sus dibujos en prensa se dice que valen por un editorial, de sus libros puede afirmarse que valen por un tratado de ética. Son  aldabonazos en forma de sátira: un género que —asegura el autor— desnuda «las formas en las que se presentan las cosas para hacerlas más digeribles». Andrés Rábago, el Ops que en el tardofranquismo conmovió con dibujos crueles a fuer de lúcidos, sostiene que La línea roja alude a «un límite mental y también físico […] ampliamente traspasado por una cultura que hace tiempo perdió las referencias y los contenidos éticos». Contra la hipnosis de la pantalla plana, contra los excesos de la codicia, los fogonazos de unas radiografías que, en viñetas como «Del Big Bang al Gran Boomm», alertan de un destino nada halagüeño.

La línea roja - Libros del Zorro Rojo
La línea roja
El Roto
Zorro Rojo, 2021
120 páginas
16,90 €

Chinatown y el fin de una era


Tras la muerte de Sharon Tate, su esposa, caída en la masacre que puso fin a los años dorados del hippismo y la contracultura, Roman Polanski tardó cinco años en regresar a Hollywood. Lo hizo para rodar Chinatown (1974), un film neonoir que, a la postre, sería su última película en Estados Unidos: la acusación de acostarse con una niña de trece años le movió a huir del país para siempre en 1978. El caso, resucitado hace una década, lo convierte hasta hoy, cuando suma 87 años, en prófugo de la justicia y blanco de descalificaciones que, signo de los tiempos, piden la hoguera para su obra. Sin embargo, Chinatown ha quedado en la memoria cinéfila como una de las grandes películas de la historia y su guion, premiado con un Óscar, es pieza de obligado estudio para aprendices.

El gran adiós: Chinatownn y el ocaso del viejo Hollywood desmenuza con brioso detallismo todas las circunstancias que confluyeron en el rodaje de la película, marcado por la tensión entre el director y la protagonista, Faye Dunaway. Su autor, Sam Wason, padre de títulos canónicos sobre Bob Fosse, Blake Edwards o la génesis de Desayuno con diamantes, trenza su texto con cuatro personajes: el propio Polanski, el actor Jack Nicholson, el productor Robert Evans (Marathon Man, Cotton Club) y el guionista Robert Towne. El edificio así erigido, reconocido con una legión de distinciones en el mundo anglosajón, sirve a Watson para sostener la tesis de que Chinatown marca el fin del renacer dorado de los grandes estudios. Después, la búsqueda de la excelencia dio paso a una simple guerra por la taquilla.

El gran adiós
Sam Wassoon
Es Pop, 2021
412 páginas
22,95 €

Fértil acechanza del leopardo de las nieves


El francés Vincent Munier está considerado uno de los más relevantes fotógrafos de la esquiva fauna que sobrevive en regiones del planeta apenas holladas por pie humano. Tras haber sido pionero en capturar la imagen del lobo ártico, especie que le obsesionará durante años, en 2011 inició la primera de sus cinco expediciones a la intratable meseta tibetana en busca de un felino ermitaño. El leopardo de las nieves o la promesa de lo invisible, un cuaderno de aguardo,plasma en textos depurados y poderosas imágenes en blanco y negro los diarios de esos viajes. Unos periplos marcados tanto por la excitación de alcanzar el objetivo como por la culpa de facilitar con ese logro un incentivo más para la explotación turística del techo del mundo.

Fueron muchos los días que Munier consagró a rastrear al animal invisible, que, sin duda, le había localizado mucho antes a él. Ese largo aguardo de lo invisible fue tortuoso: frío intenso, caminatas eternas, amenaza perpetua de mal de altura, falta de sueño, encuentros desagradables con las tropas chinas… Por fortuna para el lector, detectar al leopardo de la inmensa cola exige instalarse silenciosamente en el espacio y jamás recorrerlo deprisa en pos de un horizonte huidizo. Hay que esperar a que, acuciado por el hambre, deambule por las invisibles callejuelas de un territorio cuyo plano es obligado descrifrar. Y esa espera es muy provechosa: yaks, lobos, liebres lanudas, zorros, marmotas… Todos ellos captados en alucinantes paisajes de libertad que realzan su belleza. Magno.

El leopardo de las nieves o la promesa de lo invisible
Vincent Munier
Errata Naturare, 2020
184 páginas
27,90 €

De cómo un edén mutó en infierno


La contracubierta de Hotel California. Cantautores y vaqueros cocainómanos en Laurel Canyon (1967-1976) incluye un fotomontaje de casi cincuenta rostros. El quién es quién está en la página dos: una abrumadora constelación de músicos, productores, algún actor y un asesino chiflado, unidos por la llamada del célebre cañón aledaño a Los Ángeles. Laurel Canyon, cuna donde entre 1965 y 1969 se robusteció el folk/country rock, era un edén a tiro de piedra de las discográficas angelinas que, para entonces, habían hecho de California el gran atractor del mundo musical. En ese nido harían eclosión los huevos, no solo folkies, de Zappa, Brian Wilson, The Byrds, Joni Mitchell, Jim Morrison, Buffalo Springfield, Crosby, Still & Nash, Neil Young, Carole King, James Taylor, Linda Ronstadt, The Flying Burrito Brothers, Canned Heat y decenas de mitos más. Sin embargo, explica Barney Hoskyns, en pocos años el edén mutó en infierno.

La cosa había empezado con buen rollo, puertas abiertas, amor libre y psicodelia. Después se hincharon los egos ­(en la lista hay más individuos que grupos), las drogas vieron vena, proliferaron los buscavidas dementes, se les afilaron los dientes a las discográficas y un espeso manto de cocaína cubrió el cañón, veló la creatividad y disparó el negocio. El epítome de la decadencia fueron los superventas Hotel California, de The Eagles (1976), y Rumours, de Fleetwood Mac (1977). Todo un contrapunto millonario al inmenso Blues from Laurel Canyon (1968) con el que John Mayall había celebrado desde Londres su primera visita al paraíso.

Hotel California
Barney Hoskyns
Contra, 2021
414 páginas
23,90 €

Eugenio Fuentes nació en Londres, en el hospital de St. Mary Abbot’s, donde doce años después fallecería  el legendario guitarrista Jimi Hendrix. Licenciado en historia y especializado en relaciones internacionales contemporáneas, ejerció la docencia y la investigación en la Universidad de Rennes 2 Alta Bretaña durante cuatro años. En 1988 se integró en la redacción del diario La Nueva España, del que durante casi tres décadas fue responsable de información internacional, analista político, columnista y crítico literario. Fruto de una insana pasión por los libros mantuvo durante 31 años en el suplemento Cultura la sección de novedades «La brújula», alimentada sobre todo por volúmenes huidizos publicados por pequeñas editoriales. Entre 2000 y 2004 quedó embrujado por el pintor Luis Fernández, a quien dedicó numerosos artículos y el documental Los mundos de Luis Fernández.

0 comments on “El Roto: del Big Bang al Gran Boommmmm

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: