Poéticas

A partir del poema «Une portugaise», de Maite Martí Vallejo

Un poema y un comentario de Francisco Layna Ranz.


une portugaise

en su carroza de fresa hay tres invitados.
Uno es el hombre galleta,
otro es la reina mofeta,
otro ella misma muy vieja.

El Niño Gusano

—luminoso 3—
trata del mal que es asirse a cualquier cosa

Por ejemplo:
Meridiano del bazo-páncreas BP3
Meridiano del intestino ID3
Meridiano del Triple Calentador TC3
Cada vez que se menciona aquí el 3 es como un recuerdo de Navidad de Truman Capote. Es un recuerdo suyo.
¿Será yin o será yang? Sin duda niña ya que por fuerza tomará el testigo
                                                                 y nos vamos a ir    haciendo
                                                 haciendo múltiples zigzags con la cabeza.
Vaso gobernador, Point de Marveille, te incluyo en la lista. Tu nombre lo dice todo. Lo que
           comenzó en una celda de Portugal y acabó.
Los chinos lo llaman El pabellón hermético. Se lo aprietan.
Luminoso 3 se refiere al 3 pero no tiene relación con la luz de Dios. 3 se rinde al
           espectáculo de Mariana con los hombres que quieren formar una familia y ¡claro
           que lo intentan! Las mujeres se alambran por no pocas razones válidas. ¿Cuántas?
           En todas las literaturas europeas la mística, perdón, por el amor propio, 3, 3 veces
           satisfecho con un destinatario que no responde.
No intelectualizo nada.
La protagonista no está embarazada. Pero tiene dolor en la parte izquierda del vientre.
Por eso es un drama todo lo que queda impreso.

—drama 3—
que prosigue en lo mismo y comienza a tratar de la insuficiencia para transformar a otro

Una mano da y dos reciben. La gente se inclina con las manos unidas al adorar.
Qué obsesión con las manos, así, como escritura. Estar a punto, cerca de, de casi
madura por el calor una hechicera
es una variante de tortura que te ponen en el cuello para señalar la continuidad, ¡señala la
ccontinuidad!
Por eso escribo una tercera carta. Estoy escribiendo 3 cartas. Ella escribió cinco. La monja.
           Era Géminis. Así que me sumo dos. La diversidad de la naturaleza como base de la
           interpretación.
Hinchazón de la semilla
¡qué incapaz!
de dar forma y recibir
en el horizonte del este
un significado
más grande.

—no hay 3 si puedo enumerarte más—
dice las varias enfermedades de la piel que le hacen parecer un cordero

Tenía los músculos de un gimnasta. Pasábamos mucho tiempo juntos. Me negaba a creer
           que fuéramos a separarnos.
Cuando quedo suspendida en el aire y mi cuerpo deja que lo haga. Los aplausos duran 3 o
           diez minutos. Es una salida lateral. Una mujer tal vez lleve a la admiración de los
         que abren una puerta. Una mujer se tiraba a los enemigos rodando como piedras
         que ruedan y abanican al Señor.
Una puerta tan dura como una armadura. ¿Acaso era una guerrera?
Hay 3 formas de llegar a un lugar. El camino, tal como lo concebí, estaría rodeado de
         laderas. Las laderas nombran el declive de una altura. La tercera es no caer nunca.
¿Tratarás de demostrar la mejor perspectiva en otras palabras?
No a sangre fría.
No era a sangre fría. Era un recuerdo de Navidad. ¿Por qué es importante la Navidad? En
         Portugal también es tradición asistir a la misa del gallo. Al finalizar se besan los pies
         del niño. Pero era niña. ¿Entonces no hubo besos? Pidió
       ayuda de cámara. ¿Tenía ayuda de cámara? Eran otros tiempos. Sí. 1969. No me hagas reír. ¿Te hago llorar?
Se adorna con manzanas y velas. Tiene forma de triángulo y es una especie perenne, ¿qué
       es?
No es une portugaise.
¿Son 3?
Dije que había más. Escribo como descendiente de un ejemplo. ¿Crees que es un buen
       ejemplo?


La vida cotidiana arrasa Europa
Maite Martí Vallejo
RIL, 2019
116 páginas
12 €

/ comentario de Francisco Layna Ranz /

Con el título nada sabemos de esa portuguesa… Sin embargo, sí se entrega un indicio. Se ofrece información a dosis, a veces muy pequeñas y controladas. Tenemos, pues, desde un principio 1) Una mujer 2) Una mujer portuguesa…

A renglón seguido, una cita del célebre grupo aragonés El Niño Gusano, conocido por sus letras a menudo delirantes. Y de inmediato, uno de los tres epígrafes que ordena la totalidad. Son tres, pues este poema fue escrito para el volumen dedicado a ese número impar en la revista Kokoro. Este primer epígrafe se llama «luminoso 3». No es raro pensar, quien conozca la doctrina cristiana, que posiblemente se aluda al tercer misterio luminoso o anuncio del reino de Dios. Es decir, tenemos entre manos un asunto religioso (el rosario católico). Como ejemplo se presentan tres meridianos vinculados al número tres y que remiten a los meridianos de la medicina tradicional china: o dicho en otras palabras, la emoción vinculada a un órgano vital, cuyo elemento es la tierra y el rechazo a uno mismo. No debemos olvidar que la emoción en esta medicina está vinculada a un órgano vital.

Parece claro, por tanto, que todo va a girar alrededor de la imparidad inicial, la más perfecta y con mayor tradición. Tenemos: 1) Una mujer 2) Una mujer portuguesa 3) una atmósfera de religiosidad 4) un específico contexto de la medicina china asociada a la emoción…

Aparece un giro repentino, que suena a brusco desvío, pero no es así. Dice el poema: «Cada vez que se menciona aquí el 3 es como un recuerdo de Navidad de Truman Capote». Bueno, se trata del famoso cuento de Navidad de Capote… ¿Por qué, nos preguntamos, esta alusión unida al número tres? Porque la autora tiene en su mano, a su vista, muy cerca, la edición de Anagrama de “Tres cuentos: un recuerdo navideño”. Es decir: su alrededor físico, material. De esta manera nos va llevando de un camino a otro, como quien pretende que la variedad llegue a ser unidad mediante recursos retóricos. Y regresa a la medicina china, yin o yang, ¿qué será esa niña que posiblemente sea la del título? ¿Solo es la niña del título, o alguna más?

Hay una referencia a la cabeza, para de inmediato acudir al «vaso gobernador». ¿Qué quiere decir eso? Menciona un punto en línea del meridiano, cerca del ano, fundamento de la acupuntura. Pasamos de la razón (la cabeza, lo alto) al ano (la salud, la fisiología, el placer, lo bajo). Después cita el «Point de Marveille». Uno podría sospechar que habla del «Punto de Maravilla», lugar donde la ley de la gravedad desaparece, y vendría acorde si pensamos en un placer-bajo que hace perder (o corromper) una razón-alta. Pero podría también indicar el «Pabellón hermético» (¡esto parece un juego del gran Moebius!), conocido como «Punto de Maravilla» o «Xintang»… Vaso gobernador / punto de maravilla… ¡Uf! Seguro que alguien levanta ahora la mano y dice encabronando la voz: «Este poema es un inventario heteróclito sin pies ni cabeza (lo bajo, lo alto), sin parámetro alguno».

Yo afirmo, convencido, lo contrario.

Y de inmediato, como abordaje, surge en el poema el vocativo, aquel que originó este comentario: «Te incluyo en la lista. Tu nombre lo dice todo. Lo que comenzó en una celda de Portugal y acabó». Un nombre que lo dice todo —dice— y una celda en Portugal… ¿Celda y religión? ¿Se trata de una monja? Parece que aquel desvío nos conduce.

Tenemos: 1) Una mujer 2) Una mujer portuguesa 3) Una atmósfera de religiosidad 4) Un contexto de medicina china asociada a la emoción… 5) Un volantazo para llevarnos a Capote y «Tres cuentos: un recuerdo navideño» 6) Después de esto, el deseo de que tomemos otras direcciones (aunque al mismo centro) 7) Oposición cabeza, migraña, lo alto / ano, fisiología, placer, lo bajo 8) La interlocución hace referencia al o al yo. 9) Una monja portuguesa en una celda 10) ¿Cuál es la relación de esta monja con el número siete, oposición cabeza etc…?

Llega el momento de ir recogiendo retales que han quedado desperdigados. Vuelve la autora al Luminoso 3… Ya no hay duda: sí hay concierto, orden, incluso deseo de control… Y cita el nombre de esa monja portuguesa: Mariana. Sospechábamos, a qué engañarnos, que se venía refiriendo a la famosa Mariana Alcoforado, de quien Jess Franco hizo una película poco… ¿cómo decirlo? Punto y aparte, y seguido, y final. Punto de hebra, de fábrica, neurálgico, redondo y suspensivo del erotismo y la culpa. Y entonces habla de mujeres (en plural) que alambran, y de la mística y del amor propio (en una ya evidente atmósfera erótica, «amor propio» y masturbación van de la mano). Aquí la sugerencia es caldo de cultivo, y en las líneas que siguen el hervor alcanza, llega.

Luego recurre al zodiaco, mantras habituales de Hare Krishna, incluye definiciones extraídas del diccionario, y regresa, ¡oh hilo de Ariadna! a Truman Capote, Portugal, la niña que será monja, regla y pasión, juicio y deseo.

Termina el poema con estas palabras: «¿Son 3? Dije que había más. Escribo como descendiente de un ejemplo. ¿Crees que es un buen ejemplo?». Aquí están, de una vez, esas fusiones pronominales de las que antes hablábamos. No solo era la niña del título, mujer que entiende a otra que vivió en los siglos de los siglos… Quien nos ha guiado por la verticalidad y rapidez del poema se suma a una historia de la flaqueza y el amor, es decir, cuerpo antes que dominio del cuerpo.

Tenemos: 1) Una mujer 2) Una mujer portuguesa 3) Una atmósfera de religiosidad 4) Un contexto de medicina china asociada a la emoción… 5) Un volantazo para llevarnos a Capote y “Tres cuentos: un recuerdo navideño” 6) Después de esto, deseo de que tomemos otras direcciones (aunque al mismo centro) 7) Oposición cabeza, migraña, lo alto / ano, fisiología, placer, lo bajo 8) La interlocución hace referencia al o al yo. 9) Una monja portuguesa en una celda 10) ¿Cuál es la relación de esta monja con el número siete, oposición cabeza etc…? 11) Una monja, Mariana Alcoforado, conocida por su entrega al placer que es renuncia y es mundo 12) Recuperación de los hilos que han ido quedando atrás y han marcado dirección, itinerario 13) Acumulación, casi de almacén mayorista, de otras procedencias temáticas 14) Incorporación de la voz poética a idéntica entrega mundana y visceral 15) Confusión en el vocativo, irrupción del yo como último sello de lo inscrito.

El poema es redondísimo, y dice bien y mucho de lo que enhebra. Es el tapiz visto por detrás. Y cuando hablamos de margen, así en general, solemos irnos a los márgenes textuales donde tiene cabida la procedencia dispar de la escritura. Pero en su caso, ese margen es local, físico, es el alrededor de su inmediatez. Cabe hablar de inmediación. Sé, porque me lo ha dicho la autora, que usa libros de estructura de grupos, cartas astrales, métodos de pedagogía… El poema, como resultado, es el cajón de sastre. Y en el diseño siempre o casi siempre el mismo destino: la pasión, el error, el poder que significan tanto pasión como evidencia en ojos ajenos y propios de ese error.

Sus cartas fueron una impostura. Marianne Alcoforado nunca existió.

IMAGEN DE PORTADA: Autorretrato de Sarah Affonso (1927)


Francisco Layna Ranz (Madrid, 1958) es profesor en varias universidades norteamericanas desde hace más de veinte años. Tiene una dilatada experiencia en la crítica académica, tres libros sobre literatura medieval, del Siglo de Oro  y de Cervantes y decenas de artículos publicados en España, Alemania, Francia, México, Estados Unidos, Inglaterra… Codirige la revista eHumanista/Cervantes de la Universidad de California. Dirige la editorial de poesía Ay del Seis. Tiene tres libros de poesía: Y una sospecha, como un dedo (2016), Espíritu, hueso animal (2017) y Tierra impar (2018).

Acerca de El Cuaderno

Desde El Cuaderno se atiende al más amplio abanico de propuestas culturales (literatura, géneros de no ficción, artes plásticas, fotografía, música, cine, teatro, cómic), combinado la cobertura del ámbito asturiano con la del universal, tanto hispánico como de otras culturas: un planteamiento ecléctico atento a la calidad y por encima de las tendencias estéticas.

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