Antonio Monterrubio escribe sobre los diarios, «taller del alma del escritor» en palabras de Susan Sontag, capaces de «iluminar regiones de nuestro yo que se mantienen en la penumbra».
Juan Calvin Palomares escribe sobre el resurgir de los totalitarismos, el fordismo convertido en control fármaco-pornográfico, el placer del monitorizar cibernético y las discusiones sobre los privilegios masculinos.