Arte

Una singladura consolidada

María Jesús Soler reseña el IV Encuentro Internacional de Arte Mediterráneo, organizado en la ciudad de Alicante por Casa Mediterráneo: una asociación plástica que nació con ánimo integrador del arte de diferentes lugares de la cuenca mediterránea.

Una singladura consolidada

/por María Jesús Soler/

Ya ha tenido lugar el IV Encuentro Internacional de Arte Mediterráneo, organizado en la ciudad de Alicante por Casa Mediterráneo: una asociación plástica que nació con ánimo integrador del arte de diferentes lugares de la cuenca mediterránea. Me paece interesante reseñar algunas de las claves del proceso y la consolidación del colectivo.

En su día, el artista y entonces presidente de la misma, Javier Pastor, declaraba el Mediterráneo como «lugar de encuentro y mixtura de diferentes culturas, cuya síntesis ha dado lugar a esa idea compartida de mediterraneidad, como trasfondo cultural en el que el mar no es ese accidente geográfico que nos separa, sino que es una mar que nos une […] Dar a conocer nuestros respectivos trabajos llevando un menaje de paz y convivencia intercultural a los distintos países de la cuenca mediterránea, podría ser una forma de sintetizar los objetivos del Colectivo Mediterráneo». Así pues, una de las características de este colectivo es su voluntad de expandir el arte concitando también otras manifestaciones culturales como la música, la poesía o la danza, que tienen presencia en sus inauguraciones y clausuras.

Han pasado cuatro años desde sus inicios y cambiado la presidencia, pero la idea fundamental se mantiene, siendo su presidente en la actualidad el artista Jaume Marzal, que alude al potente diálogo intercultural que se produce, ya que en las diversas creaciones emergen sentimientos, emociones e inquietudes varias. Ello produce un cierto trasvase cultural al que Marzal denomina «Continente Arte: donde no importa el origen étnico, las creencias, las ideologías o las lenguas y donde lo único que importa es el encuentro sin miedos ni prejuicios con el alma del otro a través e la creación. Estrechar lazos con artistas de otros territorios bañados por la misma cuenca no deja de ser un interesante proyecto que ya está asentado».

La implicación de la Casa Mediterráneo ha supuesto un respaldo crucial a las aspiraciones del colectivo. Su director, Javier Hergueta Garnika, presidente de la Casa Mediterráneo, se ha implicado sobremanera y con entusiasmo para traer la obra de otros artistas que, procediendo de otros países, han tenido problemas diversos para hacer llegar sus obras. Asimismo, su interés en la internacionalización del proyecto es ciertamente decisiva, intentando que cada año la muestra aumente en calidad y volumen para convertirla en un referente nacional e internacional. De hecho, la Casa Mediterráneo sufraga los desplazamientos y la estancia de los artistas.

El IV Encuentro Internacional de Arte Mediterráneo de Alicante muestra la obra de catorce artistas procedentes de Irak, Argelia, Turquía, Malta, Francia y España. En el presente año, la exposición ha tenido lugar en la Antigua Lonja del Pescado, espacio expositivo municipal excelente que ha contado con el consiguiente apoyo institucional. Este ámbito cultural cuenta con tres salas de exposiciones y está en un curioso edificio de estilo historicista con elementos magrebíes construido a principios del siglo XX. Es un edificio municipal excelente donde se celebran exposiciones y otros eventos de carácter cultural a lo largo del año.

El resultado de esta exposición anual preludia la posibilidad de la creación de una bienal en la ciudad de Alicante que, según el sentir de Javier Hergueta y de los miembros del colectivo, aunaría no sólo la potenciación del diálogo intercultural, sino también un fenómeno de plástica expandida de una mayor repercusión, haciendo de Alicante un lugar preferente acorde a las circunstancias de esta ciudad mediterránea.

Pintura, dibujo, fotografía y escultura se dan cita en esta exposición en un interesante diálogo intercultural que se clausuró con la actuación de Sayil Johansson Cuerpo incierto. La mezcla de la expresión plástica con las artes escénicas constituye una de las señas de identidad de esta exposición anual del Colectivo Mediterráneo en Alicante. Servan Baran, Meryem Tomak, Isabel Rico, Jaume Marzal, Mouna Bennamani, José Luis Rico, Medhi Djelil, Chemi Galiano, Conchi Romero, Semhane Khelil, Salvador Galán, Javier Seco, Valerie Braud y Luciano Micallef son los artistas invitados al encuentro.

Es de destacar el excelente espacio expositivo de esta sala de la Lonja del Pescado en la que confluyen sensibilidades y temas diversos, ya que hay citaciones interesantes sobre la fragilidad humana, la situación de nomadismo y la desolación del fenómeno de la migración y la presencia de grandes piezas escultóricas en hierro o con materiales de desecho; pero también la delicadeza de pequeñas esculturas hechas con alambre, el intenso colorido de las fotografías que se muestran, junto a la sobriedad y transparencia de dibujos exquisitos. La preocupación ecologista y medio ambiental plasmada sobre traveseros de vías de ferrocarril con la adición de piezas propias del arte povera, paisajes de sesgo constructivista con la planitud como referencia, pop art, expresionismo abstracto, etcétera, se dan cita en este espacio dando como resultado una hibridación cultural, con cosmovisiones diferentes, lo cual es una potente sugerencia a nuestro mundo globalizado con sensibilidades dispares, pero todas ellas enriquecedoras. Aunarlas en un espacio común es una oportunidad excelente en el diálogo intercultural de la cuenca mediterránea.

Veamos más detenidamente estas catorce visiones plásticas con un breve comentario sobe los artistas participantes.

Servan Baran (Bagdad, residente en Líbano) es título en Bellas Artes por la Universidad de Babylon. Desplazado a Amman durante la invasión a Irak en el año 2003, vive y trabaja en Beirut desde 2013. En La Bienal de Venecia de 2019 representa a Irak.

Meryem Tomak (Antakya [Turquía]) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Mármara. Su enfoque plástico es el reciclaje y el arte portátil. Hace piezas únicas con cortezas de árbol caídas que convierte en máscaras. Me parece interesante la obra en sí y puede hacer referencia a la mascarada virtual de la creación de diversas identidades ficticias en las redes sociales pese a que su apariencia sea máscaras étnicas.

Máscaras de Meryem Tomak.

Isabel Rico (Alicante [España]) es una artista autodidacta caracterizada por sus poéticas y coloridas fotografías de paisajes amables llenos de luz. Según dice, «una calma infinita lo invade todo. Me paro, miro, observo, contengo la respiración y aprieto el disparador de la cámara con la esperanza de haber podido capturar la esencia de tanta belleza. Atrapar en un clic todas esas cosas emociona».

Una de las obras de Isabel Rico.

Jaume Marzal (Moncófar [Castellón de la Plana, España]) es un viajero infatigable, lo cual le genera múltiples motivos de inspiración. Sus obras surgen de su diálogo personal con diferentes gentes y culturas. La fuerza del momento y las emociones vividas, Marzal las plasma en obras de gran formato en donde el potente trazo gestual de su pincelada resulta expresivo de las realidades que plasma. Hay en él un realismo de sesgo expresionista que capta la emoción y gestos en retratos de índole diversa. En esta muestra hace, en una de sus obras, una citación desgarrada al fenómeno de la migración a través del Mediterráneo, que se está convirtiendo en un contenedor de ilusiones truncadas bajo la necesidad, las circunstancias difíciles y la muerte.

Una de las obras de Jaume Marzal.

Mouna Bennamani (Argelia) hace alegorías sobre el universo de la vida de la mujer en Argelia. John Berger escribió que «dibujar es descubrir», y ciertamente es ése el proceso que advierto en Mouna Bennamani; un proceso de doble descubrimiento: el de ella misma y el de quien contempla su delicada obra, circular, como de ida y vuelta; de la obra al espectador y viceversa, ya que no sólo se produce en la acción de la artista, sino que revierte en la contemplación de su enigmática y profunda obra. Con interesantes y transparentes trazos realiza una aguda mirada introspectiva que, a mi modo de ver, intenta plasmar códigos léxicos e interpretativos sobre la mujer, dejando al espectador sumido en un mundo abierto a la sugerencia de sus bellos dibujos con veladuras y contundentes líneas como contrapunto.

Una de las obras de Mouna Bennamani.

Semhane Khelil (Argel [Argelia]) realiza obras coloristas que transmiten optimismo y esperanza. Pinta a la espátula tanto el acrílico como el óleo, aunque en sus inicios utilizó indistintamente el lápiz y el pastel de óleo. Las obras presentadas son como tapices multicolores.

Una de las obras de Semhane Khelil.

José Luis Rico (Cáceres [España], pero vive en Alicante) es poeta y pintor, y su producción plástica, una búsqueda personal de catarsis y de ejercicios de libertad personal. Ello le lleva a creaciones plásticas en la línea de un cierto expresionismo abstracto. Según sus palabras, su «obra no es fruto de la improvisación estética […] El color, el trazo, la composición, obedecn a un lenguaje meditado sobre tres constantes en mi obra: poética, tiempo y movimiento […] No concibo la inspiración sino como fruto del trabajo y la investigación constante». Rico no persigue una seña de identidad o estilo encorsetado, sino que factura óleos, acrílicos, tintes, pastel, óxidos naturales, superficies planas, manchas gestuales, incisiones o raspados. Miembro del colectivo, ha participado en los cuatro encuentros internacionales organizados por el Colectivo Mediterráneo.

Una obra de José Luis Rico.

Valerie Braud (Toulouse [Francia]) forja un delicado mundo escultórico usando como códigos la luz, la trnsparencia, el espacio y el vacío en un juego recurrente en sus diseños de mallas y enrejados de alambre. Interior y exterior de la obra se funden creando un conjunto armonioso caracterizado por la ligereza, la poesía y una fragilidad no exentas de una poderosa llamada de atención hacia su obra.

Una obra de Valerie Braud.

Luciano Micallef (Malta) estudió en la Academia de Bellas Artes de Florencia entre 1979 y 1983. Durante un largo periodo de tiempo su estilo realista evolucionó hacia una abstracción total, usando composiciones audaces y llenas de color.

Salvador Galán (Alicante [España]) es un profesional dedicado a la investigación fotográfica. Autodidacta desde aquellos tiempos del metol, la hidroquinona, el hiposulfito y el esmaltado de los papeles, desde 1970 en que comenzó a utilizar una Kodak Retinette 1ª, todo ha sido un continuo aprendizaje y disfrute. Ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales. Su tema es el cuerpo de la mujer tratado voluptuosamente con fotografías de gran potencia creativa y visual, tomadas en total expresión de libertad de las modelos. Es miembro del Colectivo Mediterráneo.

Mehdi Djelil (Makouda [Argelia]) trabaja obras de gran formato, con representación de imágenes híbridas y metamórficas entre animales y humanos, generando personajes extraños e inquietantes que muestran sus deformidades en un juego de actitudes, con gran colorido y aparente intención lúdica. Sólo aparente, a mi modo de ver, ya que es como si reclamara el juego en el caótico mundo social en que predominan las catástrofes y otros hechos luctuosos. Es una invitación a otro modo de ver el mundo.

Una obra de Medhi Djelil.

Conchi Romero (Sevilla [España], pero afincada en Alicante) realiza obras que respiran serenidad, tanto por la paleta fría de colores que utiliza como por la combinación de los trazos con una abstracción de sesgo constructivista; pero con toques de gestualidad. Según sus palabras: «Busco crear a través de las líneas y el color, formas y paisajes inconcretos que no buscan acercarse a una realidad visible, pero que, dejándome llevar, están presentes en cada mancha o gesto». Es como si Romero planteara una vuelta de tuerca; una reflexión sobre la acelerada vida contemporánea, en la que los acontecimientos no es que fluyan, sino que se amontonan.

Una obra de Conchi Romero.

Javier Seco (San Sebastián [España], pero reside en Granada hace largo tiempo) es un autor multidisciplinar con intereses plásticos varios, lo cual denota su curiosidad e inquietudes en constante renovación. Con una amplia trayectoria expositiva nacional e internacional, mantiene un estrecho vínculo, desde sus orígenes, con la palabra, la poesía visual y el poema objeto. Acciones y performances entran también en su universo plástico. Su deseo de expresar emociones e ideas en torno a viajes le lleva a entrar en contacto con diferentes culturas con las que entra en diálogo. Ha realizado más de cincuenta obras en esta dirección. Así pues, sus retratos de viajes o la exaltación del cuerpo femenino no son incompatibles con sus piezas de materiales reciclados ni con su conexión con la poesía visual. Seco se mueve en el punto de equilibrio exacto que matiza la realidad con un cauto romanticismo, con el encanto de la utopía que supone rescatar objetos que le sirven para modelar una idea. Es el arte de crear a partir del reciclaje. Lo que Marcel Duchamp denominó l’object trouvé es retomado por Javier Seco en toda su extensión.

Según un texto de Rebeca Romero, publicado en Granada, «retomar la memoria de objetos arrumbados», como una funda de gafas, un joyero, unas llaves, un trozo de madera o una piedra sustentan los procesos creativos que centran en la actualidad el trabajo del autor. El análisis de la andadura de materiales y objetos destinados a desaparecer permite a Seco concebir para ellos «una forma plástica, una envoltura» capaz de representar un pensamiento o lanzar un mensaje que aproveche el arte como vehículo para la crítica: «Todo lo que hago me sirve para contar en clave artística lo que me corroe el estómago. La intención de denuncia está claramente presente, pero sin adhesiones». En la presente Exposición muestra una potente obra con un profundo simbolismo a partir de objetos rescatados para la memoria, usando como soporte travesaños de tren.

Chemi Galiano (Alicante [España]) viajó como voluntario de proyectos de Etiopía y Colombia durante los años 2005 y 2006. Fue entonces cuando le empezaron a nacer sentimientos, ideas y una fuerte necesidad de materializarlos físicamente. Por su experiencia como metalista empezó a hacer bocetos y plasmar esas ideas en papel, que con el tiempo fueron adquiriendo forma de hierro, acero inoxidable y otros tipos de metal. Sus obras quieren poner voz a los colectivos más desfavorecidos de la sociedad. En la actualidad sigue trabajando y colaborando en el sector social en diferentes proyectos y potenciándolos también a través del arte. Inició su andadura artística en 2015 y ha realizado un total de cincuenta obras y cuarenta exposiciones a lo largo de toda España, la mayoría de ellas junto a otros artistas, de los que —dice— «a diario aprendo y los sumo a mi lista de amigos con los que lucho en este difícil campo del arte».

En el IV Encuentro Internacional de Arte Mediterráneo de Alicante presenta su obra: Musas guerreras empleando la oxidación y corrosión de materiales metálicos reciclados y afectados por el paso del tiempo. Construye así metáforas sobre la lucha histórica de la mujer.

Obras de Javier Seco.

Para concluir, he querido realizar esta reseña sobre el IV Encuentro Internacional de Arte Mediterráneo de Alicante por poner en valor la consolidación del Colectivo Mediterráneo como un proyecto de interculturalidad bajo un denominador común que lo aúna: el Mediterráneo. No se trata de un grupo de artistas que se unen para hacer una exposición. Va mucho más allá. Permanece como grupo, está respaldado por la Casa Mediterráneo de Alicante y también institucionalmente, porque es un bien para la ciudad. Todo ello hace que esté en proyecto la realización de una bienal con una mayor afluencia de artistas.

Es una llamada a la diferencia: es decir, los miembros del Colectivo hacen partícipes de su proyecto a diversos artistas de la cuenca mediterránea. También invitan a su cita anual con la ciudad de Alicante a otros creadores y, a mayor abundamiento, rebasan el hecho expositivo, que de por sí es importante, con su compromiso ineludible con otras manifestaciones culturales, tales como poesía, danza o música, tanto en la inauguración como en la clausura del evento.

A lo largo del año realizan diversas muestras tanto en España como en el extranjero, lo cual convierte al Colectivo Mediterráneo en un proyecto expandido y cambiante; pero siempre fiel a su compromiso social con el arte contemporáneo.


María Jesús Soler es una artista multidisciplinar consolidada con un amplio historial de exposiciones de pintura y grabado en España y en el extranjero. Licenciada en bellas artes en la especialidad de escultura por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia, es asimismo doctora en filosofía y ciencias de la educación por la Universidad Literaria de Valencia, catedrática de filosofía y licenciada en filología hispánica. Recibió formación en grabado calcográfico en la Escuela de Artesanos de  Valencia y en la Facultad de Bellas Artes de Urbino (Italia), así como cursos especializados de fotograbado solar no tóxico en PMP Grafix, de grabado en color al carborundo y de grabado sobre pulpa de papel impartidos por José Fuentes Esteve. Ha participado en talleres sobre libros de artista y encuadernación con Albertina Tafolla. Ha estado presente en importantes ferias de arte, como las de Shanghái o Estampa. Ha realizado proyectos escultóricos como El Hilo del Tiempo, ubicado en la plaza Julio M.ª Orozco, en Elche. En el ámbito literario ha publicado las obras Meninas: mito, invención y realidad (2004), Rigoberto Soler de cerca (2011) y Sanzsoto: de roca y espumas (2013). Ilustra con sus grabados la obra Els camins i la mirada, del poeta valenciano Marc Granell.

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