Carlos Alcorta reseña una antología del italiano Paolo Febbraro, un poeta capaz de desmontar los escenarios cotidianos y de sobrepasar a ultranza aquello que comúnmente es objeto de fe ciega.
Miguel Ángel Suárez Escobio es un ludita del siglo XXI que reivindica todo aquello que fue arrumbado por la eclosión de la civilización de las máquinas: la lentitud, la tranquilidad, la pereza, el altruismo, el disfrute sosegado de las cosas bellas de la vida.