Ficciones y monstruos
Una reflexión filosófica y política de Santiago Alba Rico sobre el nihilismo y el fanatismo, con el cuadro ‘La monstrua desnuda’ de Sebastián Carreño de Miranda como pretexto.
cuaderno digital de cultura
Una reflexión filosófica y política de Santiago Alba Rico sobre el nihilismo y el fanatismo, con el cuadro ‘La monstrua desnuda’ de Sebastián Carreño de Miranda como pretexto.
Un pequeño ensayo de Francisco Layna Ranz sobre el rastreo del sentido, la posibilidad de decir distinto con lo mismo, la impugnación de la noción de límite y otros asuntos del arte poética.
Vicent Yusá escribe sobre la necesidad de, en tiempos de «floreciente aumento del patrioterismo de hojalata, de actitudes xenófobas, de rampante aporofobia», una ética realista que mantenga el cosmopolitismo como brújula de su actuación.
«Entre los fines de la ética están el ordenar y armonizar los afectos, los deseos, las emociones. La razón, en ese sentido, no se contrapone a las emociones, sino que se amalgama con ellas para orientarlas en la dirección más favorable para la vida buena». Un nuevo artículo filosófico de Vicent Yusá.
Francisco José Faraldo escribe sobre la persecución de la juventud en la vejez; de detener el tiempo con cirujías y otras desesperaciones.
Un artículo filosófico de Vicent Yusá.
Manuel Fernández Labrada reseña ‘Un pequeño mundo, un mundo perfecto’, un libro sobre jardines, espacio de ruptura y disidencia, lugar verdadero y de resistencia, que nos habla de la posibilidad de relacionarse de manera distinta, antidesarrollista, con el entorno.
Avelino Fierro prosigue su diario no diario disertando y evocando recuerdos librescos de juventud.
Pablo Batalla Cueto registra en su dietario pensamientos propios y notas de libros leídos y cosas vistas en Internet, escribiendo sobre la estela perdurable de la guerra de España en los discursos de la de Ucrania o la lectura de ‘La Iglesia arde’, de Andrea Riccardi.
Antonio Monterrubio escribe contra el mito del ‘scriptorium’ monacal medieval salvando milagrosamente la cultura clásica, estampa, dice «abismalmente exagerada» como poco, y de la que considera que pretende hacer olvidar la vasta destrucción fanática de la cultura clásica por el primer cristianismo.
Alberto Wagner Moll escribe sobre la historia de la búsqueda de trascendencia en el consumo de drogas y la aparición del concepto peyorativo del mismo en Occidente.
Joan Santacana escribe sobre una disparatada decisión del Departament de Treball de la Generalitat catalana.
En el verano de 1914, pocos se atrevieron a alzar la voz para denunciar que la guerra que se avecinaba se convertiría en un soplo diabólico que barrería los campos y las ciudades de Europa. Ser cobarde, diserta Michel Suárez en esta larga pieza, llegó a ser entonces la mayor de las valentías.
Escribe Michel Suárez en este manifiesto libertario en tres partes que «la salud está estrechamente ligada a lo que comemos, respiramos y vestimos, a cómo trabajamos, qué producimos y dónde vivimos. Cambiar estas condiciones exige una profunda reflexión de los ciudadanos sobre sí mismos y sobre la sociedad: ¿Qué vida queremos? ¿Qué bases morales deben orientarla? ¿Qué clase de trabajos son necesarios y cuáles deben ser suprimidos? ¿Por qué deberíamos confiar nuestra salud a las corporaciones y las oligarquías farmacéuticas que sólo persiguen el beneficio privado? ¿Cabe el paliativo en una civilización cuyas raíces están enfermas?».
Reflexiona Pilar Alberdi sobre cómo en un momento como el actual, en que la infantilización de una sociedad opulenta cree que todo le cae porque sí de un cielo sin dioses, es preciso rescatar las reflexiones de los grandes filósofos del pasado.