Mirar al retrovisor

La farsa hoy va de chinos

Un artículo de Joan Santacana sobre el auge del gigante asiático.

/ Mirar al retrovisor / Joan Santacana Mestre /

Leí en un estudio sobre la China actual, cuyo autor era Kissinger, que la tradición china era la de aliarse siempre con los países lejanos y estar alerta con los vecinos. La razón era que esgrimía el antiguo secretario de Estado yanqui era que los países lejanos no son propensos a atacar a China si no comparten fronteras con ella. Y la historia de esta gran republica asiática así lo confirma. Por este motivo, no le resultó difícil a los Estados Unidos aliarse con China frente a la URSS en plena guerra fría. Esta alianza, la apertura de China al mundo occidental, desde 1978, fue la gran operación que tramó precisamente el autor del estudio en cuestión, Kissinger, y que rompió la cohesión del bloque comunista. Y esto ha durado hasta este inestable siglo XXI.

Pero en 2010 China era ya la segunda economía más grande del mundo, tras Estados Unidos. Hoy, despues de la pandemia, el producto interior bruto chino crece un 2,3% según informaciones oficiales; es decir, en un contexto de contracción, China crece. Mientras, los pronósticos de la Eurozona son ahora mismo a la baja.

En este contexto, Biden empieza a sacar el hacha de guerra contra china. En realidad, esta hacha la desenterró su predecesor, con aquello del virus chino y su lucha conta las tecnológicas chinas. Parecía cosa de un loco atacar a la China, pero no debía de estar tan desencaminado Trump cuando su sucesor elige una senda parecida. En este escenario, China vuelva a acercarse a Rusia. Algunos medios occidentales alertan que esto es el inicio de una nueva guerra fría, guerra de bloques. Como prueba de ello, la visita del presidente norteamericano a Europa y el acercamiento euroamericano, que se había enfriado con la administración anterior.

Nihil novum sub sole, que decían los clásicos. Parece una repetición de ciclos; se busca un nuevo enemigo, que sabemos que no atacará. Este enemigo será la diana y quizás se vuelva a intentar crear series televisivas sobre el peligro amarillo, como aquella que se denominaba V y que iba de lagartos con piel de hermosas chicas humanas. Pero, como creo que escribió Marx, en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, «la historia se repite, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa». Y, en efecto, estamos ante una farsa, representada para el consumo interno nuestro. El programa demagógico de Trump contra lo chino era para consumo interno: como todo planteamiento racista, realizado desde el poder, suele contar con el apoyo de las masas populares, como así fue. Es rentable políticamente y con él se obtiene la adhesión al líder: este enemigo puede ser diverso: a veces es el chino, otras el árabe, en otras ocasiones es el vecino boche, o puede que sea el africano hambriento. La auténtica guerra es comercial y China la está ganando. La pandemia ha servido para que China impulsara la diplomacia de las vacunas. Con mas de 500.000.000 de dosis, da un fuerte impulso a su industria farmacéutica, que se impone en países pobres; aparece como una primera potencia solidaria, responsable y científicamente solvente. No se trata de compras: se trata de donaciones. Los chinos se convierten en la gran alternativa frente a unos países occidentales desorientados, sin capacidad de reacción y egoístas. Además, China ha prometido dar dosis para la OMS las distribuya y recuerden que Trump, despreció a la OMS al principio de la pandemia.

Por esta razón, ahora, Biden desentierra el hacha de guerra contra China; quiere que se investigue si el coronavirus fue un producto de los laboratorios chinos. ¿Alguien cree que habrá una investigación independiente sobre este tema? ¿No se acuerdan de las armas de destrucción masiva de Iraq? ¿Recuerdan la trágica explosión del Maine en la bahía de Santiago? Hoy sabemos que el Maine no fue volado por una mina española, pero han pasado 123 años. También hoy sabemos que Sadam no tenía ni fábricas de aspirinas, y solo tenía petróleo, que ahora, por cierto, no tienen los iraquíes, pero hoy ya no es un problema… ¿Sabremos algún día de donde salió el virus? Pero será difícil resistir a la gran cantidad de pruebas que agencias internacionales, supuestamente independientes, van a mostrar. Y es que en este teatro que es la historia, muchos gags se repiten, aunque sea como farsa.


Joan Santacana Mestre (Calafell, 1948) es arqueólogo, especialista en museografía y patrimonio y una referencia fundamental en el campo de la museografía didáctica e interactiva. Fue miembro fundador del grupo Historia 13-16 de investigación sobre didáctica de la historia, y su obra científica y divulgativa comprende más de seiscientas publicaciones. Entre sus trabajos como arqueólogo destacan los llevados a cabo en el yacimiento fenicio de Aldovesta y la ciudadela ibérica y el castillo de la Santa Cruz de Calafell. En el campo de la museología, es responsable de numerosos proyectos de intervención a museos, centros de interpretación, conjuntos patrimoniales y yacimientos arqueológicos. Entre ellos destaca el proyecto museológico del Museo de Historia de Cataluña, que fue considerado un ejemplo paradigmático de museología didáctica.

1 comments on “La farsa hoy va de chinos

  1. Existe un libro del político y periodista francés Alain Peyreritte, titulado » Cuando China despierte…….»

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