Poéticas

Honda meditación de toda cosa

Carlos Alcorta reseña una antología de poesía canaria del paisaje; de un paisaje con mar, dunas, volcanes, desierto, playas, barrancos, lagartos, pájaros, insectos.

/ una reseña de Carlos Alcorta /

Un verso de Alonso Quesada ―«Honda meditación de toda cosa»― sirve de título para esta antología temática de la poesía canaria coordinada por Jordi Doce y Francisco León. El paisaje, tema nuclear de otros títulos que, bajo la dirección de Jordi Doce y Álvaro Valverde, ha publicado la Fundación Ortega Muñoz, reúne en esta ocasión a quince poetas nacidos ente 1965 y 1984. El arco temporal de los poemas que recoge la antología se extiende desde 1990 hasta 2020 y trata, en palabras de Francisco León, uno de los antologados y autor de la introducción, de «presentar al lector una muestra de poetas canarios actuales que hayan tratado la representación y resignificación del paisaje del archipiélago del que son oriundos».

León divide su texto en tres apartados. En el primero, de contenido más teórico, hace un recorrido por el concepto de paisaje a lo largo de los siglos, desde los poemas clásicos, pasando por la mirada romántica, en la que «La contemplación de los espacios, del silencio y la quietud paisajísticos, genera una metamorfosis que conduce al yo a otro estado de conciencia», hasta llegar al poeta moderno, «convertido ahora en paseante solitario y amargado», que «más que reproducir más o menos objetivamente un lugar, una región, un paisaje, establece con la palabra un verdadero ejercicio de resignificación o invención de una realidad simbólica referida a un lugar».

En la mayoría de estos poemas, el paisaje suscita una reflexión de carácter ontológico. La naturaleza es el escenario y, por esa razón, la descripción de la que es objeto solo es la excusa para adentrarse en el espacio interior de cada uno de los poetas: «la superficie del paisaje ha de convertirse en un espacio de reflexión», escribe Francisco León, para quien el poema de tema paisajístico «propone también un alejamiento ―de la esfera mundanal del hombre― y una progresiva entrada en el silencio, un silencio de las cosas, de los animales y, también en un silencio humano caracterizado por un ahondamiento introspectivo, que es más radical y profundo a medida que el poema […] se abisma en los misterios del paisaje propuesto».

En la segunda parte de la introducción, Francisco León reflexiona sobre la conciencia de los poetas isleños poseen acerca de la geografía en la que escriben, determinante, en muchos casos, de su postura estética: «el poeta canario percibe su paisaje ―y, acaso, por analogía, todos los paisajes― como un paraíso infernal o como un infierno paradisíaco». Esta afirmación surge del análisis que elabora a partir de la obra de autores como Tomás Morales, Andrés de Lorenzo-Cáceres, Agustín Espinosa, Pedro García Cabrera o Alonso Quesada, entre otros, hasta llegar a los poetas precursores de los que integran esta antología: Manuel Padorno, Luis Feria, Miguel Martinón, Ángel Sánchez o Andrés Sánchez Robayna, por ejemplo.

En la tercera y última parte de la introducción, la que da paso a los poemas, justifica la inclusión de los poetas seleccionados: «Estos autores han hecho de la reflexión sobre el paisaje uno de los ejes esenciales de su trabajo creativo. En sus poemas y libros se opera una visión poderosa y distintiva del espacio insular». Los autores seleccionados son Melchor López (Tenerife, 1965), Juan Fuentes (Tenerife, 1965), Oswaldo Guerra Sánchez (Gran Canaria, 1966), Ricardo Hernández Bravo (La Palma, 1966), María José Alemán Bastarrica (Tenerife, 1967), Alejandro Krawietz (Tenerife, 1970), Francisco León (Tenerife, 1970), Luis Lenz (Tenerife, 1972), Antonio Martín Sosa (Tenerife, 1972), Isidro Hernández (Tenerife, 1975), Bruno Mesa (Tenerife, 1975), Miguel Pérez Alvarado (Gran Canaria, 1979), Iván Cabrera Cartaya (Tenerife, 1980), Daniela Martín Hidalgo (Lanzarote, 1980) y Sergio Barret (Tenerife, 1984).

Leyendo esta nómina llama poderosamente la atención que la mayoría de los poetas han nacido en Tenerife. Acaso esta circunstancia tenga unas razones de carácter sociológico que convendría estudiar, pero que no tienen cabida en este comentario. Pese a la cercanía geográfica, las formas de aproximación al paisaje en esta Honda meditación de toda costa, cuya cubierta está diseñada a partir de una magnifica obra del pintor Ángel Padrón, son muy heterogéneos. Abunda la presencia de elementos naturales como la luz del sol, la lluvia o el viento, pero el concepto de insularidad como parte insustituible de la formación de la propia identidad se impone a las particularidades de cada territorio. Melchor López lo plasma con estos versos: «Aquí/ se despeña mi imagen,/ la idea de mí mismo,/ la conciencia y el cuerpo,/ como fardos lastrados/ con viejas onzas». El mar, las dunas, los volcanes, el desierto, las playas, los barrancos, lagartos, pájaros, insectos forman parte de ese paisaje al que los poetas interrogan como se interrogan a sí mismos («La aparición de los desiertos sureños; pero también es un espacio para la videncia o para la epifanía», escribe León) porque, como escribe Daniela Martín Hidalgo, «Si estoy incluida en el paisaje,/ ¿cómo podré entonces verlo?».


Honda meditación de toda cosa: poesía canaria del paisaje, 1990-2020
Francisco León y Jordi Doce (eds.)
Antipersona, 2021
160 páginas
16 €

Carlos Alcorta (Torrelavega [Cantabria], 1959) es poeta y crítico. Ha publicado, entre otros, los libros Condiciones de vida (1992), Cuestiones personales (1997), Compás de espera (2001), Trama (2003), Corriente subterránea (2003), Sutura (2007), Sol de resurrección (2009), Vistas y panoramas (2013) y la antología Ejes cardinales: poemas escogidos, 1997-2012 (2014). Ha sido galardonado con premios como el Ángel González o Hermanos Argensola, así como el accésit del premio Fray Luis de León o el del premio Ciudad de Salamanca. Ejerce la crítica literaria y artística en diferentes revistas, como ClarínArte y ParteTuriaParaíso o Vallejo&Co. Ha colaborado con textos para catálogos de artistas como Juan Manuel PuenteMarcelo FuentesRafael Cidoncha o Chema Madoz. Actualmente es corresponsable de las actividades del Aula Poética José Luis Hidalgo y de las Veladas Poéticas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Mantiene un blog de traducción y crítica: carlosalcorta.wordpress.com.

1 comment on “Honda meditación de toda cosa

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