Narrativa

Vrësno

Pedro Luis Menéndez reseña la última novela de Carolina Sarmiento, una novela de territorios configurados en escalera que parece ascender y en realidad desciende hacia lo más hondo.

/ una reseña de Pedro Luis Menéndez /

No hay retorno a la infancia. Y de existir esa posibilidad, ¿quién desearía ese regreso? No Stanis, la protagonista de Vrësno, la nueva novela de Carolina Sarmiento, que crece en una ascensión vertiginosa, no tanto por el estilo narrativo como por la propia trama, a una montaña de la que ¿se puede? ¿no se puede? huir.

Cada cual lidia ¿con? ¿contra? la familia que le ha tocado, esa lotería de la que no ¿podemos? ¿queremos? despegarnos del todo ni aún en la edad adulta. ¿O sí? El viaje de Stanis por escapar del baúl claustrofóbico en el que la sitúa la vida se deja leer de un tirón, y tal cosa tiene sus peligros, sobre todo el de resbalar o patinar por la superficie ágil de lo relatado, obviando así las capas múltiples de cada territorio y de cada personaje.

Vrësno es una novela de territorios configurados en una escalera que parece ascender (eso hacemos cuando subimos una montaña) y que en realidad desciende hacia lo más hondo, lo innombrable, la materia prima de los sueños más oscuros. Un cuento infantil para adultos, el cuento que contaría una niña capaz de asumir su propia crueldad, esa parte de nosotros tan humana como el resto, esa esquina escondida que ¿controlamos? en nuestra vida adulta, pero que en la niñez despliega en ocasiones todo su poder.

Por eso nos contamos historias de terror, para hacer aflorar con ellas el placer de lo horrible, algo que late en nuestro imaginario personal y que nos permitimos desde la certeza tramposa de que no será capaz de rebasar las páginas de un libro o la frontera de una pantalla o de un escenario.

A raíz de la publicación de su libro de relatos Animales urticantes, escribía yo en estas mismas páginas a propósito de los personajes: «Defender y atacar, sufrir, ser felices y, sobre todo, elegir, porque uno siempre elige y con esa elección viaja el resto de su vida». Stanis elige cuando puede y se obliga a sí misma a vivir con esa elección que la salva o la condena y que, en cualquier caso, la acompañará sin remedio más allá del recorrido Trualla, Cozul, Vrësno, Méligo. Esa Stanis que comienza su relato afirmando: «No sé mucho de la vida de mis padres. Sé que se casaron pasados los cuarenta y que yo nací en el límite de la fertilidad. Las intimidades nunca se airearon en casa, peo intuyo que no fui una hija deseada».

Y es esa familia oscura que parece no encontrar nunca su lugar, un ir y venir por trabajos y empeños que los estancan aún más en lugares sin brillo, opacos, ajenos, hasta que por un azar que no parece tener consecuencias aparecen en sus vidas los Zalea y Vrësno, sobre todo Vrësno. Con los Zalea juega Carolina Sarmiento a la ambigüedad premeditada que nos conduce por el relato de los hechos, o de las sospechas, o del territorio mítico en el que nacen las leyendas y, con ellas, la esencia de lo que tenemos a bien denominar narración, entre las pesadillas y los deseos.

Stanis huye y se ¿salva?, más allá de los manuscritos grafómanos de su madre, para refugiarse en la música, una música en la que tal vez tampoco pueda desprenderse de su pasado, porque nunca podemos cerrar del todo los ojos a los miedos o a las historias de los otros que son también nuestra propia historia: «He continuado caminando, respirando, componiendo y actuando acompañada de ese eco, incapaz de reconocer que también yo, con mis letras, era portadora de la leyenda. Culpable. No sabemos nada de quién somos, ni de quién fuimos, ni del rastro que dejamos».

Es esta la cuarta publicación impresa de Carolina Sarmiento, después de darse a conocer en el mundo literario con la publicación de un libro de poemas, Ikiru (vivir), editado por Gravitaciones, que en su día reseñé también para El Cuaderno. A ese primer libro le siguieron el ya citado de relatos Animales urticantes y la novela Tarada, ambos como Vrësno en Pez de Plata, en esas ediciones tan atractivas como nos tienen acostumbrados. Tras la publicación de Tarada, la que entonces aparecía como su primera novela, decía entonces la autora sobre la historia de su composición:

«en aquella revisión de lo escrito había dos historias que no eran relatos sino claros inicios de novelas. Tenían entre veinte o treinta páginas escritas de cada una, pero me faltaba la continuidad diaria necesaria para avanzar. Por eso me pedí la licencia sin sueldo, para poder escribir cada día. Me costó tomar la decisión, pero fue acertada. Además de Tarada escribí otra novela corta que se publicará en 2023. Fue un tiempo maravilloso en el que, cuestiones domésticas aparte, me dediqué en exclusiva a leer y escribir».

Esa novela corta a la que hace referencia no es otra que Vrësno, cuya diéresis o crema tampoco es real como tal cosa, y sin embargo es una de las muchas claves que vamos encontrando en su lectura, a veces cómoda, a veces sobresaltada, a veces mucho más irónica de lo que la propia autora parece pensar.

Una autora que, tal y como se presenta en la solapa de la novela, es «licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid, trabaja como redactora en el área de cultura de los informativos de la Televisión del Principado de Asturias (TPA), coordina talleres de escritura creativa y es la responsable de la revista digital Creatividad Literaria. Todas las noches inventa un cuento para un único oyente».


Vrësno
Carolina Sarmiento
Pez de Plata, 2023
160 páginas
18,90 €

Pedro Luis Menéndez (Gijón [Asturias], 1958) es licenciado en filología hispánica y profesor. Ha publicado los poemarios Horas sobre el río (1978), Escritura del sacrificio (1983), «Pasión del laberinto» en Libro del bosque (1984), «Navegación indemne» en Poesía en Asturias 2 (1984), Canto de los sacerdotes de Noega (1985), «La conciencia del fuego» en TetrAgonía (1986), Cuatro Cantos (2016), la novela Más allá hay dragones (2016), y el libro de prosas cortas Postales desde el balcón (2018). Recientemente ha dado a la luz en Trea el libro de poemas La vida menguante (2019) y el poema-libro Ciudad varada (2020) en los cuadernos Heracles y nosotros. Desde 2017 colabora de modo asiduo en El Cuaderno y mantiene una sección semanal sobre poesía y cuentos en el programa La Buena Tarde de la Radio del Principado de Asturias.

Acerca de El Cuaderno

Desde El Cuaderno se atiende al más amplio abanico de propuestas culturales (literatura, géneros de no ficción, artes plásticas, fotografía, música, cine, teatro, cómic), combinado la cobertura del ámbito asturiano con la del universal, tanto hispánico como de otras culturas: un planteamiento ecléctico atento a la calidad y por encima de las tendencias estéticas.

0 comments on “Vrësno

Deja un comentario

%d