Los cuadernos pálidos (50)
Del murmullo del mundo registra en esta ocasión Tomás Sánchez Santiago la subrepticia aparición de los limoneros o la terca insistencia de la dulce insurrección del agua en una playa de Asturias.
cuaderno digital de cultura
Del murmullo del mundo registra en esta ocasión Tomás Sánchez Santiago la subrepticia aparición de los limoneros o la terca insistencia de la dulce insurrección del agua en una playa de Asturias.
Eduardo Moga reseña el último Premio Nacional de Poesía: ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’, de la poeta vasca en euskera Miren Agur Meabe; una autobiografía lírica.
«El último curso del instituto empecé a frecuentar las librerías de Estella. […] Aquel año habían abierto una librería nueva, Cal y Canto; nada que ver con las que había hasta entonces con mostradores, vitrinas y trastiendas. Allí podías pasear entre las estanterías sin que nadie te molestara […] Había otra razón por la que iba tan a menudo a Cal y Canto: me gustaba la librera». Un relato de Jesús Arana.
Antonio Costa escribe sobre el auge de la novela histórica, considerándolo una consecuencia de la desaparición de las humanidades de los planes de estudios y un ansia por conocer el pasado pero pudiendo tragarlo «como un caramelo», tenerlo «en la boca como un chicle»; «historia confitada» en lugar de la dura crónica de los manuales.
Antonio Gracia escribe sobre las dificultades e impotencias de la traducción poética, con ejemplos de traducciones concretas en las que se extravió algo crucial del poema original.
«Aherrojado en la ausencia, empujado hacia adentro de sí mismo, Hernández otea los paisajes mentales, diluye los objetos, disuelve en sentimientos la libertad que ansía el cuerpo, desmaterializa la materia carnal hasta una esencia próxima a la mística para integrar de nuevo ese viaje interior en el cuerpo soñado, arrebatado». Un artículo de Antonio Gracia.
El eminente poeta portugués Jorge Gomes Miranda reseña ‘Aflicción y equilibrio’, de Carlos Alcorta, un libro sobre la enfermedad y la muerte de su padre y un retrato despiadado de la España presente y pasada.
Pilar Alberdi pasa revista a la relación de algunos escritores e intelectuales ilustres con sus madres.
Tres artistas, María Jesús Rodríguez, Gonzalo Tena y Juan Pablo Villalpando, han unido su mirada y su trabajo en distintas disciplinas —escultura, pintura y grabado— para indagar en las posibilidades expresivas y simbólicas de los materiales, de la forma y del color.
«El molino de agua es la rueda de la vida, el curso inevitable de las cosas que existen, la voluntad de permanencia de lo íntimo y de lo cercano, de lo que está más cerca del corazón». Basilio Sánchez lee ‘El cuarto del siroco’, de Álvaro Valverde.