/ por Pablo Batalla Cueto /
← El runrún interior: un dietario (16)
Martes, 21/9/2021. Empieza el otoño. Ángel González dejó escrito:
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
Miércoles, 22/9/2021. Ernest Hemingway en carta a Bernard Berenson: «No hay ningún simbolismo. El mar es el mar. El viejo es el viejo. El chico es un chico y el pez es un pez. El tiburón es todos los tiburones, ni mejor ni peor. Todo el simbolismo que menciona la gente es una mierda».
*
Albert Camus: «¿Quién se atreverá a decirme que soy libre cuando mis amigos más nobles todavía están en las cárceles de España?».
*
Federico Jiménez Losantos, desatado contra los antivacunas. Bien está, pero convendrá subrayar que no lo hace por la ética de la que el 11-M le demostró carente por completo, sino porque sabe que gobernar pasa por suturar la zanja entre PP y Vox y no espantar a gente que, aunque sea más de derechas que la madre de Superman, conserva dos dedos de frente.
*
Jenny Offill metaforiza así el capitalismo tardío: «Dos excursionistas se topan en el sendero con un oso hambriento, que los espera unos metros más adelante. Uno de ellos saca de la mochila sus zapatillas de correr y se las pone. “Nadie puede correr más deprisa que un oso”, le susurra un compañero. “Pero yo solo pretendo correr más deprisa que tú”, le contesta».
*
Artículo tremendo y perturbador de Guillem Martínez en CTXT. Sobre geopolítica, la irrelevancia creciente de Europa y el abandono de un Estados Unidos decadente que, obligado a ser potencia, no ya mundial, sino regional, prefiere serlo en el Pacífico que en el Atlántico. Dice: «Europa se queda sola. Estamos en modo nosotros-solos. Lo que no es una buena noticia en un continente que llegó a fabricar jabón con sus ciudadanos».
*
El volcán de La Palma genera el circo periodístico habitual, El gran carnaval de siempre. Reporteros dicharacheros compitiendo por la imagen más audaz, la mayor cercanía a la lava, saltándose los cordones sanitarios, siendo reprendidos por los bomberos. A Pedro Piqueras solo le falta enfundarse en una escafandra ignífuga de las que hace la Dupont para hacer su conexión zambulléndose en el magma volcánico. Y Susanna Griso retransmite pegada a una colada, jadeando y costándole hablar del calor que hace. Y se recrea en señalar y grabar las casas que «van a ser engullidas en cuestión de horas». ¿Qué necesidad?
*
Pregunta Ana Carrasco-Conde en Twitter: «¿Qué nos generaría mayor sensación de soledad y zozobra: que no exista Dios, entendido al modo judeocristiano, que éste nos hubiera abandonado o que se limitara a observarnos? ¿Es mayor la presencia del vacío o el vacío de la ausencia?». Respondo: «Yo tiendo más a imaginarme un Dios a veces curioso y a veces desentendido, que interviene o no en los asuntos humanos según el capricho de cada día. Y eso es lo más angustioso».
*
Vigo contará con megafonía para poner villancicos en la calle durante tres meses. La megalomanía navideña de Abel Caballero no conoce final. La Navidad se está adueñando progresivamente de Vigo como una septicemia de un sistema circulatorio. Las fuerzas democráticas del mundo tienen que unirse en auxilio de los vigueses para detener esta insania.
*
Leo en El Comercio: «Agrede a paraguazos a dos curas y al sacristán de la Catedral porque no le gustó la misa». Nadie está a salvo de la cultura de la cancelación. O tempora, o mores.
Jueves, 23/9/2021. Solemos entender la melancolía como la entendía Víctor Hugo: el placer de estar triste. Pero también hay una tristeza de estar alegre: la que experimentamos cuando, en pleno éxtasis, nos ensombrece esa felicidad un brusco pensamiento amargo sobre la fugacidad de la vida.
*
Un tipo humano: el bolchevique puro, prístino, inmaculado, misántropo infatigable, pertinaz fruncidor de ceño, ayunante de la alegría con furor de estilita, abstencionista inconvencible del amor a la vida, que cultiva la amargura como la más crucial de las virtudes cardinales. Nota mental: no ser nunca así.
Viernes, 24/9/2021. Hay una alegoría potente de nuestro tiempo en el contraste entre la alegría festiva con que se derribaban las murallas medievales en el siglo XIX (la celebración del progreso) y el mimo con el que ahora se musealiza cualquier microscópico resto de las mismas.
Sábado, 25/9/2021. Una casa, un hogar, se descompone como el cadáver de la persona que la habitó. Durante algún tiempo, permanece intacta: el duelo impide entrar, tocar nada, salvo quizá el primer día a llevarse los comestibles de la nevera. Pero algo así como un rigor mortis va adueñándose de las habitaciones. Hay algo en el aire —o, mejor dicho, algo no hay en el aire— que nos indica que ya no fluye la vida por estas estancias. Más tarde, comienza la descomposición. Una hija se lleva la colección de cajas de porcelana, un hijo los álbumes de fotos, un nieto se lleva un cuadro y algunos libros, una nieta un mesita de madera tallada. Lo más bello, valioso, llamativo, se marcha primero. Más tarde, los objetos y muebles con menos valor sentimental se van llevando a Manos Unidas, a Centro Reto, a una librería de viejo. Un día, la casa se vende o se alquila, o un descendiente la hereda, y acomete una obra para adaptarla a su gusto, durante la cual se transforma o desecha lo que queda. El proceso se ha completado. Lo que fueron las pertenencias de una sola persona se ha dispersado tal como lo que fue un cuerpo se disuelve en la tierra y fermenta flores, árboles, frutos, animales que se nutren de sus despojos. La vida continúa.
*
Mi hermana nos pregunta si sabemos de alguien que quiera una gatita de un mes de la que nos pasa una foto adorable. Se la dieron en la aldea en la que trabaja diciéndole: «¿La quieres o la matamos?». ¿Quién respondería «matadla»? Pregunto en el grupo de WhatsApp de mis amigos si alguien la quiere o sabe de alguien que la quiera. Puede que una amiga del hermano de un amigo, que tendría a la gata en un piso; puede que otro amigo que tendría a la gata en una cuadra con gallinas: la gata, nos advierte, estaría más libre, pero menos mimada. Pienso en esa gatita, metida en una caja sin saber que fuerzas que desconoce y que tienen un poder absoluto sobre ella deliberan sobre su destino y tomarán una decisión que le procurará una determinada vida o la diametralmente opuesta, después de haber tomado la de dejarle seguir viviendo. ¿No somos todos un poco esa gatita?
Domingo, 26/9/2021. Martin Heidegger nació un 26 de septiembre, mismo día en que murió Walter Benjamin. Cuando la historia se pone bromista, tiene un humor muy particular.
*
Elecciones en Alemania. El fin de la era Merkel. La democracia cristiana obtiene el peor resultado de su historia y el SPD, el tercero peor. El SPD, es cierto, vuelve a ganar unas elecciones después de años de dárselo por desahuciado. Pero ello se debe, no a que haya un anhelo socialdemócrata en el aire, sino a que Olaf Scholz, su candidato, un hombre de formas tranquilas e ideas moderadas, es percibido como el más parecido a la muy popular Merkel; más que el demócrata-cristiano Armin Laschet: paradójicamente, votándose cambio se ha votado continuidad, no cambio. En todo caso, éxitos parciales que velan la profunda crisis en la que se hallan tanto la izquierda socialdemócrata como la derecha conservadora y democristiana en toda Europa, y que tanto recuerda a la de los partidos liberales y conservadores del siglo XIX a principios del XX. Podría alegrarme, pero no dejo de pensar que aquello, después de algún éxito aparente pero efímero de la izquierda revolucionaria, no acabó muy bien.
*
Mulo el Warnikais en Twitter: «Yo entiendo que los chistes sobre guillotinas son ya patrimonio de la izquierdita, pero quiero recordar que los comuneros de París, entre otras muchas medidas democráticas y sociales, también quemaron una guillotina en plaza pública como símbolo de la abolición de la pena de muerte».
Leído también en Twitter: «Me gusta más la URSS que los fans de la URSS». Suscribo.
Lunes, 27/9/2021. Dídac López en Twitter, comentando la entrevista que me ha hecho Víctor Muiña en La Soga sobre mi nuevo libro: «Normalmente, preocupa el hecho de que el nacionalismo cree falsas divisiones, pero tal vez sea peor que cree falsas solidaridades». Muy certero.
*
El 12 de octubre la Oficina del Español de Toni Cantó, a la que Mauro Entrialgo llama el chiringuitoni, organizará una corrida de toros en defensa del español. Es todo de una cutrez que no da uno crédito.
*
Ciudadanos: «No puede ser la única capital europea que no haya tenido unos Juegos Olímpicos, ¡nos lo merecemos!». ¿Cómo olvidar los maravillosos Juegos Olímpicos de Bruselas, las fastuosas Olimpiadas de Copenhague o los JJOO de Lisboa?
El runrún interior: un dietario (18) →

Pablo Batalla Cueto (Gijón, 1987) es licenciado en historia y máster en gestión del patrimonio histórico-artístico por la Universidad de Salamanca, pero ha venido desempeñándose como periodista y corrector de estilo. Ha sido o es colaborador de los periódicos y revistas Asturias24, La Voz de Asturias, Atlántica XXII, Neville, Crítica.cl, La Soga, Nortes y LaU; dirige desde 2013 A Quemarropa, periódico oficial de la Semana Negra de Gijón, y desde 2018 es coordinador de EL CUADERNO. Ha publicado los libros Si cantara el gallo rojo: biografía social de Jesús Montes Estrada, ‘Churruca’ (2017) y La virtud en la montaña: vindicación de un alpinismo lento, ilustrado y anticapitalista (2019).
Pingback: El runrún interior: un dietario (16) – El Cuaderno
Pingback: El runrún interior: un dietario (18) – El Cuaderno