«Isidro Arango no creía demasiado en la fortuna, o quizás sí, o solo de vez en cuando. Bien mirado, los azares del Señor son inescrutables y acaso esta vez, por fin, le estuviesen sonriendo». Un relato de Pablo González.
«Toño Estrada, más anciano que las tortugas, coleccionaba años; tantos que en el pueblo apenas quedaban testigos de su niñez». Un relato de Pablo González.