Nicho dilatado llamado mundo
Javier García Rodríguez reseña ‘Auténtico Aute’, una selección luminosa de lo imprescindible de la poética y la estética del recientemente fallecido artista; de lo que él mismo llamaba su «universo autista».
cuaderno digital de cultura
Javier García Rodríguez reseña ‘Auténtico Aute’, una selección luminosa de lo imprescindible de la poética y la estética del recientemente fallecido artista; de lo que él mismo llamaba su «universo autista».
Antonio Costa carga contra la restitución del color al compostelano Pórtico de la Gloria; la «charlatanería insolente de los colores» que ha venido a arruinar, lamenta, «la elegancia sugestiva que tenía el Pórtico después de los siglos». Casi todas las restauraciones, dice, son en realidad instauraciones.
Arturo Caballero escribe en defensa y elogio de la tradición belenista, considerando «incomprensibles esos procesos de descristianización por decreto en los que se empeñan nuestras autoridades […] que por un lado organizan cabalgatas de reyes y por otro prohíben la instalación de belenes en los centros educativos».
Arturo Caballero escribe sobre chozos, apriscos, palomares, guardaviñas, lagares, bodegas…; un mundo de construcciones tradicionales con el que todavía es posible encontrarse en los alrededores de los pueblos castellanos, aunque probablemente por poco tiempo, porque, como nadie les hace caso, se han empeñado en pulverizarse buscando el retorno a la tierra de la que antaño surgieron.
Arturo Caballero reflexiona, a partir de una exposición en el Patio Herreriano de Valladolid, sobre cómo el artista acude a veces a recursos plásticos de un sistema iconográfico de probada eficacia (el cristiano, en este caso), para presentarnos otra opción temática por completa diversa de aquel.
Arturo Caballero pasea por Barcelona atento a los grandes hitos arquitectónicos del modernismo catalán, cotejándolos con las descripciones del escritor de ‘best sellers’ Ildefonso Falcones.
Ricardo Martínez hace una breve reseña de ‘El arte y sus objetos’, de Richard Wollheim, una acrtualización de la concepción del arte como depositario de emociones, pero también como una forma de identificación.
Arturo Caballero reseña una exposición abierta hasta el 25 de octubre y que recupera obras acumuladas (bien por escasa calidad, bien por falta de espacio, bien por redundancia, bien por criterios expositivos del momento) en los almacenes del museo pucelano.
Daniel Ramos Sánchez reseña la primera exposición individual de la artista ovetense Paula Blanco: una serie coherente de veintún obras pictóricas que nació antes del confinamiento y durante su proceso de creación se quedó atrapada en él.
Contemplar a un pintor paisajista en plena faena en Villajoyosa, y la diferencia entre el paisaje real y el trasladado al lienzo, lleva a Arturo Caballero a recordar un libro titulado ‘Pintura y realidad’, de Étienne Gilson.
Arturo Caballero reflexiona sobre la reciente oleada iconoclasta y de revisión del mito de la conquista de América a partir del análisis de un relieve de Isidro Villoldo para un retablo vallisoletano.
Arturo Caballero hace una recensión crítica de ‘Ciudad y progreso’, una exposición de fotografías de Alejandro S. Garrido en el Museo Patio Herreriano de Valladolid que reflexiona sobre el urbanismo bajo «la asfixiante presión del sistema económico imperante», esto es, el capitalismo.
PierPaolo Rovero se ha convertido en uno de los artistas más populares en las vertiginosas redes sociales por sus ilustraciones. Ofrecemos algunas de sus ilustraciones con un texto de Lola Matamala, que ha conversado con él.
La galería Gema Llamazares, de Gijón, acoge, con ‘De dentro a fuera’, la producción reciente del artista, la primera después de su imponente proyecto de 2019 para el programa Conexiones. Una reseña de Juan Carlos Gea.
Juan Carlos Gea reseña ‘Rebeldes’, la individual que la pintora asturiana exhibe hasta finales de marzo en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, compendio de una pintura en la que, como en el verso de Beckett, la ausencia que irremisiblemente encubre cada figura pintada se rebela y se pone con firmeza, con una alegría sutil y contagiosa, «al servicio de la presencia».